Duelo en el teatro: fallece a los 94 años Luisa Josefina Hernández, una de las grandes dramaturgas de México
A pesar de contar con una vasta producción que reúne más de 60 piezas teatrales y 17 novelas, su obra es prácticamente desconocida entre el público mexicano. Hernández será despedida en el Palacio de Bellas Artes
El Palacio de Bellas Artes, corazón de la cultura de México, dará la despedida a la dramaturga y escritora Luisa Josefina Hernández, fallecida el miércoles en su casa de Cuernavaca a los 94 años. Es un solemne adiós para una de las grandes exponentes de la dramaturgia mexicana, pero cuya obra es prácticamente desconocida entre el público mexicano. Hernández ha enriquecido el teatro de este país con más de 60 piezas teatrales. Su producción literaria incluye, además, 17 novelas, 10 traducciones, varios prólogos y ensayos sobre la historia del arte, pero a pesar de esa vasta obra, Hernández fallece con mucha de su producción literaria en el olvido. En parte porque ella, según lo confesó en varias entrevistas, no se esforzó por promover más su trabajo, en parte por una desidia de editores y autoridades culturales por no dar a conocerla. “Fue una mujer de una inteligencia excepcional, de una curiosidad muy vital. Es necesario dar a conocer su obra”, dice la dramaturga y guionista Verónica Bujeiro.
Hernández (Ciudad de México, 1928) recibió varios importantes reconocimientos a lo largo de su carrera, entre ellos el Premio Xavier Villaurrutia, en 1982; el Nacional de Teatro Juan Ruiz de Alarcón, en 2000; el Nacional de Ciencias y Artes en el área de Literatura y Lingüística, en 2002, además de la Medalla de Oro Bellas Artes, en 2006. La dramaturga es formadora de varias generaciones de autores mexicanos, que hoy lamentan su fallecimiento. “Su obra es excepcional, la maestría con la que escribía, su capacidad de crear un personaje en un par de líneas”, dice Verónica Bujeiro. A pesar de esa maestría, agrega, sus novelas están descatalogadas, muchas de las ediciones se han perdido o se pueden hallar, con suerte, en librerías de libros viejos. “En una de sus entrevistas dice que no dedicó tiempo a hacerse necesaria promoción, no se preocupó por eso. Decía que no tenía tiempo y eso respondía mucho a su carácter. Afirmaba que no tenía el ego para perseguir la fama y su carrera sufrió, porque su obra es muy interesante”, agrega Bujeiro.
Una de sus novelas, El lugar donde crece la hierba, fue rescatada de ese olvido en 2019 por el departamento de Publicaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dentro de la colección Vindictas, que reúne novelas de cinco autoras hispanoamericanas. Buena parte del mérito de la publicación de la novela de Hernández se lo lleva la escritora Ave Barrera, quien quedó deslumbrada tras la lectura de El lugar donde crece la hierba, aunque no le fue fácil hallar una copia de la obra. La encontró en una edición de 1956 de un fondo reservado de una biblioteca y se dio cuenta que ese ejemplar nunca había sido leído. “El pegamento del lomo había cristalizado, el bloque de hojas color sepia estaba compacto y rígido, la ficha de préstamo estaba en blanco”, narró a este periódico. “Al inicio, quizá nos obligábamos a leer a mujeres, pero ahora vamos de un feliz hallazgo en otro. Nos hemos dado cuenta de que solo habíamos comido la mitad del pastel. La literatura mexicana estaba incompleta. Y nos falta tanto por leer... Reivindicamos a estas mujeres, que deberían estar en todas las bibliotecas”, dijo Barrera.
Las autoridades de Cultura de México han lamentado el fallecimiento de Luisa Josefina Hernández. Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, la ha catalogado de “entrañable pionera de la dramaturgia mexicana, formadora de muchas generaciones de directores y actores”, mientras que Lucina Jiménez López, directora general del Instituto de Bellas Artes, ha dicho que Hernández es “la más grande dramaturga mexicana, novelista, traductora y generosa maestra de varias generaciones de profesionales de la escritura dramática. Su legado es enorme y valioso”. Las autoridades anunciaron este miércoles que se realizará el homenaje en honor de Hernández en el Palacio de Bellas Artes, el lugar donde los mexicanos dan el adiós a sus grandes exponentes del arte.
Con todo, quienes admiran a Hernández y su obra, esperan que con su muerte se rescaten sus obras. “Por desgracia, hasta que una autora falleces es que se le da reconocimiento”, dice Verónica Bujeiro, quien afirma que no ha sucedido lo mismo con autores de la época de Hernández, como Jorge Ibargüengoitia, cuyas obras siguen reeditándose. “Es una desgracia, es una cuestión cultural. De ella se sabe poco. He hablado con dramaturgas e investigadoras que no han leído su obra. Y es que es muy difícil hallarlas”, lamenta la dramaturga. El de Luisa Josefina Hernández, dice “es un nombre que sigue estando al margen y no debería, porque es una mujer que cuando la descubres te preguntas por qué no reparamos en ella. Es importante que se recupere su obra, es necesario leerla. No hay que olvidarla”, pide Bujeiro.
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