Ridículo de la selección mexicana: México cae con estrépito frente a Estados Unidos y agrava su crisis
El equipo dirigido por Diego Cocca es vapuleado por el conjunto estadounidense (3-0) y es eliminado de las semifinales de la Nations League
México ha pasado de competirle a las potencias a sufrir bochornos ante Estados Unidos. La selección mexicana va en plena picada desde 2020. Ya no puede ni ganarle a su vecino del norte que le ha rebasado por la izquierda desde hace media década. Tampoco puede encontrar la ruta del gol. El equipo estadounidense pasó por encima de los mexicanos en las semifinales (3-0) de la Nations League, uno de los pocos torneos competitivos que tendrá el Tri rumbo al Mundial de 2026. El partido terminó nueve contra nueve futbolistas tras una lluvia de tarjetas rojas que mostraron la impotencia de los dirigidos por Diego Cocca.
En estas semifinales, el clásico era una prueba para que el entrenador, Cocca, pudiera silenciar todas las críticas alrededor de su proyecto. En la alineación del partido más importante que le ha tocado dirigir dispuso una alineación con Henry Martín como su centro delantero, al cual le pidió ser un poste para distribuir el juego. Poco pudo aportar. En el banquillo se quedó Santiago Giménez, goleador del Feyenoord. En la defensa, Cocca mandó al frente a dos novatos centrales como Israel Reyes y Víctor Guzmán, quienes quedaron desahuciados de Edson Álvarez, quien los abandonó en el momento del gol de EE UU. Un errático pase de Álvarez le cayó a un salvaje Christian Pulisic para hacer el 1-0. En los primeros 45 minutos, México no tiró a portería.
Apenas los jugadores del Tri se acomodaban en la cancha en el arranque del segundo tiempo y les cayó el segundo gol. Otra vez Pulisic, otra vez errores defensivos, ahora de César Montes y Jorge Sánchez. Solo ante la adversidad, Cocca mandó al campo a Giménez para buscar un respiro. Pero no hubo nada. Montes, en un acto de desesperación pura, le metió una brutal patada a Balogun, lo cual desató una gresca y dos expulsados: Montes y McKennie. Ya la recta final del juego liquidó las aspiraciones mexicanas cuando Reyes perdió la brújula y la marca sobre Pepi, quien hizo el 3-0 en la cancha de los Raiders de Las Vegas de la NFL. En los últimos minutos, el mexicano Gerardo Arteaga le metió un par de golpes a Sergiño Dest lo que desató otra ronda de manotazos. El juego terminó con la molestia de los aficionados mexicanos que en forma de molestia empezaron a gritar “puto”, el cántico homófobo y peyorativo perseguido por la FIFA desde 2014. “Las cosas no salieron nada bien, es una derrota que nos duele, no es fácil de digerir. Sé lo que siente la afición mexicana”, contó un desencajado Ochoa tras el partido.
Hay ingredientes que llevan a la selección a un torbellino. La afición, desde la gestión de Tata Martino, le ha dado la espalda en los momentos más bajos; la caída en Qatar; el grito de puto que les sigue costando dinero y reputación; el presidente de la federación que renunció tras el nombramiento de Cocca y, recientemente, hubo una reestructura federativa para nombrar a Juan Carlos Rodríguez como nuevo comisionado presidente, un exempleado de Televisa. Lo que menos ha habido es estabilidad y en ese camino espinoso deben jugar los futbolistas rumbo al Mundial de 2026.
México, desde el verano de 2019, no le gana a Estados Unidos. Ya perdió contra EE UU la final de la pasada Nations League, también la última Copa Oro y el partido de eliminatoria mundialista. Ahora suma estas semifinales en las que quedaron exhibidos los mexicanos comandados por un Cocca que no supo parar los golpes que recibió su equipo. El argentino registra ya dos triunfos, tres empates y su primer derrota, la más dolorosa para el Tri en años. EE UU se enfrentará en la final de la Nations League a Canadá, México se quedará a llorar en Las Vegas.
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