Juan Pablo Medina revela los detalles de la amputación de su pierna tras sufrir un infarto silencioso
Después de meses de discreción absoluta, el actor mexicano rompe el silencio sobre el proceso de recuperación con una prótesis que afronta desde julio de 2021
Juan Pablo Medina estaba en medio de un rodaje cuando sintió un dolor de estómago. Después de algo tan sencillo siguieron meses de convalecencia en el hospital, varias operaciones y la amputación de su pierna derecha. Todavía sigue en recuperación. El actor mexicano había sufrido un infarto silencioso, un golpe peligroso y muy difícil de detectar. Era el 15 de julio de 2021 y supo que la vida que había conocido hasta ese momento se había acabado. Después de meses de discreción absoluta, el intérprete ha roto su silencio con la revista GQ México.
Medina (Virginia, EE UU, 1977) estaba en un gran momento en su carrera. Después de dos décadas de trabajo, su rostro se había convertido en un acierto seguro en las pantallas de México. El actor acababa de interpretar a Julián, en La casa de las flores, una producción internacional de Netflix, dirigida por Manolo Caro, quien lo convirtió en uno de sus intérpretes fetiche. El 15 de julio estaba grabando la serie Horario estelar, donde iba a ser protagonista. Después de lo ocurrido, ha dejado en el aire cualquier proyecto cinematográfico. Lo más importante, dice, es recuperar su estado de salud, físico y mental.
Las enfermedades cardiovasculares son las primera causa de muerte en México y el infarto silencioso es una dolencia que amenaza a uno de cada cinco mexicanos. Uno de sus principales riesgo es la formación de coágulos en los vasos sanguíneos. Fue el caso de Medina: se le formaron coágulos en el intestino y en las piernas. De ahí el dolor abdominal que le obligó a parar el rodaje. El actor cuenta a la revista la negación de los primeros momentos. Pese a estar rodeado de cables, inconsciente en muchos momentos, las manos hinchadas “como bolas”, no poder mover los brazos y haberse sometido a varias intervenciones quirúrgicas, pensaba: “¿Por qué estoy jodiendo a la producción?”.
Una conversación con su pareja, la también actriz Paulina Dávila, y el apoyo incondicional de su familia le hicieron darse cuenta de la suerte que tenía de estar vivo. “Me encontraba en una situación grave. Me ofrecían salvarme la vida, pero la solución era la amputación”, dice a GQ México.
Desde el instante en que tomó esa decisión recibió apoyo psicológico, una ayuda que nunca había recibido y que ahora asegura no piensa dejar. También empezó la búsqueda de la que se iba a convertir en su compañera inseparable: una prótesis para su pierna derecha de una empresa alemana. “Yo pensé que en chinga caminaría con la prótesis, pero no es así. Estoy reaprendiendo. A veces el muñón duele, pero ahí vamos”, confiesa, pero añade que ya ha podido ir a jugar a tenis.
Medina llegó a pensar que toda su carrera había acabado tras la amputación. Habituado a papeles de hombre seguro y atractivo, ¿cómo iba a ser ahora un exitoso abogado? Sin embargo, ahora asegura que no se quiere adelantar, atravesar todos sus procesos, enfocarse en su salud mental, dominar la prótesis y continuar con la recuperación física: “Para después llegar a poder interpretar los personajes que me lleguen en el futuro. Las cosas tienen que ir paso a paso”.
De momento, una nominación a los premios Ariel por su trabajo en la película El club de los idealistas ha sido una inyección de ánimo. “No sé si lo que me pasó me transforme en un mejor actor. Las vivencia ayudan en la construcción de las emociones, así que probablemente sí; pero no estoy preocupado por eso”, concluye en su entrevista, “también tengo la ilusión de poder ayudar a los demás con mi ejemplo”.
Juan Pablo Medina es nuestra portada de abril y en exclusiva nos platica todo sobre el suceso que le cambió la vida hace un par de meses. Abrimos hilo 🧵👇 pic.twitter.com/ZnEWMaDobR
— GQ México y Latam (@GQMexico) March 24, 2022
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