La esperanza de las vacunas llega a América Latina con la Navidad

En el mismo día en que México, Chile y Costa Rica comenzaron la vacunación contra el coronavirus con dosis de Pfizer, Argentina recibió su primera carga de la rusa Sputnik V

La enfermera chilena Zulema Riquelme recibe la vacuna contra la covid-19, en el Hospital Metropolitano de Santiago (Chile) este 24 de diciembre.Vídeo: PRESIDENCIA DE CHILE / EFE / REUTERS-QUALITY

Dos enfermeras, la mexicana María Irene Ramírez y la chilena Zulma Riquelme, y una mujer costarricense de 91 años, María Elizabeth Castillo, se han convertido este jueves en las tres primeras personas de América Latina en recibir vacunas contra el coronavirus en sus respectivos países, enviando un mensaje de esperanza en el día de Nochebuena a u...

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Dos enfermeras, la mexicana María Irene Ramírez y la chilena Zulma Riquelme, y una mujer costarricense de 91 años, María Elizabeth Castillo, se han convertido este jueves en las tres primeras personas de América Latina en recibir vacunas contra el coronavirus en sus respectivos países, enviando un mensaje de esperanza en el día de Nochebuena a una región donde la pandemia ha dejado casi medio millón de muertos. La primera jornada de vacunación latinoamericana ha dado prioridad al personal de salud que batalla en primera línea contra la covid-19 y a los mayores que han vivido el último año escuchando cómo ellos eran el grupo de mayor riesgo de una enfermedad para la que todavía no había cura.

Con la llegada de la inmunización, la posibilidad de combatir al virus parece más real, pero los expertos en salud recuerdan que no hay que bajar la guardia y hay que continuar con las medidas de prevención hasta que la vacuna esté extendida, especialmente en una región donde el proceso se prevé largo y desigual por la falta de recursos para acceder a las dosis y las infraestructuras para su manutención y distribución. “La verdad es que es el mejor regalo que pude haber recibido en el 2020″, ha dicho tras recibir su dosis la enfermera mexicana María Irene Ramírez al ser preguntada cómo se sentía por parte del subsecretario de Salud de México, Hugo López Gatell. “Esto me da pauta para seguir con más seguridad y más bríos al frente de esta guerra de un enemigo invisible”, ha añadido la trabajadora del Hospital Rubén Leñero.

La vacunación, que ha sido transmitida en directo en televisión nacional en una pausa de la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, se produce un día después de que México recibiera las primeras 3.000 dosis de la vacuna de Pfizer que se aplicarán en una primera fase al personal de salud de la capital y el Estado de México y Querétaro. Según las autoridades, el plan es inmunizar hasta a 34 millones de personas en 2021 en varias etapas, en las que las personas de mayor edad y con enfermedades crónicas tendrán prioridad.

Personal sanitario en el Hospital General en Ciudad de México. En video, el momento de la aplicación de la primera vacuna. Vídeo: AP | VIDEO: EPV

Poco después de que la enfermera mexicana de 59 años recibiera su dosis, en la otra punta del continente una de sus colegas, la chilena Zulma Riquelme, de 46 años, recibía entre aplausos y haciendo el símbolo de la victoria con los dedos una dosis de la vacuna de Pfizer en el Hospital Metropolitano de Santiago. Chile es el primer país en arrancar con la vacunación contra la covid-19 en Sudamérica, a nueve meses y 21 días de que se desatara una pandemia que en esa ha nación ha causado 16.228 muertes. Las primeras 10.000 dosis de la multinacional estadounidense llegaron el mismo jueves por la mañana, como anunció en la víspera el presidente Sebastián Piñera, y antes de mediodía había comenzado el proceso de inmunización.

Junto con Riquelme, los primeros en recibir la vacuna fueron otros cuatro funcionarios de servicios públicos de salud. “Cada uno de ellos representa a un estamento de quienes trabajan a diario en las unidades de cuidados intensivos de diversos hospitales públicos, siendo la primera línea de defensa contra el virus”, ha informado la Presidencia. Funcionarios de tres hospitales de Santiago de Chile recibirán este mismo jueves la vacuna y, a partir del viernes, sanitarios de otras tres regiones del sur del país –Biobío, La Araucanía y Magallanes–, donde actualmente se registra una alta cantidad de contagios. Otras 10.000 dosis de Pfizer llegarán la próxima semana a Chile. Según informó el ministro de Salud, Enrique París, entre enero y febrero el país espera recibir cinco entregas adicionales de vacunas del laboratorio Sinovac con casi 10 millones de dosis.

