La periodista herida de bala en Cancún: “La policía nunca disparó al aire. Era como si nos cazaran”
Cecilia Solís recibió un tiro en la pierna cuando cubría la manifestación feminista, que ha acabado con la dimisión del secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo y el cese del director de la policía municipal
La retransmisión en directo en Facebook que la periodista Cecilia Solís inició a las siete y cuarto de la tarde del lunes dura 33 minutos y 16 segundos. En ese rato recorre con los contingentes feministas, que protestan por los dos brutales feminicidios ocurridos durante el fin de semana en Quintana Roo, la distancia entre la Fiscalía General del Estado y el palacio municipal de Benito Juárez, en Cancún. Ya en el corazón de la capital turística, algunos manifestantes hacen fuego con los muebles que han conseguido sacar del Ayuntamiento. Han roto varias ventanas. De fondo se oye “ni una más, ni una más, ni una asesinada más” y a Solís narrar: “En cualquier momento puede entrar la policía”. Hasta ese momento, los agentes están a ambos costados del edificio, observando sin intervenir. “Están esperando alguna orden”, continúa la periodista.
En el último minuto de grabación todo se precipita. Se oye el primer disparo y los primeros gritos. Encapuchados, con chalecos antibalas y con armas cortas y largas, un grupo de policías disuelve la manifestación. En las imágenes se ve a los jóvenes correr, los golpes de los agentes, a algunos manifestantes abrazados en el suelo, y sobre todo se oyen las ráfagas sin parar de los disparos. Se escucha el gemido de Cecilia Solís y a los 25 segundos la grabación termina. La periodista es una de las tres personas heridas de bala en la manifestación feminista de este lunes, que ha acabado con la dimisión secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Alberto Capella, y la destitución del director de la policía municipal, Eduardo Santamaría.
“La policía nunca disparó al aire. Cuando voy corriendo para resguardarme volteó a ver hacia atrás y hay una imagen de la que no logró olvidarme: los policías disparando, como si nos estuvieran cazando”, cuenta Solís a EL PAÍS con la voz entrecortada. “Por momentos, pensé: ‘Aquí me quedé’. Por más que corría, no avanzaba. En ningún momento los disparos fueron hacia el aire o hacia el piso”. El disparo entró y salió por la parte alta de su pierna, justo debajo del glúteo. El arma que le disparó —tanto en su caso como en el del periodista Roberto Becerril, que recibió el tiro en la cadera, y en el de una joven manifestante, que le impactó en la rodilla— era una nueve milímetros, las de uso reglamentario de la policía. “Al analizar la trayectoria de las balas, los médicos creen que buscaban lesionarnos en las piernas”, asegura Solís, que lleva 23 años como reportera en Cancún, cubriendo la nota roja para medios como Diario de Quintana Roo o News Today QR, para quien estaba retransmitiendo el lunes por la tarde.
Después de recibir el disparo, Solís llega junto a un grupo de chicas que trataban de resguardarse. “Llegan los agentes con los toletes y empiezan a golpear a las muchachas. Uno de los policías se me acerca y me dice: ‘Ya te llevó la chingada, pendeja’. Le digo que soy de prensa, pero no me cree”. Al otro lado del teléfono, se oyen las lágrimas de la periodista: “Apareció otro policía, cuando yo ya estaba hincada, y me reconoció. Le pedí, por favor, que me resguardase, porque temía por mi vida. Me condujo a una pared del área de regidores del Ayuntamiento y allí me quedé parada chorreando sangre”. Su esposo acudió ahí para llevarla al hospital, desde donde presentó el lunes una denuncia ante la Fiscalía.
La pregunta que sigue en el aire es quien dio la orden para comenzar a disparar contra los manifestantes. El recién dimitido secretario de Seguridad Pública asegura que nunca hubo una orden, sino una reacción de pánico de seis elementos ante la turba. “Ellos dicen que reaccionaron así porque estaban incendiando el palacio municipal”, cuenta en una entrevista con EL PAÍS. Los seis agentes están siendo investigados. El gobernador del Estado, Carlos Joaquín, señaló al director de la policía de Cancún, Eduardo Santamaría, como el hombre que dio la instrucción de “disparar al aire” para dispersar a los manifestantes. Pero Capella, el máximo responsable de la seguridad en el Estado, ni siquiera puede confirmarlo: “Es solo una hipótesis”. Santamaría fue esta mañana apartado de sus funciones por la alcaldesa, del partido Morena, Mara Lezama.
La alcaldesa, el gobernador del Estado e incluso el presidente, Andrés Manuel López Obrador, han prometido una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido. “Esto no se puede volver a repetir”, ha dicho este martes Carlos Joaquín. Por su parte, Cecilia Solís asegura que ella va a llegar hasta las últimas consecuencias: "Esto no se puede quedar así. En 23 años, nunca me había tocado que las autoridades reaccionaran de una manera tan violenta”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.