López Obrador invita a los consejeros del INE a una reunión para “iniciar una etapa nueva”

Andrés Manuel López Obrador quiere dejar atrás las diferencias e “iniciar una etapa nueva” con el Instituto Nacional Electoral (INE). El presidente hizo pública una invitación a los integrantes del árbitro electoral para sostener una reunión en Palacio Nacional con la mira puesta en las elecciones de 2024. El mandatario aseguró que es posible que el encuentro se celebre el próximo martes, en plena resaca del Consejo de Morena para definir las reglas de la sucesión presidencial y la contienda interna por la candidatura del partido en el poder. De concretarse, sería el primer acercamiento formal entre López Obrador y el organismo que conduce Guadalupe Taddei, que llegó al cargo a principios de abril en sustitución de Lorenzo Córdova.

“Los voy a invitar para intercambiar puntos de vista con el propósito de que el INE actúe con imparcialidad, que se garantice la democracia, que las elecciones sean limpias y sean libres, que no haya fraude electoral”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa de este jueves. El presidente calcula que la llegada de Taddei, cuestionada por la oposición porque algunos de sus familiares militan en Morena y tienen cargos en esta Administración, puede ayudar a reconstruir la relación entre su Gobierno y la autoridad electoral.

López Obrador ha tenido varios choques con el INE a lo largo de cuatro décadas de trayectoria política. El presidente culpó al Instituto de su derrota en las elecciones en 2006, su primer intento por llegar a la presidencia, y permitir un “fraude”. En su conferencia de prensa también acusó al órgano de no castigar el uso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto. Y sus diferencias con Córdova, a quien puso varias veces en la diana de sus conferencias mañaneras, eran ampliamente conocidas. Este año, además, el mandatario impulsó una reforma electoral, conocida como el Plan B, que fue criticada por la oposición por recortar la estructura operativa y debilitar al Instituto e impugnada ante la Suprema Corte. El bloque gobernante defendió su propuesta al asegurar que buscaba acabar con una “democracia dorada”.

La invitación, pese al discurso conciliador, no deja de ser atípica. El último precedente fue en 2016 durante la Admnistración de Peña Nieto, en un acto conmemorativo por el aniversario del código electoral. Más allá de la turbulenta relación de esta Administración con los órganos autónomos, incluso con otros poderes, la solicitud de una reunión a prácticamente un año de que los mexicanos regresen a las urnas levanta dudas y reticencias. El periódico La Jornada aseguró que varios consejeros no están del todo convencidos de que el encuentro sea una buena idea y les preocupa el mensaje político que se pueda mandar. Taddei, según esa fuente, quiere primero tener el consenso de los 11 integrantes del Consejo antes de aceptar la invitación.

La invitación también llega menos de una semana después de las elecciones en Coahuila y el Estado de México el pasado domingo. Los comicios no estuvieron exentos de denuncias de trampas y delitos electorales, pero fueron reseñados por miembros de todo el espectro político como un ejercicio relativamente terso y con certidumbre sobre los resultados preliminares y las tendencias que anticipó el INE en el conteo rápido. Taddei, mucho más discreta que sus predecesores, destacó durante la jornada que los incidentes fueron “mínimos” y la participación fue “bastante alta”. Está por verse si el órgano a su cargo acepta el llamado del presidente o si opta por la distancia y una relación “institucional”.

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