En Costa Rica, pasadas las 10:30 de la mañana, dos personas de la tercera edad fueron las primeras en recibir la inmunización, un día después de que el país centroamericano recibiera un cargamento de casi 10.000 dosis de la vacuna de Pfizer desde Bélgica. “Estoy muy agradecida con Dios, porque se lo he pedido mucho. Mi vida es muy importante para mí”, ha dicho tras ser vacunada Elizabeth Castillo, de 91 años y residente del Hogar de Ancianos Propam, en Tres Ríos de Cartago, informa el diario La Nación. En ese mismo centro, otro de sus compañeros, Jorge de Ford, de 72 años, recibió otra dosis. “Mi mensaje es que se vacunen todos, nada más. No dolió, nada”, ha afirmado el jubilado.

Precisamente las personas de la tercera edad y los trabajadores del sector salud, algunos de los cuales también se vacunaron este jueves, tendrán prioridad en la aplicación de la vacuna en Costa Rica, que la próxima semana recibirá casi 12.000 dosis adicionales. El país prevé inmunizar al 80% de la población hasta noviembre del año que viene.

En la víspera, el presidente costarricense, Carlos Alvarado, reconoció que la llegada de las vacunas es una buena noticia en la batalla contra el coronavirus, pero recordó que no se puede bajar la guardia mientras la inmunización no esté extendida en la población. “Las vacunas son un respiro en esta víspera navideña. En esta época regalemos lo más importante: regalemos salud, cuidándonos y respetando los protocolos sanitarios”, escribió en su cuenta de Twitter.

Llega la vacuna rusa a Argentina

Por otra parte, Argentina recibió este jueves las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, con las que comenzará a inmunizar a su población la próxima semana. En medio de un gran despliegue mediático, el ministro de Salud, Ginés González García, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, han recibido este jueves al avión procedente de Moscú en el aeropuerto de Ezeiza. “Habrá 118.000 personas abocadas a la vacunación. Es uno de los operativos más grandes que se han hecho en la historia”, ha dicho Ginés en rueda de prensa.

La distribución de la Sputnik V —que debe mantenerse a -18 grados — a lo largo del extenso territorio argentino supone un gran desafío logístico para el Gobierno nacional y los provinciales. Según el esquema previsto, en enero llegarán otros cinco millones de dosis de la vacuna rusa y en febrero 14,7 millones más. Para lograr una efectividad del 95% contra la covid-19, cada persona debe recibir dos dosis con un intervalo entre ellas de 21 días.

Los primeros en ser inmunizados en Argentina serán aquellos trabajadores de la salud con mayor riesgo y nivel de exposición al virus. Después, se continuará con el resto del personal esencial. El Gobierno asegura que en breve podrán recibir también la vacuna los mayores de 60 años, el principal grupo de riesgo y una de las prioridades de la campaña de vacunación. Hasta el momento, sin embargo, esta franja de edad no ha sido autorizada por Moscú, lo que ha generado duras críticas por parte de la oposición.

El Ejecutivo encabezado por Alberto Fernández mantiene conversaciones en paralelo con otros fabricantes mundiales de vacunas. Parecía que la primera en estar a disposición sería la de Pfizer, como ha ocurrido en otros países americanos y europeos. Sin embargo, las negociaciones están trabadas y Ginés ha reiterado este jueves que la multinacional farmacéutica tiene “exigencias que no son cumplibles dentro de la ley argentina”. Los laboratorios autorizados funcionan a toda máquina para fabricar todas las dosis posibles, pero las vacunas disponibles son aún escasas para la demanda y existe “un déficit mundial”, según el ministro argentino de Salud. Otro de los acuerdos que tampoco están cerrados aún es con la china Sinopharm Group, al frente de otra de las vacunas.




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