Un juez cierra la causa contra el periodista venezolano Teodoro Petkoff por difamar a un dirigente chavista
Al informador se le juzgaba desde 2013 tras una demanda del poderoso número dos del chavismo, el excapitán del Ejército Diosdado Cabello
La causa contra el dirigente político y periodista venezolano Teodoro Petkoff ha sido sobreseída este miércoles “por razones de salud”. Al informador se le juzgaba desde 2013 tras una demanda del poderoso número dos del chavismo, el excapitán del Ejército Diosdado Cabello.
La gracia fue otorgada por el juez 29 de Control de Caracas, Aris La Rosa, quien lleva el proceso. Implica el levantamiento de las medidas cautelares que se habían impuesto a Petkoff desde el inicio del juicio, que incluían la prohibición de salida del país y su presentación obligatoria cada semana ante el tribunal. Estas restricciones acababan de ser prorrogadas por otros cuatros años el reciente mes de mayo.
El abogado Humberto Mendoza D’Paola, que representa a Petkoff, dio la información a través de sus cuentas en redes sociales. “Les digo que el sobreseimiento de su causa se debe a la gran presión nacional e internacional en su favor y en el de su libertad plena”, aclaró Mendoza en una declaración colgada en Facebook. “No ha sido una dádiva o un acto de contrición, es una victoria de los demócratas del mundo”.
Petkoff, de 85 años de edad, con toda probabilidad es la figura más conspicua entre los críticos de izquierda contra el chavismo. Comandante guerrillero en los años 60 del siglo XX, disidente pionero del socialismo real y fundador en los 70 del Movimiento Al Socialismo (MAS), ministro de Economía durante el segundo Gobierno del democristiano Rafael Caldera (1994-99), reconvirtió su carrera como periodista al fundar en el año 2000 TalCual, un diario político que todavía hoy resiste los embates de la censura y el asedio económico como semanario impreso y en su versión en línea.
Por sus méritos en el periodismo y en la lucha por la libertad de prensa, Petkoff se hizo acreedor en 2015 al premio Ortega y Gasset, que todos los años entrega EL PAÍS, y en 2012 al premio Maria Mors Cabot de la Universidad de Columbia en Nueva York, el más antiguo reconocimiento en la industria periodística de todo el mundo.
Hasta 2013 TalCual había sido objeto de al menos siete demandas judiciales incoadas por funcionarios del Gobierno y diversas medidas administrativas tomadas por autoridades como las del Consejo de Protección de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente, que en 2006 cargó una pesada multa al diario -que se pagó mediante una colecta pública entre sus lectores- por una columna de opinión en la que se nombraba a la hija menor del presidente Hugo Chávez, Rosinés.
Ese mismo 2013, el segundo vicepresidente del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, se sintió difamado por otro artículo de opinión, firmado por un exministro de Chávez, Carlos Genatios, en el que, según adujo Cabello, se le atribuyó una declaración que no le pertenecía. Cabello consiguió que el juez no sólo acusara al autor de la columna, sino a la vez al director del medio, Petkoff, y a los miembros de la Junta de la empresa editora: Manuel Puyana, Juan Antonio Golia y Francisco Layrisse.
El juicio, que podría llevar a condenas de cuatro años de prisión y multas, se ha prolongado con dilaciones deliberadas. Las medidas cautelares asociadas han supuesto para los procesados una condición virtual de arresto domiciliario.
En el caso de Petkoff, el marcado deterioro de su salud llevó a sus representantes a pedir hace 15 meses un examen médico forense para fundamentar un recurso de sobreseimiento de la causa, según lo contemplado en el Código Penal. La petición nunca fue atendida hasta que, sorpresivamente, hace dos semanas, el juez La Rosa y dos médicos se apersonaron en la vivienda del procesado, en unas circunstancias que más parecían un allanamiento.
El sobreseimiento definitivo para Teodoro Petkoff, otorgado hoy y derivado de ese examen, pone de relieve, más que la benevolencia del régimen de justicia en Venezuela, su vulnerabilidad ante las presiones políticas.
Acuciado por las denuncias públicas formuladas acerca del cruel cautiverio de Petkoff, Diosdado Cabello aseguró hace dos semanas en su programa maratónico de todos los miércoles en la noche que abogaría por la liberación del periodista. “Cuando yo me enteré (…) que estaba enfermo; yo solicité que fuera un médico a verlo, porque a mí no me interesa hacerle daño a nadie, menos a alguien que está enfermo, yo solo quiero que se haga justicia (…) este maluco que está aquí solicitó que lo dejaran por fuera de la demanda”.
Aunque el sistema de justicia venezolano no incluye la posibilidad de que un demandante solicite el sobreseimiento de un acusado -solo contempla el desistimiento general en la causa-, lo cierto es que este miércoles, aunque el tribunal se encuentra oficialmente en receso de vacaciones, pudo arreglárselas para emitir la medida.
A pesar de la decisión en favor de Petkoff, el juicio prosigue contra los otros directivos de TalCual y contra Carlos Genatios, el autor de la columna.
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