La senadora Indira Kempis se destapa para la presidencia: “Es el momento histórico de las mujeres”
La legisladora afirma que buscará la candidatura de Movimiento Ciudadano, en medio de las disputas internas sobre el futuro del partido, y vaticina una contienda entre tres candidatas en 2024
“Quiero ser la primera candidata mujer a la presidencia de México en la historia de Movimiento Ciudadano”. Así anuncia en exclusiva la senadora Indira Kempis su destape en la carrera rumbo a las elecciones de 2024. La política y activista buscó a EL PAÍS para hacer públicas sus aspiraciones, en medio de una semana turbulenta para la formación naranja tras los roces entre el dirigente nacional, Dante Delgado, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. El sorpresivo anuncio de Kempis, un perfil sin militancia partidista, se da también días antes de que la nominación del opositor Frente Amplio por México se defina entre Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes, y en momentos clave para Claudia Sheinbaum, una de las favoritas para hacerse con la candidatura de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. “Es el momento histórico de las mujeres”, afirma la legisladora de 41 años por Nuevo León, que no descarta una contienda inédita el próximo año. “Seremos tres mujeres”, asegura.
― ¿Cuánto influyó en su decisión el avance de otras mujeres en los procesos del Frente Amplio por México y de Morena?
― Me inspiran todas las mujeres. Pienso que nuestro gran reto no es sólo tener a la primera mujer presidenta. Es que cada mujer sin importar dónde esté tenga un lugar, que sus derechos sean respetados y podamos contribuir a resolver los problemas del país.
El nombre de Kempis no es el primero que se viene a la mente cuando se habla de la baraja de aspirantes presidenciales de Movimiento Ciudadano. Se ha hablado durante meses del alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas; del gobernador de Nuevo León, Samuel García o, incluso, de Delgado y Alfaro. La senadora tiene claro que tendrá que remar a contracorriente frente a perfiles más conocidos y que tendrá que luchar contra una fuerte carga de escepticismo. “Hay una deuda histórica con las mujeres y las minorías, es nuestra cita con la historia”, señala. “El género va a ser el diferenciador de la próxima elección”, pronostica.
― ¿Qué le respondería a quienes aseguran que usted no tiene ninguna posibilidad?
― Lo van a decir porque nací con el no por delante. Me han dicho que no muchas veces en la vida. Me dijeron que no podía estudiar y, junto con mi comunidad, logré estudiar. Me dijeron que no podía levantar la voz frente al poder porque me iban a matar y alcé la voz para exigir justicia. Me dijeron que no podía entrar a la política. Yo sé que no soy una candidata como las de la cajita feliz de McDonald’s.
Kempis explica que un “candidato de cajita feliz” es la imagen que se ha quedado grabada de cómo debe verse y actuar un político en México: alguien de abolengo, con un amplio recorrido político, con un perfil acartonado ante los votantes. “Esa clase política se ha convertido en una aristocracia”, agrega. Ante las dudas, la senadora, proveniente de una familia humilde de Anenecuilco [Morelos] y radicada en Monterrey desde que era chica, dice que su mantra ante cada negativa ha sido pensar en “el arte del cómo sí”. “A México también le han dicho que no todo el tiempo, que no se puede tener menos pobres, que no se puede cambiar la política, entonces vamos a encontrar en colectivo cómo sí podemos hacerlo”, declara.
Tras el asesinato de dos compañeros de la universidad, Kempis inició en el activismo y tuvo un primer intento en la política al contender como candidata independiente a diputada local, pero se quedó lejos de llegar al Congreso. En 2018 obtuvo la curul en el Senado, su primer puesto de elección popular, donde se ha especializado en temas de movilidad, energías renovables y el acceso a las criptomonedas. “Es difícil ganar sin un partido, pero aprendí que la política se hace en equipo y que los partidos son un vehículo, pero también hay que ser consistentes y Movimiento Ciudadano representó un vestido a la medida”, comenta.
Movimiento Ciudadano, la única fuerza que no se alineado con el oficialismo ni con la oposición, aún no ha decidido la ruta que va a tomar para 2024. Delgado defiende que el partido debe ir solo en las próximas elecciones. Alfaro considera que hay que unir fuerzas con los otros partidos de la oposición. Esa disyuntiva ha tomado tintes de fractura y rebelión interna. Kempis evidentemente apoya que el partido vaya solo, de lo contrario no tendría posibilidad de llegar a la boleta, pero dice que respeta la decisión de Alfaro y que no hay que ser intransigentes ante las voces disidentes. “Es como lo que pasa en una pareja: a veces los conflictos y las conversaciones difíciles son necesarios”, apunta.
Movimiento Ciudadano nunca ha elegido a su propio candidato o candidata a la presidencia en una elección federal. Tampoco tiene precedentes de cómo hacerlo. Morena se decantó por una encuesta, como ha hecho antes. El Frente Amplio por México tiene un método híbrido: encuestas y votaciones primarias. La formación naranja parte más rezagada ante la falta de consensos. “No se ha llegado a una resolución, pero espero que mis compañeros y compañeras estén a la altura”, dice. Delgado anunció el viernes que el 29 de septiembre publicará la convocatoria para aspirantes.
― ¿A quien le ha contado dentro del partido sobre sus aspiraciones?
― A la gente que lo necesita escuchar y lo van a escuchar a través de estas letras.
Kempis asegura que ella puede ser la tercera vía en una contienda entre mujeres. En ese escenario, cree que puede aportar algo distinto por su edad, es casi 20 años menor que Sheinbaum y Gálvez, y porque no es un perfil partidista como Paredes, aunque no se refiere a ninguna por nombre. “No estoy buscando sentarme en una silla, la silla presidencial debe dejar de ser una silla para convertirse en un comedor de más de 120 millones de personas”, comenta.
― ¿Cómo va a atender los problemas que aquejan a las minorías y a las mujeres: los feminicidios, las desapariciones, la violencia machista y sexual, las brechas salariales, los derechos sexuales y reproductivos?
― Donde está el presupuesto, está el compromiso. Entonces hagamos cuentas. ¿Dónde están los presupuestos para resolver esos problemas? Enfoquémonos ahí. Segundo, tenemos que abrir la puerta a la inclusión. Nos enseñaron que el mundo estaba partido en dos para todo. Y hay que reconocernos distintos. Nos cuesta mucho, pero en este comedor tenemos que estar todas las personas. Y eso también significa atender esas necesidades. No por otorgarle atención a un grupo vamos a descuidar a los demás.
Todos los partidos en México han buscado sacar rédito político del feminismo, pero pocas veces sus intentos son convincentes. Cuestionada al respecto, Kempis contesta que “hay muchos feminismos”, que “no todas las mujeres son feministas” y que su intento “va más allá de una postura sobre feminismo”. “Esto es para hacernos visibles, para atender y resolver nuestros problemas, para hacer los acuerdos de hacia dónde queremos caminar para el futuro de las niñas que nos están viendo y por supuesto, porque una sociedad menos violenta con las mujeres va a ser una sociedad mucho más en paz, incluso para los hombres”, comenta.
“Todas las aspiraciones son legítimas, la competencia es abierta y yo esperaría que todos los que construimos este proyecto político podamos participar”, asegura sobre la contienda partidista. “Voy a hacer todo lo que esté dentro de la ley para competir”, dice Kempis sobre su estrategia para las próximas semanas. Antes, el partido tendrá que decidir cuál será su camino. “Cada quien está viendo por su pedazo de Movimiento Ciudadano y su pedazo de país, y es muy válido, pero en algún momento se van a tomar decisiones y definiciones”.
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