Piñera no logra aislar sus negocios de la campaña a La Moneda
El exmandatario chileno, líder en las encuestas, sigue dando explicaciones sobre sus inversiones
Desde que en marzo pasado confirmó su postulación a la presidencia de Chile con miras a las elecciones de noviembre próximo, a Sebastián Piñera le ha costado entregar propuestas y ha debido, sobre todo, enfocarse en las explicaciones sobre su patrimonio. El exmandatario de derecha, líder en las encuestas, tiene una fortuna estimada por la revista Forbes en unos 2.700 millones de dólares, lo que lo instala como el séptimo hombre con mayor fortuna del país.
En un país cuya ciudadanía y legislación han aumentado en poco tiempo sus niveles de exigencia hacia sus dirigentes, al empresario y exmandatario (2010-2014) lo persiguen las suspicacias sobre la real separación entre sus negocios y la política. Ni las medidas que ha anunciado para evitar los conflictos de interés han aplacado las críticas, aunque sigue liderando las encuestas con el 25% de las preferencias. A sus críticos les parecen insuficientes las decisiones que ha informado con respecto de su dinero. Con el objetivo de convencer al electorado de que de ganar la presidencia no mezclará el Gobierno con sus intereses, a comienzos de mayo Piñera anunció que se desprendería de la administración de parte de sus bienes.
En paralelo, Piñera indicó que el fideicomiso ciego que le exige la ley lo haría extensivo a su esposa y a sus hijos. La sociedad de inversiones de su familia, Bancard, se mantendría como dueña de los activos financieros, pero no solo las acciones que tiene en Chile serían administradas por entidades independientes. A diferencia de lo que ocurrió cuando era gobernante, incluiría en el fideicomiso ciego las acciones de Bancard en el extranjero. “Me he impuesto voluntariamente criterios adicionales que exceden los requerimientos de la ley”, indicó el expresidente al anunciar la fórmula con la que administraría su fortuna en caso de ganar. De acuerdo con la legislación vigente en Chile, un presidente tiene 90 días para tomar este tipo de medidas desde la fecha en que asume en La Moneda, en marzo de 2018.
Declaración patrimonial
Pero a Piñera le ha resultado complicado deshacerse de las sospechas sobre los cruces de política y dinero. Cuando anunció las medidas estalló la polémica por las diferencias en la declaración de su patrimonio. Mientras el candidato indicó ante las autoridades del Servicio Electoral que su fortuna y la de su esposa llegaban a los 800 millones de dólares, la cifra fue contrastada con los 2.700 millones de dólares calculados por la revista Forbes. A los pocos días, a su vez, la prensa desveló la existencia de una empresa relacionada con su familia en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas, que había sido omitida por Piñera en su declaración.
Aunque el empresario aclaró que no participaba de esta sociedad ni tampoco su esposa, el propio expresidente en 2016 se había manifestado a favor de que los paraísos fiscales desaparecieran. “Muchas veces se utilizan para actividades reñidas con la ley y con la moral. […] Muchas veces se utilizan para evadir impuestos”, indicó el expresidente el año pasado.
En abril de 2009, antes de llegar a la presidencia de Chile, Piñera conformó fideicomisos ciegos para que cuatro instituciones comenzaran a administrar las inversiones locales en activos bursátiles, que llegarían a unos 400 millones de dólares. Hasta entonces, no había una legislación que lo exigiera. Paralelamente, Piñera abandonó la administración de todas las sociedades del grupo Bancard, que maneja inversiones en el extranjero por unos 1.800 millones de dólares. Pero mientras fue presidente mantuvo el mayor porcentaje de su patrimonio fuera de Chile y sin un fideicomiso ciego. Dedicada principalmente a la inversión de activos financieros, la mayoría de las inversiones de Bancard en el extranjero no son conocidas.
Por esta situación, Piñera está siendo investigado por la Fiscalía. Un diputado comunista, Hugo Gutiérrez, presentó una querella en su contra por negociación incompatible y uso de información privilegiada en la inversión que Bancard hizo en la pesquera peruana Exalmar mientras gobernaba y La Haya tramitaba un litigio territorial entre ambos países. La Cámara de Diputados, en paralelo a la justicia, formó una comisión para investigar esta trama.
Senador desde la llegada de la democracia en 1990, a sus críticos les parece evidente que en estos 27 años no abandonó totalmente los negocios por la política, dado el aumento considerable de su patrimonio en las últimas tres décadas. Pero, al menos en las encuestas, Piñera parece inmune. Pese a que no crece y se mantiene hace meses en un 25% de respaldo, el expresidente no ha disminuido su apoyo a causa de estos problemas. Con un electorado al que parece no importarle sus eventuales conflictos de interés, el empresario lidera la carrera y si las elecciones fuesen este domingo probablemente derrotaría al oficialista Alejandro Guillier, el senador de centroizquierda que lo sigue en los sondeos y cuya candidatura pasa por momentos difíciles.
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