La última campanada de ‘Big Ben’
Uno de los históricos ‘quarterback’ de la NFL cierra su trayectoria a los 39 años forzado por las lesiones en el equipo de toda su vida, los Pittsburgh Steelers
El alma de los Steelers parece un leñador bonachón con cara de niño. Benjamin Roethlisberger dedicó 18 años de su vida para jugar en uno de los legendarios equipos de fútbol americano, Pittsburgh. El Big Ben, como le llaman por sus 108 kilos y 1,96 metros de estatura, tenía el desafío de jugar en la mejor franquicia de los setenta que logró cuatro trofeos del Super Bowl. Con Roethlisberger y su prolífico brazo, los Steleers ganaron dos más y los encumbró como los más ganadores. Ahora afronta el ocaso de su carrera.
Antes de la euforia por los New England Patriots, estaban los Steelers. Ambos equipos son los más ganadores en la historia de la NFL con seis trofeos del Super Bowl cada uno. Los de Pittsburgh encontraron un gran combo de jugadores como el receptor Lynn Swann, el linebacker Jack Ham y, claro, Terry Bradshaw, el mariscal de campo. El equipo coleccionó los triunfos (1975, 1976, 1979 y 1980). El ritmo triunfador tuvo que esperar hasta la irrupción de Ben Roethlisberger (Lima, Ohio, 39 años) y más joven que Tom Brady, el siete veces campeón de 44 años y que esquiva el retiro.
El joven talento de la Universidad de Miami en Ohio fue clave para la división de fútbol americano. Luego probó suerte en la selección de jugadores, el draft, en 2004. En ese año había otro prodigio como quarterback, Eli Manning, quien terminaría ganando dos Super Bowls con New York Giants y se retiró en 2016. A Big Ben le seleccionaron hasta la ronda once y le pagaron 22 millones de dólares por seis temporadas.
La inversión no solo fue temeraria, también muy acertada. Roethlisberger logró lo que ningún otro novato ha hecho en la NFL: ganar todos sus partidos. En total fueron 13 los juegos en los que no falló. Los Steelers llegaron a la final de conferencia, pero cayeron frente a los Patriots. En su segundo año vino la venganza cuando Pittsburgh conquistó el Super Bowl frente a Seattle Seahawks (21-10) en 2006. Tres años más tarde le llegaría la oportunidad de ganar otro anillo de campeón frente a los Arizona Cardinals. Ese partido fue una prueba mayor para su paciencia y tesón: su equipo perdía por tres puntos (20-23) y restaba solo un minuto en el marcador. Dos pases precisos a Santonio Holmes volcaron el resultado (27-23). En 2011 volvió al gran partido final de la NFL, pero esa vez Green Bay amargó a Steelers (31-25).
Roethlisberger se convirtió en un ídolo para la franquicia, estuvo alejado de conflictos fuera del campo y de polémicas que han acompañado a otros jugadores en la NFL. La chispa de su talento, sin embargo, se apagó. El estadounidense coleccionó decenas de lesiones en el hombro derecho, en el pulgar, en las rodillas como roturas de cartílago, fracturas en los pies, rotura de tendones en el codo e incluso en el cráneo, según un informe de ESPN.
El pasado lunes 3 de enero, Ben Roethlisberger hizo oficial su último partido en Pittsburgh, con su gente. Los Steelers le dieron una paliza a Cleveland Browns (26-14). Su despedida estuvo acompañada de sus hijos, pero alejado de estar en su mejor estado físico. “Es gracioso, probablemente no como la [despedida] quería, aparte de la victoria, y eso es todo lo que realmente importa. Esa ha sido la historia de mi carrera, no siempre ha sido bonita, pero encontramos la manera”, dijo tras el juego.
Los Steelers tienen una última oportunidad para clasificarse a los playoffs de la NFL este domingo. Deben ganar contra Baltimore Ravens y esperar que los Indianapolis Colts pierdan ante Jacksonville Jaguars. Roethlisberger pretende dar una última alegría a su legado.
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