Michele Kang, la primera magnate del fútbol femenino
La empresaria surcoreana, al frente del Olympique de Lyon, el mejor club europeo, y socia mayoritaria del estadounidense Washington Spirit, cuenta en esta entrevista cómo planea abrirse camino en una industria dominada por hombres
Como muchas mujeres de su generación, Michele Kang (Corea del Sur, 64 años) creció sin pensar que ser futbolista podía ser una opción para una mujer. A pesar de haber jugado de niña en su país, no volvió a entrar en contacto con el fútbol. Hasta que conoció a la selección femenina de Estados Unidos, última campeona del mundo, en su visita a la Casa Blanca en 2019.
“Creo que sería más preciso decir que el fútbol me encontró a mí, no tanto que yo encontré al fútbol”, dice Michele Kang por videoconferencia. “No puedo decir que realmente tuviera alguna opinión al respecto del fútbol antes de incursionar en la industria. Jugué de pequeña, por supuesto, en Asia es muy popular. Respeto el juego, pero antes de que me invitaran a la recepción en el Capitolio después del Mundial 2019 ni siquiera sabía que había una liga profesional femenina en Estados Unidos. Sabía que el fútbol era popular en las escuelas, pero no sabía que había una liga profesional”, agrega.
Michele, quien luego de una de serie de aventurados y desafiantes movimientos se erigiera como socia mayoritaria del Washington Spirit de la liga nacional de fútbol profesional femenino de los Estados Unidos (NWSL, por sus siglas en inglés), atiende la conversación desde Lyon. Acaba de comprar el 52% del equipo más exitoso en la historia del fútbol femenino, el Olympique de Lyon, y, con ello, se convirtió en socia mayoritaria y directora ejecutiva de la primera organización multiclub dirigida por mujeres y enfocada en el fútbol femenino.
La operación podría parecer ajena para una empresaria surcoreana que ha hecho su fortuna en el sector de tecnologías para la salud; pero si viajamos al pasado, podremos comprender que no es la primera vez que desafía el statu quo. Lo hizo en 2008 cuando fundó la compañía Cognosante, con la idea de revolucionar el sistema de salud en Estados Unidos. 15 años después, intenta hacerlo en el fútbol impulsada por su nueva pasión: generar un cambio, mejorar las condiciones en las jugadoras y aprovechar las oportunidades tanto deportivas como comerciales del fútbol femenino.
“Me volví muy apasionada [al fútbol femenino]. Creo en la igualdad de las mujeres y en la equidad en el campo de juego. Lo veo como una gran oportunidad de negocio y por eso estoy dentro”, comenta Kang, quien desde su llegada al Washington Spirit a finales de 2020 se mantiene cerca de las jugadoras y la afición. Las futbolistas la apoyaron públicamente cuando quiso quedarse con la mayoría accionarial del NWSL, luego de las acusaciones de abuso contra Richie Burke, ex entrenador del Spirit, que se presentaron bajo la dirección de Steve Baldwin.
“La persona en quien confiamos es Michele. Ella continuamente pone las necesidades e intereses de las jugadoras primero. Ella escucha. Ella cree que esto puede ser un negocio rentable y tú (Steve Baldwin) siempre has dicho que tenías la intención de entregarle el equipo a mujeres dueñas. Ese momento es ahora”, se leía en la carta publicada en octubre de 2021 y firmada por las jugadoras.
En febrero de 2022 Baldwin y el accionista minoritario Bill Lynch aceptaron vender su parte del club a Kang, en lo que fue catalogado por el Sports Business Journal como la operación del año. Nada mal para una empresaria sin antecedentes en la industria del fútbol, que ha sabido identificar áreas de oportunidad y mejora, no solo para el Washington Spirit o la nueva organización multiclub, sino para el deporte en general.
Kang busca ahora abrirse camino en una industria cerrada a nuevos integrantes y los cambios. Ninguno de los dirigentes históricos se animó a lo que Kang está haciendo: revolucionar el fútbol femenino desde la cumbre. “En todos los negocios, cuando llevas tiempo dentro, es muy difícil ver ciertas cosas porque te acostumbras. Pero para una persona ajena no es tan difícil identificar los asuntos por arreglar”, dice Kang, “no hace falta ser un genio para descubrir cómo componer el entorno de entrenamiento o descubrir cómo entrenar a las mujeres como mujeres”.
Estos nuevos métodos cayeron bien en Estados Unidos. Además del Washington Spirit de Michele Kang, clubes como Angel City, San Diego Wave o Kansas City Current cambiaron su forma de ver el fútbol femenino. En Europa el punto de inflexión ya se produjo. Muestra de ello fueron los 91.500 espectadores que en el Camp Nou vieron el partido entre Barcelona y Wolfsburgo por la Champions League 2022.
Kang dice que para no perder el impulso es vital que las personas involucradas en el fútbol femenino mantengan la calidad, reúnan a las mejores atletas, inviertan en ciencia y tecnología para las futbolistas y se centren en la experiencia de la afición. “Nosotras, como propietarias y jugadoras, debemos asegurarnos de entregar el mejor producto y compilar una propuesta de valor que demuestre que vale la pena para la gente pasar su fin de semana con nosotras”, apunta.
El fútbol femenino, en cualquier caso, enfrenta grandes retos, como la diferencia de estilos de juego entre continentes. “No creo que vaya a ser algo como ‘esta es la forma de jugar al fútbol en Europa contra la de nosotras’. Al final todas podemos aprender unas de otras y eso hará que el juego sea más divertido y emocionante. Queda mucho por trabajar en la comunidad global, Europa y Asia tienen las ligas más maduras en este momento, creo que deberíamos unirnos para obtener más beneficios y tener diálogos sobre cómo podemos crear más emoción”, explica Kang.
Comprar al Olympique de Lyon y establecer la primera organización multiclub es un punto de partida para generar esos cambios. No hay una marca más poderosa en el fútbol femenino que el equipo francés, el más ganador en su liga local y en la historia de la Champions League. Por allí han pasado jugadoras como Ada Hegerberg, ganadora del Balón de Oro en 2018 o Eugénie Le Sommer, máxima goleadora de todos los tiempos de Francia y estrellas de Estados Unidos, además de la activista y próximamente exjugadora Megan Rapinoe.
Es como si Michele Kang hubiera elegido al Real Madrid, el máximo ganador dentro de las principales ligas de Europa, para que sea punta de lanza de su proyecto. “Al final del día”, dice, “se trata de todas las jóvenes que crecen en el mundo y piensan dedicarse al fútbol profesional. Por supuesto, no todas tendrán el sueño de ser futbolistas, pero al menos ahora, si quieren, podrán perseguir ese sueño”.
En el futuro cercano, la primera magnate del fútbol femenino piensa en América Latina y España: “Con suerte en el próximo mes habrá un anuncio, el del próximo equipo. Claramente Latinoamérica, América del Sur, España, Italia, Alemania, los países nórdicos, todos ellos son muy poderosos para el fútbol femenino y los estamos observando”.
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