Fallece en Oaxaca un paciente sospechoso de haber contraído hongo negro
El hombre, de 55 años, estaba hospitalizado por covid-19. Las autoridades sanitarias aún no están en condiciones de vincular la muerte a la infección micótica
El pasado jueves la Secretaría de Salud de Oaxaca informó de dos pacientes de covid-19 contagiados también, según los primeros estudios, de hongo negro. Este domingo los servicios de salud de ese Estado han confirmado el fallecimiento de uno de ellos, un hombre de 55 años, aunque todavía no están en condiciones de vincular el deceso a la enfermedad de mucormicosis rinocerebral. La primera persona sospechosa de haber contraído el hongo negro en México murió a principios de mes tras pasar una semana hospitalizado.
Gregorio Avendaño Jiménez era más joven, tenía 34 años, pero no logró sobrevivir pese a varias intervenciones quirúrgicas. Tampoco en ese caso las autoridades sanitarias confirmaron el diagnóstico de mucormicosis. La enfermedad afecta al sistema inmunológico vulnerable, como en ocasiones ocurre en los pacientes de coronavirus, y al igual que otros padecimientos no debe ser notificada obligatoriamente a la Secretaría de Salud.
Los síntomas de la infección micótica son dolores de cabeza, pequeñas manchas oscuras en el rostro o parálisis facial. La especialista de la UNAM, Edith Sánchez Paredes, explicó que aunque es una micosis de baja incidencia, es una de las infecciones de estas características más letales: el índice de mortalidad se sitúa en un 90% y devasta al organismo afectando piel, músculos, huesos y el resto de órganos. “Es una micosis que se considera de rápida evolución, una vez que el paciente empieza con los primeros signos y síntomas puede ser que en una semana pueda tener afección en todos los síntomas y que lo lleve a la muerte”, mantuvo la experta.
EL PAÍS habló con un sobreviviente de la enfermedad, Jaime Díaz de León. Su testimonio es aterrador. Originario de la ciudad de Delicias, en el Estado de Chihuahua, este hombre comenzó a manifestar los primeros síntomas del coronavirus en octubre del año pasado. “No podía respirar, la voz se me estaba quedando, caminaba 100 metros y me cansaba totalmente”, relató. Fue hospitalizado y los sanitarios le suministraron oxígeno de forma continúa durante dos semanas.
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