Argentina pagará casi 5 millones de dólares a quien halle el submarino Ara San Juan

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El gobierno argentino decidió fomentar la participación privadas en la búsqueda del Ara San Juan, el submarino desaparecido en el mar desde el 15 de noviembre con 44 tripulante a bordo. Para ello ha ofrecido una recompensa de 98 millones de pesos, equivalentes a 4,9 millones de dólares, a empresas o personas que brinden información sobre el paradero del buque. El Ara San Juan lleva 90 días perdido bajo el agua, pese al despliegue del mayor operativo de búsqueda de la historia de Argentina.

De nada ha servido la participación internacional en la búsqueda, con buques, aviones y tecnología de rastreo aportados por una veintena de países. El presidente Mauricio Macri prometió a las familias que su Gobierno buscará al Ara San Juan hasta encontrarlo, no importa el tiempo transcurrido. Pero los rastrillajes fueron hasta ahora una sucesión de frustraciones. No es de esperar, además, que haya resultados en el corto plazo. La mayor parte de los buques de la Armada están en puerto por reparaciones y el Yantar, el barco aportado por Rusia y único extranjero que continúa en aguas argentinas, se encuentra en una escala de aprovisionamiento. El Gobierno argentino confía ahora en que la recompensa atraerá a empresas privadas dispuestas a arriesgar sus recursos a cambio de dinero en efectivo.

"Dado que el suceso posee una gravedad inusitada en nuestro país (…) resulta menester generar los incentivos adecuados para que la búsqueda realizada por el material naval de la Armada Argentina sea complementado con la participación de empresas del sector privado. Se considera pertinente la fijación de una gratificación de tipo económico para aquellos sujetos privados que brinden información y datos útiles que permitan dar con el paradero y la ubicación precisa” del submarino, dice el comunicado del ministerio de Defensa. 

La recompensa ha sido el último esfuerzo del Gobierno argentino ante el fracaso de los trabajos militares en alta mar. El Ara San Juan perdió contacto con su base el 15 de noviembre, cuando realizaba un viaje de regreso desde Ushuaia hacia Mar del Plata. Ocho días después, un sensor internacional de explosiones atómicas detectó un estallido cerca de la última ubicación conocida de la nave, a unos 200 kilómetros de la costa argentina a la altura de Trelew, en la Patagonia, y al filo del terraplén que es límite de la plataforma continental. La falta de resultados erosionó poco a poco la relación entre el Gobierno y los familiares de los 44 tripulantes, al punto que a 90 días de la desaparición lanzaron duras críticas.

En un vídeo que difundieron en redes sociales, las familias dijeron que el Gobierno no los toma en serio y criticaron la forma en que reciben los detalles del operativo de rastrillaje. “Nos quieren desgastar. Es una vergüenza nacional las actitudes para con las familias y el mundo entero", dijeron en un mensaje conjunto desde la base naval de Mar del Plata, donde realizan una vigilia. El martes de la semana pasada, 32 familiares se reunieron con Macri en la Casa Rosada y se llevaron el compromiso presidencial de una recompensa para quien aporte datos sobre el submarino. El dinero está ahora disponible.