Alejandra Frausto: “Es fácil decir que al presidente no le interesa la cultura, pero lo que le importa es que sea más incluyente”
La secretaria de Cultura de México se defiende ante las críticas por los recortes al sector. “Nos propusimos que la Cultura no fuera un adorno, sino un eje de transformación”, asegura
La secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto, se prepara con parsimonia un mate. Tiene en su escritorio un paquete con la hierba, que la trae de Argentina. Dice que se volvió adicta a esta bebida en el país sudamericano, durante sus estudios. Frausto (Ciudad de México, 50 años) vierte con cuidado cuatro cucharadas de yerba mate en una hermosa taza y le echa el agua caliente que mantiene en un termo. Admite que el mate le ayuda a estar atenta y más cuando tiene una jornada tan extensa de reuniones como la de este jueves. Concede la entrevista en un despacho de Los Pinos, antigua residencia oficial de los presidentes de México, convertida ahora en un amplio espacio cultural. Desde aquí lleva las riendas de la Cultura cuando está en la capital, porque la sede de esta Secretaría fue trasladada a Tlaxcala por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador, en un intento de descentralizar la gestión del Gobierno. Frausto ha sido el centro de duras polémicas y fuertes críticas de importantes personalidades de la Cultura mexicana por los recortes que ha habido en el sector. Ella se defiende y asegura que se trata de una “transformación” profunda, que incluye una mejor redistribución de los recursos. “El centro de nuestra política cultural es la gente y no solamente un grupo”, afirma. “Nos propusimos que la Cultura no fuera un adorno, sino un eje de transformación”, asegura Fraustro. Vestida con una hermosa blusa bordada a mano, obra de artesanas mexicanas, y un reboso deslumbrante, que termina en una fuente de plumas, Frausto defiende el lugar que, según ella, se le da ahora bajo su administración a los artesanos mexicanos. “Sí, es un cambio, porque antes estaba prácticamente todo concentrado en pequeños grupos o en o en un territorio específico”, comenta la secretaria.
Pregunta. Usted asumió esta cartera bajo la política de austeridad impuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. El recorte fue de 1.000 millones de pesos para el sector. Eso generó muchas críticas, alertas en la Cultura. ¿Era necesario este recorte?
Respuesta. El programa de austeridad es importantísimo, porque estamos en un Gobierno que tiene ese mandato en los gastos de los servidores públicos. Por ejemplo, si nosotros tenemos que decidir quién viaja a un festival, que viajen los artistas. Antes iban diez funcionarios y dos artistas. Ahora quienes tienen la prioridad para eso son las personas de la comunidad cultural. ¿A dónde se va el dinero? A las convocatorias. ¿A dónde se va el recurso? A los proyectos culturales. O sea, el centro de nuestra política es la gente, y no solamente un grupo, sino lograr distribuir esos recursos también en todo el país. Analicen el presupuesto de Cultura, no es algo que yo diga porque soy la titular de Cultura, analicen cómo ha ido incrementando cada año ese presupuesto.
P. Hubo fuertes recortes a fideicomisos, a becas, está el caso del FONCA. Eso ha generado, por ejemplo en el cine, mucho descontento de directores, actores, productores.
R. El haber acabado con un fideicomiso no quiere decir que se acabara el apoyo al cine. De hecho, todas estas personas están dentro del nuevo mecanismo que ya existe dentro de la Secretaría. Ahora tenemos un presupuesto anual que de hecho crece para el próximo año un 70%. Lo que cambiaron son los mecanismos y cualquier cambio genera críticas. Pero no hemos quitado el presupuesto. Se preservó, se integró como un programa desde el IMCINE. Hay nuevas convocatorias, se están haciendo películas.
P. ¿Qué peso tiene la Cultura en el Gobierno del presidente López Obrador?
R. Eso es importantísimo. Fíjate que una de las cosas que nos propusimos es que la Cultura no fuera un adorno ni un accesorio, sino que se convirtiera en un eje de transformación. Estamos trabajando de la mano de los proyectos prioritarios del presidente, atendiendo temas que tienen que ver con la inseguridad, con la desigualdad; atendiendo a aquellas comunidades que fueron marginadas durante años. Queremos que haya un impacto no solamente en las grandes industrias culturales, la editorial, la cinematográfica, la del mundo del espectáculo, sino también en todas aquellas economías culturales que provienen de la diversidad, como la textil, la cultura alimentaria, todas estas manifestaciones culturales. Sí, es un cambio, porque antes estaba prácticamente todo concentrado en pequeños grupos o en un territorio específico.
P. ¿Cuál es su diagnóstico de la situación de la Cultura en México?
R. México es una enorme potencia cultural por muchas razones y toda esta riqueza cultural había que ponerla en un lugar central en la política de transformación, una transformación social tan profunda como la que está viviendo México, que viene de un movimiento social de abajo hacia arriba. Entonces había que atender a las instituciones culturales también en un momento de cambios profundos, de reconocer todo aquello que tiene enorme valía; determinar qué había que preservar y y qué huecos profundos había en la política cultural.
