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El sindicato petrolero elige a un cercano de Romero Deschamps como nuevo secretario general

Ricardo Aldana obtiene el 70% de los votos entre denuncias de irregularidades por parte de los candidatos críticos

Jon Martín Cullell
Ricardo Aldana es el nuevo secretario general del STPRM de Pemex
Ricardo Aldana (centro), el lunes por la noche tras darse a conocer los resultados.CUARTOSCURO

El cambio no ha llegado al sindicato petrolero. Ricardo Aldana ha sido elegido nuevo secretario general por una abrumadora mayoría de 70% de los votos, informó la organización gremial alrededor de la medianoche del lunes. La elección de Aldana, cercano colaborador del antiguo líder Carlos Romero Deschamps, supone un jarro de agua fría para las promesas de mayor democracia sindical del Gobierno. Algunos candidatos han denunciado irregularidades y la Secretaría del Trabajo ha reportado 191 quejas antes y durante la jornada electoral.

Aldana, quien ocupará el cargo hasta 2024, consiguió 44.983 votos de los 63.700 emitidos. “¡Aldana, amigo, la gente está contigo!”, corearon sus seguidores frente a la sede del sindicato en Ciudad de México tras conocerse los resultados. Lejos quedaron sus 24 contrincantes. La que más se le acercó fue Cecilia Sánchez, senadora de Morena, quien obtuvo 4.116. 72.000 afiliados de los 89.000 con derecho a voto se registraron para participar en la elección interna del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

La victoria de Aldana es una señala de la continua influencia del círculo que acompañó a Romero Deschamps durante sus 26 años al frente del sindicato. Pese a la salida del ex secretario general en 2019 por presiones del Ejecutivo y de la Fiscalía, Aldana se mantuvo como tesorero a la espera de su momento.

Como el resto de candidatos, el nuevo secretario general expuso la semana pasada su programa en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sus cuatro “líneas de acción” fueron: defender el contrato colectivo de trabajo, elevar la calidad de vida de los petroleros, incrementar la productividad laboral y “un nuevo modelo de operación de la oficina de la Secretaría General”. Sobre este último punto, Aldana prometió que se va “a transparentar absolutamente todo”.

Aldana (Orizaba, 1954) lleva toda su vida laboral compaginando sindicato y política, bajo la sombra de Romero Deschamps. Es tesorero del STPRM desde 1978 y fue uno de los representantes sindicales ante el Consejo de Administración de Pemex, cuando el sindicato aún tenía asientos. En política, ha sido miembro activo del PRI desde 1979, senador y diputado, según un perfil de la Cámara de Diputados. En 2000 fue señalado por su participación en el escándalo Pemexgate, un caso de desvío millonario del sindicato a la campaña presidencial priista de aquel año. En suma, el nuevo secretario general es un clásico ejemplo del maridaje político-sindical que ha dominado el gremio en las últimas décadas.

El resultado de las elecciones arroja un balance mixto para el Gobierno, que buscaba abrir un nuevo capítulo más democrático en el sindicalismo mexicano. Los comicios prometían ser los más competidos de la historia del sindicato, tras una reforma laboral que introdujo el “voto personal, libre y secreto” de los afiliados, un derecho que no estaba garantizado hasta entonces. En las últimas elecciones, en 2017, Romero Deschamps fue reelegido por “unanimidad” por los representantes de las 36 secciones en que se divide el STPRM, sin la participación directa de todos los afiliados.

La Secretaría del Trabajo había puesto en marcha esta vez un sistema de votación electrónico para evitar que hubiera intentos de cohibir a los afiliados. El sindicato afirmó en un comunicado previo a los resultados que se podía votar de forma electrónica mediante el celular o computadoras instaladas por el STPRM en 434 de los 452 centros de trabajo de Pemex. Solo en 18 buquetanques se tuvo que votar de forma presencial. La Secretaría del Trabajo ha afirmado este martes que el sistema funcionó “eficientemente”.

En efecto, las nuevas condiciones han permitido la participación de un nutrido grupo de candidatos que no comulgaba con la dirigencia actual, algo inédito en la historia del sindicato. Todos tuvieron sus cinco minutos de micrófono durante la mañanera del presidente para presentar su programa. Sin embargo, el elegido es finalmente un representante de la vieja guardia.

Además, varios candidatos críticos han denunciado irregularidades, como obligar a los trabajadores a asistir a mitines de campaña de Aldana en Ciudad de México. “Tenemos pruebas de amenazas a los compañeros para obligarlos a hacer proselitismo en las instalaciones del STPRM, la mayoría de ellos transitorios les prometen planta para que voten por Aldana”, escribió el lunes la aspirante Cecilia Sánchez.

Alejandro Lugo, asesor de la candidata Victoria Arredondo, afirma que a algunos trabajadores sus jefes les pidieron en la madrugada del lunes que fueran a las oficinas sindicales a votar electrónicamente. “Con la aplicación pero en las oficinas. Tenían que demostrar que habían votado por Aldana”, cuenta Lugo. El Centro Federal de Conciliación de la Secretaría del Trabajo tendrá que resolver las denuncias antes de validar los resultados. “Las impugnaciones que se van a presentar se tienen que desahogar en el órganos correspondientes (...) sin protección para nadie”, ha afirmado esta mañana López Obrador.

La relación del nuevo secretario general con la Administración es todavía una incógnita. El líder del STPRM ha gozado tradicionalmente de relaciones estrechas con el Ejecutivo, sobre todo si era del PRI. Sin embargo, el actual mandatario ha insistido en la autonomía del sindicato y antes de las elecciones había evitado apoyar a candidatos específicos. Pese a su discurso anticorrupción, el presidente nunca ha llegado a criticar a Aldana por su cercanía a Romero Deschamps y esta mañana ha afirmado no conocerlo. “Nosotros no tenemos candidatos. Antes de aquí se decidía quién sí y quién no. Ahora no, son los trabajadores. Aquí estuvo el señor pero si me lo encuentro ahora me tendría que decir quién es porque no lo identifico”, ha dicho este martes

El sindicato petrolero es uno de los más poderosos de México. Aunque menos numeroso que el de los maestros, el STPRM tiene un peso fundamental en Pemex. La paraestatal es una pieza clave de la agenda energética de López Obrador, quien ha prometido fortalecerla. La construcción de la refinería de Dos Bocas, que operará Pemex, busca que México sea autosuficiente en la producción de gasolinas.

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Jon Martín Cullell
Es redactor de la delegación de EL PAÍS en México desde 2018. Escribe principalmente sobre economía, energía y medio ambiente. Es licenciado en Ciencias Políticas por Sciences-Po París y máster de Periodismo en la Escuela UAM- El PAÍS.

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