México registra más de 10.000 casos diarios de covid y abre 2022 a las puertas de una nueva ola de contagios
El país supera los cuatro millones de positivos estimados desde el inicio de la pandemia, a semanas de que ómicron se convierta en la variante dominante
El fin de año ha encontrado a México a las puertas de una nueva ola de contagios. Las autoridades sanitarias han informado este viernes de 10.037 casos y 143 defunciones. El país supera los 4,1 millones de casos estimados acumulados, a semanas de que ómicron se convierta en la variante predominante y en un escenario en el que ya se avistan repuntes importantes en plenas fiestas decembrinas. La semana ha ido en ascenso: el lunes hubo 943 positivos, el martes se confirmaron 4.426 casos, el miércoles se contabilizaron 5.290 personas enfermas y el jueves, 8.024 infecciones, la mayor cantidad desde septiembre. En las últimas 24 horas se rompió otra marca: la mayor cantidad de casos de los últimos tres meses.
Los especialistas esperan que ómicron, mucho más contagiosa que sus predecesoras, se convierta en la variante predominante en México en enero y anticipan que será un invierno complejo. Las autoridades confían en que la vacunación y medidas como el uso de cubrebocas mitiguen el impacto de la nueva variante en hospitalizaciones y muertes. En la disyuntiva entre el manejo de la crisis sanitaria y la economía, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador repite la estrategia de la que echó mano durante las fases anteriores de la pandemia. La prioridad es extender lo más posible la noción de “normalidad” con negocios abiertos, sin recomendaciones para reducir la movilidad y de espaldas a lo que sucede en otras partes del mundo. Los ajustes están descartados. Las recomendaciones para tomar mayores precauciones, también.
En medio del aumento de contagios de los últimos días, la península de Baja California, Ciudad de México y Quintana Roo tienen las tasas más altas de casos activos de covid. Baja California Sur, donde decenas de miles de turistas estadounidenses pasan la temporada decembrina, es por mucho la entidad más afectada y ya tiene 456 contagios por cada 100.000 habitantes, más de 13 veces el promedio nacional. Le sigue Ciudad de México con una tasa de casi 133 casos y Quintana Roo, donde se encuentran Cancún y la Riviera Maya, con 114 casos por cada 100.000 habitantes.
El mapa de los Estados más afectados por el repunte es también la hoja de ruta de la expansión de ómicron en los próximos días: zonas fronterizas, turísticas y de alta densidad poblacional. Está previsto que en una fase inicial los puntos rojos de la nueva variante estén en la capital y el Estado de México, la península de Baja California y la península de Yucatán, así como el norte del país. El aumento de casos en estas zonas ya había precedido la aparición de la tercera ola de contagios que se registró en verano, impulsada por la variante delta. Con ómicron, el patrón se perfila a repetirse.
“Definitivamente estamos considerando este ascenso como el inicio de una cuarta ola, que puede ser tan intensa o moderada como podamos responder a ella”, dijo el pasado martes Alma Rosa Marroquin, secretaria de Salud del Estado norteño de Nuevo León, a pesar de que su incidencia es menor que otras regiones como Ciudad de México. Sin embargo, aún no hay consenso entre las autoridades. “Estamos en este cierre de año y recibimiento de 2022 con un ligero incremento de casos, pero en hospitalizaciones estamos estables y estamos preparados”, sostuvo dos días más tarde Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la capital. “No se puede hablar todavía de una nueva ola, ni mucho menos”, aseguró.
El país latinoamericano también ha recibido este viernes el último embarque de vacunas del año: 204.750 dosis de Pfizer. Entre compras a los laboratorios, donaciones del extranjero y fármacos envasados en territorio nacional, en total se acumulan 198,5 millones de dosis de siete farmacéuticas diferentes, aunque solo se han aplicado alrededor de 149 millones a la población.
Las autoridades no han aclarado la brecha de casi 50 millones entre dosis aplicadas y recibidas —literalmente guardadas— ni si comprarán más vacunas. Tampoco se ha dicho cuál será la estrategia de vacunación en los primeros meses de 2022 para personas menores de 60 años: si se priorizará la distribución de dosis de refuerzo o se cubrirán los rezagos de quienes aún no están completamente vacunados. Solo alrededor del 56% de la población mexicana tiene un esquema completo contra la covid, mucho más atrás que otros países en el continente como Cuba, Colombia, Argentina y Brasil. Tampoco se han considerado públicamente las primeras evidencias sobre la efectividad que tienen los diferentes tipos de vacuna ante ómicron, lo que llevó a países como Chile y Uruguay a vacunar hasta con cuatro dosis a su población.
Los contrastes sobre cómo encaran las autoridades mexicanas la nueva versión del virus son evidentes en comparación con otros países. Todos los miembros de la Unión Europea, salvo Rumanía, han entrado en fase de riesgo alto y máximo. Y España, Francia, Grecia, Italia y Portugal han batido récords de contagios diarios esta semana, con conteos oficiales por encima de los 100.000 casos en varias jornadas consecutivas. El Gobierno mexicano, en cambio, ha pintado de verde 28 de los 32 Estados en el semáforo epidemiológico, el nivel de alerta más bajo. Además, funcionarios estatales y federales afirman que la pandemia sigue a la baja: con informes oficiales que insisten en promover una sensación de seguridad subrayando la caída en hospitalizaciones, contando como personas vacunadas a quienes solo recibieron una dosis y reportando discretamente el avance diario del virus.
Las diferencias también se hacen patentes respecto del resto del continente. Varias ciudades de Brasil han suspendido las celebraciones públicas de Año Nuevo y Canadá ha prohibido las fiestas privadas, en México siguen adelante los festejos, aunque en la capital se ha cancelado un concierto masivo. Chile y Cuba ya han anunciado restricciones más estrictas a los viajeros que ingresen al país, las autoridades mexicanas se niegan a establecer cualquier tipo de cerco sanitario. Más de una veintena de países de Norte, Centro y Sudamérica ya reportan sus datos de cobertura en la administración de dosis de refuerzo ante ómicron, México empezó hace más de dos semanas, pero aún no da a conocer ninguna estadística del avance que tiene. El Salvador comenzó a vacunar a niños menores de 15 años en septiembre, los encargados mexicanos descartan por completo la vacunación infantil.
Varios epidemiólogos mexicanos han insistido en que se necesitan cambios urgentes en cuanto a gestión y vacunación, pero cada crítica a la estrategia sanitaria se lee como una afrenta política. “Cuánto cuestionamiento a Hugo [López-Gatell]”, dijo López Obrador, esta semana en defensa del subsecretario encargado del manejo de la pandemia, “aun así ha aguantado”. En el país en el que “nadie se quedó sin una cama, sin un ventilador y sin un médico”, en palabras del mandatario, ha habido desde el inicio de la pandemia al menos 448.633 muertes en exceso asociadas con covid, muchas más de las 299.000 que se retoman en los conteos internacionales. Faltan todavía los datos a partir de mediados de noviembre pasado.
“Con frecuencia se sobreestima la participación de la variante ómicron”, dijo López Gatell el martes, cuando se habían contado 42 casos de ómicron entre unos 128 millones de habitantes, “en México iremos comentando ocasionalmente cómo van avanzando los contagios”. Dos días después ya había 254 secuencias registradas en el país en la plataforma GISAID, a pesar de la baja cantidad de pruebas disponibles, las lagunas de la vigilancia epidemiológica y los cuellos de botella en la difusión de información. En un horizonte incierto, las respuestas sobre el impacto de ómicron llegarán al país en los próximos días.
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