P. ¿Cuáles son esos huecos?
R. Tienen que ver con los grandes problemas sociales que encontramos. Un país fracturado, con una desigualdad tremenda y donde la violencia se había desatado. Nos acostumbramos a contar muertos por una guerra que se desató en México desde el Gobierno. Y quienes más sufren en esos casos son la juventud y la niñez. Entonces había que apostar de manera muy fuerte por dar alternativas desde la Cultura, generar procesos comunitarios de paz, por lo que construimos un programa que se llama Cultura Comunitaria. Es una política cultural que atiende a la juventud y a la niñez de las zonas con mayor índice de violencia en México, con índices fuertes de marginación y violencia de género.
P. ¿En qué se traduce esa política de apoyo a la juventud?
R. Se ha logrado un movimiento cultural muy grande. Tenemos ahorita 327 semilleros creativos. Un semillero es como una compañía artística de alguna disciplina, puede ser un coro, una orquesta, una compañía de teatro, de circo, de fotografía, de cine, de radio, de creación literaria, de poesía. Ellos se dedican a esta disciplina artística todas las tardes, de lunes a viernes, de 3 a 4 horas. Y a partir de ese trabajo con ellos, se están convirtiendo en agentes de cambio de su propia comunidad. Son más de 12.000 niños y jóvenes que están en estos semilleros, viviendo todos los días a través del arte una realidad diferente a la que tenían de manera cotidiana.
P. ¿Cuál es la situación de ese otro gran sector de la Cultura: la industria del cine, editorial, de música?
R. En México tenemos los elementos, recursos e instituciones que apoyan este desarrollo artístico desde varios nichos. Había que reconocer lo que servía, lo que valía la pena de todos estos programas. Ahora se han convertido en el Sistema de apoyos a la creación y proyectos culturales, que tiene más recursos y es un programa también descentralizado, porque talento hay en todas partes y nada más había que lograr que los recursos llegaran a más lugares. El apoyo al cine es contundente y no solamente es parte de nuestro mandato, de nuestra obligación, sino que es fundamental. Creemos profundamente en la herramienta que es el cine para retratar un un país como el nuestro. Estamos haciendo estímulos también para la distribución y la exhibición del cine mexicano, porque se filmaba, pero las películas no se exhibían, no llegaba ni siquiera a la pantalla. Entonces ahora ahí se completa el círculo.
P. ¿Pero qué hacen en ese caso, porque en las salas de cine de México predomina Hollywood?
R. Pues una de las cosas que estamos haciendo tiene que ver con hacer crecer los circuitos de proyección cinematográfica. Uno de los apoyos e impulsos que da el cine es justamente para eso. Quienes proyectan en sus salas un 40% de cine mexicano tienen la oportunidad de acceder a un apoyo por exhibición, que nos da la certeza de que el cine se vea. Estamos construyendo una nueva Cineteca en el Proyecto Chapultepec y estamos fortaleciendo cinetecas estatales. Nos importan mucho los circuitos independientes y también trabajamos con todas las embajadas de México y los consulados. Estamos mandándoles todas las películas que están apoyadas por el IMCINE, para que alcancen una proyección mayor. Es muy importante lograr que el cine se vea. Antes teníamos este como gran enemigo, eran los dos exhibidores, el duopolio, pero ahora se han multiplicado las formas de proyectar las películas.
P. ¿Cómo mira usted esta posición crítica de muchas de las personalidades de la cultura mexicana? Muchos de ellos, como Diego Luna, han criticado la política cultural de este Gobierno. Consideran que no hay una gestión suficientemente oportuna de la Cultura en México.
R. Pues yo creo que tienen un espacio de libertad absoluto para para dar su opinión siempre, independientemente de la actividad que realicen, que son muy respetables dentro de cada una. Los servidores públicos estamos aquí haciendo una gestión que tiene que ver con ciertos cambios, que está garantizando el recurso para las becas, los apoyos al cine, los estímulos al teatro, a las grandes producciones. Crecimos en los estímulos fiscales para que hubiera producciones teatrales más grandes, exposiciones. Lo que está pasando es que quizá no se habla demasiado de ello. Es fácil decir que al presidente no le interesa la cultura, pero creo que es de las cosas que más le importan, pero que se haga de una manera mucho más incluyente, mucho más descentralizada. Desde un punto de vista del reconocimiento de los derechos culturales como derechos humanos de aquellos que nunca han tenido acceso a la Cultura. Pues sí, son cambios, claro que lo son, pero es para incluir a más gente en un derecho.
P. Ha mencionado el proyecto de ampliación del Bosque de Chapultepec, que es una gran inversión en el ámbito cultural. Ha habido muchas críticas a este proyecto, por el alto costo y también temores de que la intervención que hacen allí genere problemas ambientales.
R. Ya se ha demostrado que no habrá un impacto ecológico. Por el contrario, estamos reforestando muchas hectáreas. Se está haciendo también un trabajo de limpieza del agua y de todo aquello que refiere a un bosque que no había sido atendido como un todo. Ahora son 800 hectáreas más de bosque que inician en Los Pinos y se unirán a la segunda sección a través de una calzada que este año vamos a poder cruzar por primera vez. En la segunda sección se está por abrir también el Centro de Cultura Ambiental, que es una manera de sensibilizar a través de el arte sobre este binomio inseparable de naturaleza y cultura. En la tercera sección está el Parque Cultura Urbana, que es un espacio que ya está abierto para jóvenes. Hemos puesto atención a los museos, que no habían recibido atención en décadas. ¡En el de Arte Moderno había hasta goteras! Toda esa infraestructura cultural a la que no se había atendido, se ha mejorado, se ha dignificado.
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