Veracruz tiene más fosas clandestinas que municipios
El Fiscal de la entidad mexicana informa al Congreso que en seis años se han hallado 225 cuerpos en 343 sepulturas
Es la geografía del terror. Jorge Winckler, el fiscal de Veracruz, ha dado este lunes cifras que ayudan a dimensionar el horror en uno de los Estados que más ha sufrido el castigo de la delincuencia organizada. En solo seis años, las autoridades periciales han hallado más de 343 fosas clandestinas en la entidad enclavada a lo largo del Golfo de México. Allí, enterrados sin nombre y con marcas de la inmutable violencia, han sido encontrados 225 cuerpos. Solo 111 personas han sido identificadas por sus familias.
Pero no todo son cifras. También hay historias. Esas han sido desenterradas a lo largo de meses, años, por diversos colectivos de búsqueda. El más conocido se llama Solecito. Y únicamente pide una cosa los familiares de los desaparecidos: “Solamente ten fe”. Este grupo se comunica a través de WhatsApp y las redes sociales. En su página de Facebook publican decenas de anuncios de jóvenes, hombres y mujeres que desaparecieron sin dejar rastro. El grupo ha llevado a Internet estos anuncios, que en el mundo analógico tapizan los tablones de anuncios de los aeropuertos y las estaciones de autobuses en los municipios con el colindante Estado de Tamaulipas. En Veracruz, más de 1.000 personas se han hecho pruebas de ADN con la esperanza de que que alguna autoridad les dé información sobre sus conocidos ausentes.
Un excandidato exige investigar su secuestro
El 4 de junio de 2016 la fotografía de Gonzalo Vicencio Flores debió ser viral, pero se perdió entre el torrente de información electoral. Los mexicanos de varias partes del país acudieron ese día a las urnas. Muchos perdieron de vista la imagen del candidato de Morena a la alcaldía de Chicontepec (Veracruz), que apareció con la cara llena de sangre y la camisa blanca empapada del líquido carmesí. El político había desaparecido después de emitir su voto en una casilla. Horas después, apareció para denunciar su supuesto secuestro.
Este colectivo, junto a otros como Buscando a nuestros desaparecidos, ha auxiliado a destapar un escándalo que los gobiernos locales se empeñaban en minimizar. 30 de los 111 cuerpos identificados han sido hallados en la fosa Colinas de Santa Fe, uno de los cementerios clandestinos más grandes del país. De este vertedero de cuerpos, cercano a la ciudad de Veracruz, se ha extraído 287 cráneos, 15 de ellos entregados a sus familiares.
En marzo de 2017, marinos y policías estatales hallaron otros 47 cráneos en el paraje conocido como Arbolillo, en el municipio de Alvarado. En la zona se encontraron también jirones de ropa rota y desgastada. Los peritos también hallaron 142 restos de huesos que fueron triturados por los victimarios para dificultar el trabajo de las autoridades. Otras 15 víctimas fueron identificadas por sus familias. Solo en estos dos macabros yacimientos han sido recuperados 334 cráneos.
Las 342 fosas de Veracruz están distribuidas en 102 sitios a lo largo de 44 municipios. El Estado, que tiene 212 municipios, tiene una superficie similar a la de Irlanda o Panamá. El municipio de Veracruz, la ciudad más grande de la entidad, registra 173 fosas. Las localidades de Agua Dulce, Pueblo Viejo (Misantla), Tres Valles y Alvarado tienen 16 fosas cada una.
Winckler ha tenido que torear un repunte de homicidios desde su llegada al cargo, en diciembre de 2016. En el arranque de 2014, la entidad registró 27 homicidios y tenía una tasa de 3.9 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Se pensaba que lo peor había pasado después de las sangrientas disputas entre los cárteles de Los Zetas y el del Golfo, quienes luchaban por controlar el territorio en los Gobiernos de los priistas Fidel Herrera y Javier Duarte, quien está hoy en prisión a la espera de un juicio por lavado de dinero y delincuencia organizada. 2017, sin embargo, concluyó con una tasa de 20.7 asesinatos por cada 100.000 habitantes (146 homicidios). El mes más sangriento se dio en agosto de 2016, cuando fueron contabilizados 229 asesinatos (tasa de 32.8).
Ser el encargado de la justicia en un Estado con estas cifras no es sencillo. La comparecencia del fiscal Winckler estuvo marcada por voces críticas a su gestión. Algunos colectivos de búsqueda se quejaron del trato "déspota" que han recibido. Sin embargo, el funcionario se defendió diciendo que acordó más de 2.400 diligencias después de sostener 690 reuniones con los familiares de los desaparecidos. En el torrente de cifras manejadas por el fiscal no debe olvidarse que Veracruz tiene más fosas clandestinas que municipios.
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