López Obrador redobla su apuesta energética en busca del control estatal del litio
El Gobierno mexicano rechaza la presión de empresas internacionales sobre los diputados de la oposición ante la inminente votación de la reforma eléctrica: “No nos van a doblar con su cochino dinero”
Andrés Manuel López Obrador ya tiene preparada la venda antes de que se abra la herida. El futuro de la reforma constitucional presentada por Morena, el partido en el poder, para dar un vuelco a la política energética mexicana continúa rodeada de incertidumbre a solo cuatro días de su votación en el Congreso. La oposición ha endurecido su postura y venderá muy caro en la cita del domingo su apoyo a una iniciativa oficialista que busca desmantelar en parte la liberalización del sector. Ante el posible bloqueo en el parlamento, López Obrador ha puesto en marcha caminos alternativos para lograr su objetivo.
Para el fortalecimiento de la empresa estatal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Morena cuenta ya con el reciente aval de los tribunales a la ley eléctrica. Y la misma ruta, la modificación de leyes ordinarias que no necesitan del la mayoría calificada en la cámara, pretende seguir para que “el litio quede como propiedad de la nación” incluida también la reforma constitucional que pende de un hilo. “Vamos a esperar al domingo”, ha anunciado el presidente durante su rueda de prensa diaria de este miércoles, “y si hay traición de los legisladores acabo de firmar la reforma a la ley minera, que no requiere las 2/3 partes, es mayoría simple, para que el litio quede como propiedad de la Nación”.
El Gobierno de Morena pretende blindar el litio y convertirlo en un recurso estratégico como el petróleo. López Obrador ha repetido en varias ocasiones que no va a dar más concesiones a las empresas privadas para la explotación del llamado “oro blanco”. Será el estado el que tomé las riendas de la producción. “El litio, que lo ambiciona, porque me consta, tanto corporaciones como Gobiernos extranjeros, va a ser de México”, añadió el mandatario durante su rueda de prensa.
En su ofensiva, López Obrador acusó a los diputados de la oposición de ceder ante las presiones de las empresas internacionales con intereses en el sector. Los cambios en la política energética mexicana han despertado la preocupación, por ejemplo, del gobierno de EE UU, que considera que las nuevas normas son violatorias del tratado de libre comercio (T-MEC). “Quiero que los diputados se rebelen, que no les hagan caso. Que les digan: ‘Sepan señores, cabilderos, extranjeros que nosotros tenemos como encomienda defender al pueblo y a la Nación y que no nos van a doblar, ni con su cochino dinero’,
El litio es utilizado en el sector de la electromovilidad, las baterías de equipos electrónicos, los sistemas de almacenamiento de energía, los medicamentos antidepresivos e incluso en la industria nuclear. De acuerdo con el Gobierno de Chile, líder regional en la producción de litio, la demanda en el mundo crecerá 80% para 2030. Y México cuenta con grandes cantidades de este mineral.
Hace tres años la empresa anglocanadiense Bacanora Minerals encontró el yacimiento de litio más grande del mundo en el pueblo de Bacadéhuachi, Sonora, al norte del país. La concesión equivalente a 100.000 campos de fútbol contiene reservas probables de 243 millones de toneladas de minerales en rocas y arcillas. El hallazgo no tardó en acaparar los titulares de la prensa y las acciones de Bacanora, que había conseguido una concesión por 50 años se dispararon. Hace unos meses la empresa fue comprada por su socio mayoritario, el gigante chino Gangfeng, uno de los mayores fabricantes de baterías eléctricas del mundo.
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