Enrique Alfaro se enfrenta al Gobierno federal con la apertura del estadio de las Chivas para el clásico
El gobernador de Jalisco anuncia el permiso para 6.300 espectadores mientras el Ejecutivo de López Obrador advierte de que el recinto no debería abrirse. La Liga MX autoriza la entrada de aficionados
El enfrentamiento entre el gobernador de Jalisco y el Ejecutivo federal se ha trasladado a la cancha de fútbol. Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, anunció el lunes por la noche la apertura del recinto de las Chivas para unos 5.800 aficionados que podrán presenciar en el estadio el partido contra el América. El clásico, que corresponde a los cuartos de final de la Liga MX, se jugará este miércoles en el estadio Akron del municipio de Zapopan, en Guadalajara.
“Solo en semáforo amarillo se deben abrir estadios y se estipuló desde el inicio: porque en color naranja se revela que hay riesgos importantes de reactivación [de los contagios]”, dijo este martes por la noche Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud. “[Desde el Gobierno federal] no conocemos esta propuesta piloto para abrir el estadio Akron, pero asumimos que la propuesta está amparada en una reflexión técnica, documentada y asumen la responsabilidad”, agregó. En un comunicado, La Liga MX ha autorizado este martes la presencia de aficionados. La decisión ha levantado polémica en México.
Este miércoles comienza la liguilla, la fase final del campeonato, del torneo Apertura 2020 de la Liga mexicana, con dos encuentros, entre León y Puebla, a las siete de la tarde, y entre las Chivas y el América, pasadas las nueve de la noche. Este clásico, el más importante de México, se ha convertido en la última pugna entre el Ejecutivo de López Obrador y los gobernadores opositores, después de que el mandatario de Jalisco anunciara que iba a permitir un 13% de público en el estadio Akron en contra de las indicaciones de la secretaría de Salud.
En una rueda de prensa conjunta con Amaury Vergara, el presidente de las Chivas del Guadalajara, Alfaro ha anunciado el inicio de un “programa piloto” de apertura de estadios al aire libre en la entidad. El encuentro de este miércoles será la primera prueba. “Nuestra ciudad necesita buenas noticias, necesita sonreír otra vez, volver a confiar en que vienen tiempos mejores. Tenemos que ir recuperando la esperanza”, ha argumentado el gobernador su decisión, aunque ha matizado: “Aprender a convivir con el riesgo no significa dar pasos al vacío, si no queremos entender cómo vamos a tener que adaptarnos los próximos meses”.
Tenemos que aprender a vivir en una nueva normalidad, sin estar encerrados, pero con protocolos estrictos para reducir riesgos y contagios. Este es un importante mensaje sobre un modelo piloto en estadios con espacios abiertos a un 15 % de capacidad. Escucha y comparte:
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) November 24, 2020
Así un total de 5.800 espectadores podrán ingresar al recinto. Será en grupos de dos, no se permitirá la entrada de menores de 12 años, será obligatorio el uso de cubrebocas durante todo el partido, no habrá taquillas abiertas —los billetes se comprarán online— ni grupos de animación. Tampoco puestos de bebida abiertos “para evitar las filas”: “La comida se llevará al asiento”, ha anunciado Pablo Lemus, presidente municipal de Zapopan, donde está ubicado el estadio. “Llevamos meses preparándonos”, ha dicho.
El recinto donde se jugará el partido se encuentra frente a una zona de altos contagios de Zapopan, que acumula desde el inicio de la pandemia casi 25.000 casos. El Estado de Jalisco ha registrado 18 fallecidos y 650 casos en las últimas 24 horas, lo que hace un total de 108.000 casos y 4.600 decesos.
Alfaro, que abandera la oposición a López Obrador desde su toma de posesión hace dos años, aplicó el llamado botón rojo por la emergencia de la covid-19 a finales de octubre. Ante el aumento de casos y hospitalizaciones, impuso el cierre de las actividades comerciales, culturales y deportivas, así como jardines y bosques urbanos desde las 19 horas hasta las seis de la mañana. Se prohibían reuniones de más de 10 personas. Este miércoles habrá más de 5.000 en el estadio.
El gobernador aseguró ayer que gracias a los resultados que ha dado el botón pueden permitirse reactivar. “Tenemos que ir ganando terreno. Porque no podemos vivir encerrados los meses que nos quedan para enfrentar al virus. Queremos recuperar actividades que no pueden permanecer más tiempo cerradas”, señaló.
Poco después de estas declaraciones el director de promoción de Salud del Gobierno federal, Ricardo Cortés, aparecía en varias televisiones para pedir a los ciudadanos que no fueran al partido. “Estando en semáforo naranja no debería tomarse en consideración la posibilidad de abrir el estadio a la afición”, dijo. Cortés repitió en múltiples ocasiones que eso era lo que se había pactado entre la secretaría de Salud y la Liga MX. Sin embargo, en el protocolo difundido en agosto sobre la vuelta a los estadios no se incluye esta especificación de que el Estado deba estar en amarillo o verde para permitir aficionados. Sí consta que el aforo máximo permitido dependerá del color semáforo, pero no la apertura de puertas.
La Liga MX ha puesto fin al embrollo con un comunicado en el que afirma que se puede permitir la entrada de aficionados siempre que el club cuente con la autorización de las autoridades estatales y municipales —no menciona a las federales—, sea con un aforo menor al 50% y se cumplan los protocolos. A mediados de octubre, la Liga ya autorizó dos partidos con público del Mazatlán y el Necaxa, dos de sus primeros experimentos. En el caso de Necaxa, que juega en el Estado de Aguascalientes, el estadio solo abrió una ocasión, con más de 5.000 asistentes, debido al repunte de casos en la entidad.
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