Morena desconoce al movimiento de Ebrard como segunda fuerza dentro del partido
La aspirante presidencial Claudia Sheinbaum pone freno a la intención del excanciller de dividir al partido del presidente
La candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, y el dirigente nacional del partido, Mario Delgado, han puesto un freno a Marcelo Ebrard y a su intención de que su asociación civil El Camino de México sea reconocida como la segunda fuerza política dentro de Morena. Apenas este lunes, el excanciller anunciaba su permanencia en las filas morenistas consecuencia del fallo de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia a la impugnación que presentó. En el documento, el partido reconoce que hubo prácticas indebidas en el proceso que ungió a Sheinbaum y anunciaron sanciones. El pacto político también incluye candidaturas y lugares en los órganos de dirección del partido que representen a Ebrard. Así como el reconocimiento a las huestes del extitular de la política exterior del presidente Andrés Manuel López Obrador, como segunda fuerza política en la Cuarta Transformación.
Así como ocurría en el PRD con las tribus cuando el mandatario y el excanciller militaban en el partido del sol azteca. Un día después de que anunciara el pacto, que el exsecretario federal ha preferido calificarlo de entendimiento político con la abanderada presidencial, parece ser una ilusión. La exjefa de gobierno de la Ciudad de México le ha lanzado un mensaje claro y ha puesto freno a su intención de dividir al partido. “Somos un solo movimiento, un solo partido”. Contrario a lo que Ebrard dijo en su mensaje del lunes. “El objetivo es que sea reconocida no solo la fuerza del de la voz, o de los compañeros. Si no de la gente que expresó su opinión, de la gente que puso en la boleta ‘quiero que Marcelo sea’”, dijo el canciller.
La candidata ha sido tajante y ha recordado al excanciller que en los estatutos del partido no se permiten corrientes internas que puedan dañar la unidad del partido. En una especie de golpe y apapacho, la presidenciable ha celebrado la permanencia de Ebrard, pero para abonar a la unidad interna y no para que ocurra lo mismo que con el PRD, donde las tribus lo han debilitado hasta llegar a ser un partido disminuido. “No puede ser la segunda fuerza, ni la tercera fuerza, ni la cuarta fuerza, porque en Morena es una sola fuerza. Qué bueno que él decidió quedarse en Morena, pero en los estatutos de Morena quedó muy claro. La afiliación es individual y no puede haber corrientes”, le ha dejado clara su posición al excanciller. Sheinbaum ha rematado recordando a Ebrard que la soberanía no es una buena compañía.
Hasta este miércoles, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia sigue sin publicar la resolución de la impugnación que presentó el canciller para reponer el proceso. No hay detalles de las audiencias, de los funcionarios implicados en las prácticas indebidas, de las sanciones o cuáles fueron los elementos que se tomaron en cuenta para deliberar que hubo malas prácticas en el proceso y la encuesta que definió a Sheinbaum como la posible sucesora de López Obrador. Sin embargo, la candidata ha recurrido al contenido de la carta que la instancia partidista envió al excanciller y se mantiene como el único documento que acredita que la comisión emitió un fallo. Antes de la negociación de última hora entre Sheinbaum y Marcelo se tenía previsto que la instancia partidista resolviera en diciembre o enero próximos.
En esta misiva al excanciller, Morena le ha dejado claro que en este momento todos los esfuerzos del partido están enfocados en ganar las elecciones de 2024 en todos los órdenes de Gobierno. “A partir de ese triunfo debe haber un llamado al fortalecimiento de Morena, nuestro partido no debe caer en los usos del viejo partido de Estado, ni en la lógica de corrientes partidarias que tanto daño le hicieron a la izquierda, ni en prácticas que siempre hemos combatido, como la compra de voluntades, la alianza con grupos criminales, el chantaje, el uso de recursos públicos, la coerción o los acuerdos cupulares”, ha leído la candidata presidencial con quien Marcelo ha hecho el pacto que lo mantiene en las filas morenistas.
La dirigencia del partido que encabeza Mario Delgado, con quien Ebrard ha roto relaciones, lo ha desconocido como parte del diálogo y ha acusado de tener otra línea política, también ha rechazado la intención de su mentor político de convertir a El Camino de México en una corriente al interior de Morena. “Hay que recordar lo que siempre nos decía nuestro presidente, que Morena no le pertenece a nadie, no tiene dueño. En Morena están prohibidas las corrientes. Si entramos en un esquema de cuotas y cuates, sería la destrucción de nuestro movimiento. No podemos cometer el error de que haya corrientes, porque eso fue lo que mató al PRD”, respondió Delgado al excanciller.
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