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Xochimilco frena la construcción de un cuartel de la Guardia Nacional en un área natural protegida

Los habitantes del municipio denuncian que las labores de construcción no se han detenido pese a la resolución de la justicia que había ordenado la suspensión definitiva

Daniel Alonso Viña
Vista aérea de uno de los viveros de Xochimilco y parte de los humedales, en octubre de 2021.
Vista aérea de uno de los viveros de Xochimilco y parte de los humedales, en octubre de 2021.Graciela López Herrera (Cuartoscuro)

Pese a la resolución de la Justicia de suspender definitivamente las obras de construcción de un cuartel de la Guardia Nacional en Xochimilco, las obras siguen en marcha. Este lunes, la Justicia había ordenado la suspensión de la construcción que se estaba llevando a cabo en el vivero Nezahualcóyotl, ubicado en dicha alcaldía, al sur de la Ciudad de México, reconocida como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO. Sin embargo, Sócrates, un vecino de la localidad, de la que es originario y donde ha vivido desde pequeño, se queja de que las labores no se detienen. “Aún siguen metiendo tierra y las máquinas todavía están ahí”, cuenta.

El 9 de diciembre de 2022, la Ciudad de México publicó un decreto en el que cedía el terreno de 33.000 hectáreas al Estado para la construcción de un cuartel de la Guardia Nacional que contribuyese a promover la seguridad en el territorio. No se tuvo en cuenta el carácter de patrimonio cultural del espacio, lleno de vegetación, y tampoco se consultó con los habitantes de Xochimilco, que necesitan de los acuíferos subterráneos que son alimentados por las plantas en la superficie. Ivette Galván, abogada del Centro Prodh y coordinadora de este caso, asegura que el decreto no aporta razones para la cesión. “Se desincorpora el terreno sin razón alguna y los pobladores no reciben ninguna información sobre el proceso. Es alarmante”, dice.

Los vecinos de la zona empezaron a ver entrar máquinas de construcción, se cercó el espacio, se derribaron muchos árboles y empezaron a traer tierra para nivelar y concreto para empezar a edificar. Sócrates asegura que nadie les consultó, que al principio nadie les dijo para qué serviría esa construcción. Entonces se reunieron en asamblea para ver qué podían hacer para evitar la llegada de la Guardia Nacional a sus proximidades y en un predio protegido. El 30 de diciembre de 2022, vecinas y vecinos presentaron un amparo ante la justicia con la ayuda del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Centro Prodh).

El documento plantea que las autoridades capitalinas omitieron realizar una consulta “previa, libre, informada”, que se vulneraron su derecho a la tierra y apelaron a su derecho colectivo a un territorio libre de militarización, ya que la Guardia Nacional es un cuerpo policial dependiente del Ejército desde septiembre del año pasado. Ellos quieren que las tareas de seguridad estén a cargo de elementos de carácter civil. “No queremos a la Guardia Nacional, tenemos miedo de las violencias a los derechos humanos que han cometido en otros territorios”, dice Sócrates en una llamada telefónica.

El 27 de enero de 2023, la jueza encargada de su caso admitió la demanda de amparo y ordenó como medida cautelar la suspensión provisional el decreto que en el que la Ciudad de México cedía el terreno al Estado, y, por tanto, las tareas de construcción en el predio. Dos semanas después, este lunes, la jueza ordenó la suspensión definitiva del decreto y de la construcción de un cuartel de la Guardia Nacional. Además, la funcionaria pública considera que “la suspensión no implica” que se ponga en riesgo la seguridad pública, “ya que la GN de todas maneras cuenta con condiciones para llevar a cabo esta función”, informan desde el Centro Prodh.

Sócrates se acercó el martes mismo a la construcción, para comprobar que la Guardia Nacional estaba siguiendo la resolución de la jueza, y se encontró con gente trabajando. “Ahí estaban construyendo. Los arbolitos que había los han tumbado todos. Ahora solo es tierra y concreto”, cuenta. Por el momento, las autoridades no se han comunicado con ellos. “No, las autoridades todavía no han dado la cara”, dice. “Pero no podemos dejarles, están atentando contra nuestra madre tierra, nuestro territorio, nuestros acuíferos”, se queja Sócrates, que nació en Xochimilco y ha podido ver el proceso de transformación que ha sufrido en los últimos años, y contra el que está decidido a luchar.

No es la primera que veían este proceso, por eso reaccionaron tan rápido cuando empezaron a ver llegar las máquinas. En San Luis Tlaxialtemalco, uno de los 14 pueblos que conforman la delegación de Xochimilco, el proceso fue similar, pero esta vez el cuartel se construyó y en estos momentos están allí apostados los elementos de la Guardia Nacional. “Veíamos que hacían construcción en un predio, pero no sabíamos qué iban a hacer, tampoco nos dijeron nada”, cuenta Sócrates. Empezaron a cercar la zona, cortando el paso a los habitantes, y construyeron los cuarteles sin consultar a la población local. Por eso, cuando vieron repetirse la misma escena en los viveros, decidieron reunirse en asamblea los distintos pueblos de la delegación y presentar el amparo.

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