La Fiscalía detiene a dos hombres por el asesinato del alcalde de Xoxocotla

La Fiscalía de Morelos ha anunciado la detención de dos hombres por el asesinato del alcalde de Xoxocotla, Benjamín López Palacios, en enero. Uno de los dos es Martín Flores, suplente del predecesor de López Palacios en la alcaldía. El año pasado, Flores y López Palacios mantuvieron una larga pugna por el poder municipal, que acabó con la victoria del segundo. López Palacios apenas contó 10 días en el poder. El 11 de enero, sicarios lo mataron en su casa.

Se trata de las primeras detenciones relacionadas directamente con el caso. Hace unos días, la fiscalía informaba también de la detención de Abel Rivera, “uno de los presuntos causantes de la violencia en el municipio de Xoxocotla”. Detenido por un asunto viejo de drogas, vecinos del municipio entrevistados estos meses señalaban a Rivera como uno de los posibles autores de este y otros asesinatos en el pueblo.

El fiscal general de Morelos, Uriel Carmona, ha comparecido ante la prensa para dar detalles de las nuevas detenciones. Carmona ha explicado que Flores y el otro detenido, que ha identificado como “Nicolás N”, se reunieron el 6 de enero cerca de una iglesia en Xoxocotla para acordar el ataque contra el alcalde. Carmona ha explicado que hubo un pago de por medio y que de los detenidos, uno es el autor intelectual del ataque. Carmona no ha mencionado la detención previa de Rivera, ni ha informado sobre su estado de salud. Rivera ingresó en el hospital hace semana y media, herido de bala tras un enfrentamiento a balazos en Xoxocotla.

“Hay más personas relacionadas con los hechos, no es posible decir cuántas ahora”, ha dicho Carmona. “Seguramente vamos a tener más órdenes de aprehensión. Se irá desvelando conforme avance la indagatoria. Y muy probablemente, esas órdenes derivarán de información que se obtenga de los procesos presentados ante el juez”, ha añadido. Carmona no ha especificado si “Nicolás N” participó directamente en el ataque contra al alcalde López Palacios.

Como ha explicado EL PAÍS en varios reportajes sobre el conflicto en Xoxocotla, tres hombres participaron directamente en el asesinato del presidente municipal. El 11 de enero, pasadas las 15.00, el trío irrumpió en la casa familiar, sometiendo a dos ayudantes del alcalde y dos trabajadores de una empresa financiera, que habían llegado a ofrecer sus servicios al nuevo ayuntamiento. Uno de ellos subió a la planta de arriba, donde descansaba López Palacios, disparando varias veces en su contra. El alcalde murió ahí mismo y los hombres se dieron a la fuga. Carmona ha dicho que los asesinos se movieron en dos vehículos.

Pocos se han sorprendido en el pueblo de la detención de Flores. Desde enero, integrantes del equipo de López Palacios y simpatizantes han acusado a Flores y su grupo de ordenar el asesinato del alcalde. Y no solo el suyo, también el del secretario municipal, Manuel Alejandro Jiménez, cercano a López Palacios, ejecutado a balazos en marzo, junto a su negocio. Para ellos, ambos asesinatos responden a un interés del grupo contrario de adueñarse de la burocracia municipal, el presupuesto y los canales financieros con el Gobierno federal.

Según han explicado integrantes del equipo de López Palacios a este diario, las sospechas sobre Flores empezaron el año pasado, cuando propuso una asociación con un grupo de empresarios a los que adjudicaría obras públicas. Según ellos, Flores aseguró que estos misteriosos empresarios ofrecían incluso la construcción de 2.000 casas a fondo perdido, para los vecinos, como gesto de buena voluntad. López Palacios y su equipo se extrañaron. ¿Quién ofrece dos millares de casas como gesto de buena voluntad? Pensaron que, en realidad, aquellos empresarios poblanos eran criminales y aquella jugada de las 2.000 casas, una estrategia para lavar dinero.

Preguntado al respecto, Flores negó que fueran delincuentes. “Son empresarios que bajan recursos federales. Les dije, ‘nos falta todo: un libramiento a Coatetelco, otro a Atlacholoaya, otro a Santa Rosa. Son caminos de terracería. Quería reactivar la economía y la agricultura”, añade. “Entonces ellos dijeron, ‘oiga, vamos a hacer 2.000 casas. O sea, fue un decir, no era nada definitivo. Su negocio era que llegando a la presidencia, nosotros les íbamos a encargar las obras a ellos. Pero no se pudo, así que se retiraron”, dijo.

A pregunta expresa, Flores negó cualquier participación en los ataques. “No sé ellos qué habrían hecho, ni me interesa. Tengo mi teoría. Pero no tengo por qué decirla, no me gusta hablar mal de nadie. Con exactitud no se, y sería irresponsable que yo dijera nada”, dijo. “Yo soy de esa impresión, abrazos, como el presidente López Obrador. No agresión”, añadió.

Enredos municipales

La situación en Xoxocotla es de máxima tensión. El conflicto político crece, pese a la mediación de diferentes dependencias estatales y federales y las decisiones de la justicia electoral. El 4 de junio, un tribunal electoral federal destituyó de facto al alcalde, Abraham Salazar, que había ocupado el cargo desde marzo, cuando un tribunal inferior le alzó al poder.

Salazar era el suplente de Benjamín López Palacios, pero en el conflicto de este último con Martín Flores, el nuevo suplente había renunciado a su equipo. Para Salazar, Flores era el presidente legítimo. A finales del año pasado, la justicia electoral dio la razón a López Palacios y Salazar se mantuvo leal a Flores, aunque oficialmente continuó de López Palacios. Ante su asesinato en enero, Salazar consideró que la presidencia municipal le tocaba.

El equipo del alcalde asesinado acusó entonces a Salazar y Flores de criminales. Para ellos, los dos estaban detrás de los asesinatos, primero del alcalde y luego del secretario Jiménez, encargado de organizar la asamblea del 20 de marzo, que iba a decidir de una vez por todas, qué grupo llegaba al poder, sin el de Flores y Salazar o el de los leales a López Palacios. El asesinato del secretario complicó aún más las cosas, igual que la decisión del tribunal electoral de Morelos de alzar al poder a Salazar.

Con la decisión del tribunal superior, este 4 de junio, parecía que las aguas volverían a su cauce, pero Salazar obvió la sentencia y organizó otra asamblea, el sábado pasado, para ratificar su mandato. El equipo de López Palacios denunció que la convocatoria era irregular, porque Salazar ya no era autoridad en el pueblo. Según el equipo del alcalde destituido, su victoria fue rotunda, con 6.447 votos. Vídeos tomados desde un dron por vecinos muestran muchas menos personas durante la votación en la asamblea.

La semana pasada, el tribunal electoral federal emitió además un comunicado para exigir a Salazar que cumpla la sentencia y entregue el poder al representante del equipo de López Palacios, Raúl Leal, que debería auparse como alcalde estos días. La situación es rocambolesca, porque en varias direcciones del ayuntamiento conviven dos estructuras, caso de la seguridad pública. Este lunes, autoridades del Estado de Morelos y del Gobierno Federal detuvieron a tres supuestos integrantes de la policía del equipo de Raúl Leal, por usurpación de funciones. Los presuntos agentes estaban vestidos de uniforme, con esposas, armas y demás parafernalia policial.

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