Maduro advierte de que “ajustará cuentas” con sus adversarios políticos
El mandatario venezolano reparte ultimatos y amenazas tanto para sus rivales internos como para los medios de comunicación
Ya lo había anunciado el propio presidente Nicolás Maduro durante la recta final para las elecciones del domingo: la Asamblea Constituyente será la oportunidad para que el chavismo se cobre "todas las cuentas". Por ello no fue para extrañarse que, al filo de la medianoche de la jornada dominical, eufórico, el mandatario venezolano repartiera ultimatos y admoniciones entre sus adversarios reales e imaginados.
Fue modesta la celebración de los resultados de las elecciones de diputados para la Constituyente, por los cuales el Consejo Nacional Electoral (CNE) asignó algo más de ocho millones de votos —casi la mitad del registro— a la propuesta oficialista. El acto se realizó en la parroquiana Plaza Bolívar de Caracas, el lugar fundacional hace 450 años de la capital venezolana. Ante unos cientos de seguidores, sobre una tarima repleta de agentes de seguridad, el sucesor de Hugo Chávez se congratuló por esos resultados, que la oposición ha puesto en duda y que pudieran llevar a su Gobierno al aislamiento internacional. "¿Qué carajo nos importa lo que diga Trump? Nos importa lo que dice el pueblo de Venezuela", dijo, desafiante y triunfalista.
Reservó sus palabras más amenazantes para los adversarios internos: "Se acabó lo que se daba", les advirtió mediante una expresión del habla coloquial venezolana. Se confesó "dispuesto a todo" y revitalizado por un proceso constituyente "que tiene la fuerza de la legitimidad de un pueblo que salió a votar. La Asamblea Constituyente debe tener conciencia del poder en sus manos".
Maduro auguró que los líderes de la oposición, a los que atribuye una campaña "terrorista" en marcha desde comienzos de abril, "terminarán algunos en una celda y otros en el psiquiátrico, pero hay que poner orden". Reiteró a la dirigencia de la alianza opositora, Mesa de Unidad Democrática (MUD), la oferta de competir electoralmente en los venideros comicios regionales, que debieron celebrarse en 2016 pero que el organismo electoral ha programado para el próximo diciembre. Sin embargo, aclaró que solo admitirá la inscripción de candidatos de oposición si ese sector acepta integrarse en una "comisión de la verdad y justicia" que se conformará en el seno de la Asamblea Constituyente y que actuará con fuerza de ley bajo la dirección de la excanciller Delcy Rodríguez. Si la MUD no acata esa condición, dijo, "otro gallo cantará".
Fue aún más determinante con el parlamento, dominado por la oposición desde enero de 2016 y enfrascado en una guerra de poderes que lo llevó en octubre a la inhabilitación por parte del Tribunal Supremo, en manos del Gobierno. Aseguró que se levantará la inmunidad judicial del fuero parlamentario y se terminará "con el saboteo de la Asamblea Nacional".
El Gobierno se propone instalar su Asamblea Constituyente en el mismo recinto donde sesiona el actual Parlamento, el Palacio Federal Legislativo, en un plazo no mayor a 72 horas. Se anticipa que el desalojo del hemiciclo puede resultar violento y evocar imágenes clásicas de los golpes de Estado.
Al mismo tiempo, animó los cánticos de sus seguidores, que coreaban consignas contra la fiscal general, Luisa Ortega Díaz: "Y qué, traidora, te llegó la hora", era uno de los estribillos. Según Maduro, la Constituyente "declarará en emergencia a la Fiscalía y la reestructurará completamente".
Ortega Díaz, titular del cargo desde 2007 y quien cumple un periodo que expira oficialmente en 2021, se manifiesta abiertamente contraria al Gobierno desde finales de marzo. Por años la abogada le fue leal desde esa posición al chavismo, al que sirvió con actuaciones dirigidas a hostigar a sus enemigos políticos. No obstante, ahora se ha enrolado en un grupo de disidentes del oficialismo que se conciben a sí mismos como custodios del proyecto original del comandante Chávez, que incluye la Constitución vigente de 1999 y que el régimen de Maduro estaría dispuesto a desvirtuar.
Maduro mencionó a Ortega Díaz entre un grupo de chavistas que habrían traicionado a la revolución cuando se deslindaron de la Asamblea Constituyente: "Las ratas son las primeras en abandonar el barco", fue la imagen que les dedicó.
El presidente venezolano también prometió sanciones para las cadenas privadas de televisión abierta, en especial Venevisión y Televén, a las que acusa de ignorar la jornada electoral del oficialismo. Para la segunda, específicamente, solicitó al ente regulador de las telecomunicaciones la apertura de una investigación por haber cometido "apología del delito" cuando transmitió imágenes del ataque con explosivos que un escuadrón motorizado de la Policía Bolivariana sufrió en la plaza Altamira, en el este de Caracas.
"Televen hizo apología del delito, para ellos era importante transmitir la quema de Altamira", afirmó.
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