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Chile impide la entrada de un ministro boliviano y crece la tensión entre ambos países

El país sudamericano denegó el visado diplomático a Ferreira, quien pretendía visitar a nueve funcionarios bolivianos detenidos

Los funcionarios bolivianos, en el momento de su detención, el pasado 22 de marzo.
Los funcionarios bolivianos, en el momento de su detención, el pasado 22 de marzo.REUTERS

La elevada tensión diplomática y política entre Bolivia y Chile subió de tono aún más tras la negativa de la Cancillería dirigida por el chileno Heraldo Muñoz de permitir que el ministro de Defensa boliviano, Reymi Ferreira, pudiera entrar en territorio chileno. Muñoz explicó este martes que Ferreira “no pisa suelo chileno” por haber llamado a boicotear la compra de productos de ese país y haberse referido a Michelle Bachelet en términos ofensivos. Chile denegó el visado diplomático a Ferreira, quien pretendía visitar a nueve funcionarios bolivianos detenidos.

Sobre la presidenta Bachelet, Ferreira dijo que cometía una “infamia grosera” al “calumniar” a un grupo de nueve funcionarios bolivianos que se hallan detenidos en Chile desde el pasado 22 de marzo. La mandataria afirmó que estos habían sido apresados en territorio chileno por intentar robar un camión de transporte de carga. Según la versión boliviana, la policía chilena “invadió” territorio y “secuestró” a los funcionarios, dos de los cuales son militares, mientras se encontraban cumpliendo su trabajo normal de control aduanero. Cada día decenas de camiones cargados de contrabando atraviesan la frontera binacional a través de pasos clandestinos.

Los funcionarios bolivianos se encuentran actualmente encarcelados en la ciudad de Iquique. Tras el proceso judicial podrían ser condenados a 25 años de prisión. Ferreira pidió el visado para ir a visitarlos, pero le fue denegado. Según Santiago, los antecedentes del ministro hacían temer que su visita no contribuyera a resolver el problema. El presidente de Bolivia, Evo Morales, tuiteó este martes que la prohibición de entrada a Ferreira le recordaba los “tiempos de la dictadura pinochetista”.

Bolivia considera a los funcionarios presos unas víctimas del deseo chileno de sancionar al Gobierno de Morales por la política nacionalista que ha desarrollado en los últimos años, la cual ha llevado a los dos países a la Corte Internacional de La Haya. Allí se tramita actualmente una demanda boliviana para obligar a Santiago a negociar una salida soberana al mar. La Corte tiene, además, una demanda chilena para definir el Silala como un río internacional, en lugar de un manantial de dominio exclusivamente boliviano, que es la tesis que sostiene La Paz.

Estas demandas y la continua crítica de Morales a Chile han deteriorado significativamente las relaciones bilaterales. El día de la detención de los funcionarios aduaneros, el canciller Muñoz declaró que su país ya no iba a tolerar las “provocaciones bolivianas”. Poco después, no permitió la entrada de dos periodistas bolivianos que querían cubrir la noticia de la detención, pero que no habían solicitado un visado específico para hacerlo. El hecho fue denunciado por La Paz como un atentado al derecho de información.

Relaciones inestables

El Gobierno chileno hace hincapié en que sus medidas buscan asegurar que los extranjeros “no ejerzan soberanía” en Chile. Responde así a las críticas internas que recibió en julio del año pasado, cuando una delegación de autoridades y periodistas bolivianos —encabezada por el entonces canciller, David Choquehuanca— visitó los puertos norteños de Chile para supervisar el cumplimiento del acuerdo bilateral de “libre tránsito” que emergió de la Guerra del Pacífico (1879). Santiago no pudo suspender esta indeseada visita porque en los años 90 había firmado un acuerdo con Bolivia para permitir los viajes de las autoridades sin visado. Después de la acción boliviana, Chile suspendió unilateralmente este acuerdo.

Esta no es la primera vez en la historia que las relaciones entre estos países se tornan inestables y agresivas. Bolivia rompió los vínculos diplomáticos con su vecino en 1962, a raíz de un diferendo sobre el río Lauca.

Las relaciones bilaterales se restablecieron brevemente a fines de los años 70, cuando ambos países eran gobernados por dictaduras militares, las cuales negociaron infructuosamente la demanda de Bolivia de recuperar la “cualidad marítima” que había perdido con su derrota en la Guerra del Pacífico.

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