Mueren 40 niñas en el incendio de un centro para menores en Guatemala
El siniestro ocurrió en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción en la localidad de San José Pinula, cerca de la capital
Al menos 40 niñas murieron la mañana de este miércoles en un incendio registrado en un centro de menores ubicado al sureste de la capital guatemalteca. Una veintena de las supervivientes se encuentra muy graves. Según los bomberos, el siniestro se produjo entre la noche de este martes y la madrugada del miércoles en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en el municipio de San José Pinula, después de que el día anterior se fugaran unos 60 jóvenes que estaban internados en el centro. Los cuerpos de emergencia han trasladado a los hospitales más cercanos a una treintena de personas.
El Hogar Seguro Virgen de la Asunción, dependiente de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, alberga a más de 600 niñas y adolescentes víctimas de violencia familiar, niños de la calle, jóvenes con problemas de drogadicción o abusos sexuales. La tragedia ocurrió toda vez que las mismas internas habían avisado a sus familiares que tenían prevista una protesta para el atardecer del martes, ocasión en la que algunas de ellas lograron huir, tras causar destrozos en el centro.
Cuando parecía que la calma había retornado, esta mañana un grupo de internas prendió fuego a los colchones de sus celdas. Las llamas se salieron de control. De acuerdo con los familiares de las niñas y adolescentes ahí internadas, los abusos por parte de las autoridades van desde el maltrato verbal, físico y psicológico hasta las violaciones sexuales por los monitores. Las restricciones a las visitas familiares y la pésima calidad de la comida también han sido las causas del descontento.
Al filo del mediodía, en los alrededores de ese centro de menores era evidente la presencia de la policía ante el temor de que los familiares intentaran entrar por la fuerza para saber la suerte de los suyos. Una de las madres, con muestras de desesperación, se ha quejado de la falta de información. “Tenemos derecho a saber qué ocurrió con nuestros hijos”, repite. Tras el impenetrable cerco policial se ha podido ver cómo algunas de las niñas, con los rostros tapados con toallas, han sido llevadas a vehículos del Sistema Penitenciario para ser trasladadas a otros centros, sin que las autoridades precisen a dónde.
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