El coronavirus ha dejado al menos 26 alcaldes muertos en México
La falta de recursos y personal sanitario han dejado en la indefensión a la mayoría de los municipios frente a la pandemia
El Ayuntamiento de Moloacán (Veracruz) ha perdido en menos de 100 días a dos alcaldesas a causa de la covid-19. Este domingo se informó del deceso de la presidenta municipal María del Carmen Prieto Mortera, quien asumió el cargo tras la muerte, también provocada por el virus, de la alcaldesa Victoria Rasgado Pérez. “Aunque propiamente ya había superado la infección del virus, la prolongada hospitalización enmarcó complicaciones adicionales que deterioraron su estado físico”, dieron a conocer las autoridades de Moloacán a través de un comunicado. La demarcación del sur del Estado, cercana a Tabasco, cuenta con poco más de 18.000 habitantes, contabiliza 44 casos y 14 defunciones por el virus, de acuerdo con las estadísticas del Gobierno federal.
La muerte de Prieto Mortera se suma al fallecimiento de otros 25 presidentes municipales por la pandemia de acuerdo con el registro de la Asociación Nacional de Alcaldes cotejado con reportes de diarios locales. El Estado de Oaxaca es el que más caso ha registrado con ocho alcaldes muertos por la enfermedad. Le siguen Veracruz y Puebla con cuatro y tres casos, respectivamente. El resto de los decesos se distribuye en Hidalgo, Estado de México, San Luis Potosí, Yucatán, Sinaloa, entre otros.
— H.Ayuntamiento de Moloacan (@Moloacan_Ver_) November 15, 2020
Además de estas víctimas mortales, la Asociación Nacional de Alcaldes calcula que entre 60 y 80 presidentes municipales han resultado positivos. “Tenemos un poco de más riesgo porque como presidente municipal tienes que estar revisando con bastante gente cómo va el municipio y eso nos hace un poco más vulnerables”, indicó Enrique Vargas, titular de este organismo y alcalde del Municipio de Huixquilucan (Estado de México) por el Partido Acción Nacional (PAN).
La cifra de alcaldes fallecidos supone la punta de un iceberg. México rebasó este fin de semana el millón de contagiados y roza las 100.000 defunciones por la covid-19. Una escalada de contagios que sobre el terreno se dispersa en los más de 2.450 municipios del país, aquejados por una falta de pruebas diagnósticas que impide conocer la dimensión real de la enfermedad.
Vargas explicó que la falta de recursos deja sin margen de maniobra a los Gobiernos municipales para encarar la crisis del coronavirus tanto en las pruebas diagnósticas como en la atención sanitaria. De acuerdo con el alcalde, un 70% de los municipios se encuentra en situación de quiebra técnica. Solo tienen para pagar los sueldos de su Administración. “Se necesitan recursos para seguir viendo por la vida de la gente, para comprar cubrebocas, ambulancias, lo necesario para atender los casos que nos llegan a los municipios. Una bolsa que pudiera ser de 7.000 u 8.000 millones de pesos podría ayudar”, zanjó Vargas.
Roberto Arriaga, presidente municipal de Ocampo (Michoacán), falleció el pasado 5 de octubre tras más de tres semanas hospitalizado. El político, de 52 años, encaraba su cuarta Administración en el municipio cuando resulto positivo por coronavirus. “Le costaba respirar, al principio estuvo estable, pero luego ya vinieron las complicaciones, de hecho, él superó el virus lo que pasó con él fueron las secuelas no el virus”, relata su hija y ahora alcaldesa del municipio, Leticia Arriaga Domínguez.
La presidenta reconoce que su padre tuvo dificultades para encontrar atención médica en Morelia, la capital de Michoacán. “No nos lo quisieron recibir en ningún (hospital) particular porque no tenían lugar con lo cual tuvimos que ir al Civil (hospital público), ahí estuvimos cuatro días. La atención ahí no es la adecuada, no nos brindaban la atención mínima para nuestro paciente”, recuerda.
Días más tarde, pese a su traslado a una institución privada, el presidente municipal murió a causa de una tromboembolia pulmonar. Su hija, de 25 años, asumió las riendas del Ayuntamiento y ahora trata de encarar la pandemia, sin embargo, reconoce que carecen de recursos y médicos para instalar un módulo especializado en Ocampo, por lo que todos los enfermos graves deben ser canalizados a la capital del Estado. En este municipio se contabilizan 31 contagiados y 3 muertes por la covid-19, según las cifras oficiales.
En Tulcingo del Valle, Puebla, el presidente municipal Juan Manuel Rodríguez, decretó a finales de marzo pasado un toque de queda intentar frenar la pandemia. En ese entonces, el alcalde fijó una multa de hasta 2.000 pesos a quienes salieran a la calle por la noche. Sin embargo, horas más tarde la medida fue echada para atrás por el propio alcalde para evitar una confrontarse con las autoridades estatales y federales. Seis meses después el presidente municipal, de 51 años, dio positivo por la covid-19 y falleció a causa de la enfermedad el 26 de octubre.
Estos casos, explicó Carlos Brown Solá, codirector del Instituto del Sur Urbano, suponen un recordatorio del alto nivel de exposición de las autoridades municipales. “Lo que me alarma mucho es que, como ya pasaba en el caso del crimen organizado, estas cifras revelan que hay un nivel de precariedad muy grande en su trabajo”, añadió.
Lejos de la centralización de recursos por parte del Gobierno federal, Brown Solá abogó por una reforma fiscal que fortalezca las finanzas públicas municipales y con estos recursos hacer frente a las necesidades inmediatas de una contingencia como la que ahora se vive. “Los municipios van a ser fuertes, van a poder responder y ser resilientes, en la medida en que cuenten con los recursos propios y con una autonomía fiscal que les permita responder de manera inmediata a su ciudadanía”, zanjó.
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