El AICM redobla su batalla contra las aerolíneas por sus despegues irregulares

Ante el incremento de operaciones por la próxima temporada decembrina, el director del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), Carlos Velázquez Tiscareño, les ha leído la cartilla a las aerolíneas mexicanas: no se permitirá ni un plan de vuelo fuera del horario oficial. El directivo y vicealmirante en retiro se ha reunido la tarde de este martes con los representantes de Volaris, Viva Aerobús y Aeromexico para advertirles, una vez más, que se abstengan de comercializar vuelos que no cuenten con un horario oficial asignado porque no podrán volar. Las autoridades aeronáuticas reportaron 759 horarios comercializados en un horario distinto al que fue asignado. El asunto no es menor para una terminal congestionada, con más de 900 vuelos diarios y más de 40 millones de pasajeros por año.

El director explicó a EL PAÍS que esta reunión se convocó debido a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) identificó horarios comercializados para este noviembre que no cuentan con horario oficial asignado, lo que puede ocasionar demoras y saturación del aeropuerto con un consecuente riesgo en la seguridad operativa. “Nos dimos cuenta de que las aerolíneas estaban intentando hacer vuelos ilegales ahora en noviembre y ya se les leyó la cartilla. Estamos vigilantes y que tomaremos medidas. Viene una temporada fuerte para ellos y yo ya les dije ‘si ustedes sacan un vuelo ilegal no lo vamos a permitir así tenga pasajeros a bordo’, zanjó, el director del AICM.

El directivo insistió en que, desde marzo pasado, cuando la dirección del AICM comenzó a regular el desorden operativo ante la existencia de “horarios comerciales” que vendían las aerolíneas a los pasajeros, frente a los “horarios asignados”, aquellos que determina la terminal a través de un slot oficial. Las compañías aéreas con mayor historia y cumplimiento, como Aeroméxico, no tienen tanto problema con sus horarios porque se les conceden las franjas horarias más atractivas en cuánto a demanda, tomando en cuenta también el cumplimiento de la temporada aérea previa.

Sin embargo, las aerolíneas nuevas como Volaris o Viva Aerobús deben ajustarse a los slots restantes y menos atractivos comercialmente. El problema se origina cuando en un aeropuerto tan congestionado como el AICM —con más de 40 millones de pasajeros anuales— las aerolíneas cuentan con un horario, pero deliberadamente, optan por aterrizar o despegar a otra hora porque les resulta más rentable comercialmente. De acuerdo con los datos de las autoridades aeronáuticas, Volaris es la compañía con más desfase entre los horarios oficiales y los horarios comercializados. Y en esta batalla comercial entre las autoridades y las aerolíneas, en medio ha quedado el pasajero, quien debe corroborar en el sitio web del aeropuerto o con su compañía aérea el horario de despegue de su próximo vuelo.

Velázquez Tiscareño hizo hincapié a los usuarios del aeródromo capitalino en corroborar su horario de salida en el sitio web oficial de la terminal aérea que el vuelo cuente con horario oficial y en caso de no contar con este contactar a la aerolínea y a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). En comparación con un mes regular, durante la temporada decembrina la afluencia de pasajeros en el AICM aumenta hasta un 30%. El pronóstico para el cierre de 2023 es que esta terminal atienda a más de 50 millones de personas, lo que supondrá un incremento del 8% respecto a los viajeros del año previo.

Aunque desde septiembre pasado, esta terminal aérea cerró sus pistas a los vuelos exclusivas de carga, el director del aeródromo reconoció que el alivio de esta medida fue mínimo porque solo repercutió en el atasco vehicular en las zonas aledañas, pero no representó un problema sobre el flujo de pasajeros ni en los vuelos, ya que estos representaban apenas el 3% del total de sus operaciones.

Desde que asumió las riendas del AICM, Velázquez Tiscareño tiene como prioridad reducir el aforo del congestionado aeropuerto. Eliminar los horarios comerciales es un primer paso, pero no es el único. Esta administración también tiene pendiente la reducción de vuelos por hora de 52 a 43 a partir del próximo 7 de enero. Aunque al principio esta polémica medida estaba prevista para octubre pasado, se aplazó para no perjudicar los vuelos ofertados en la temporada de invierno, con esta prerrogativa, no hay excusa para que las aerolíneas insistan en seguir ofertando vuelos fuera del horario oficial.

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