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Regresar a casa: el sueño de los mexicanos emigrados

En Pánuco, una localidad de Zacatecas que se caracteriza por los altos niveles de migración, la tasa de personas que busca partir a EE UU ha disminuido en un 15%

Uno de los proyectos productivos de la organización Alma en Zacatecas donde trabajan migrantes deportados.
Uno de los proyectos productivos de la organización Alma en Zacatecas donde trabajan migrantes deportados.As. Alma
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Durante trece años Gerardo González Márquez alternó su trabajo en la agricultura y en la jardinería con el activismo. El mexicano que residía en el condado de Riverside, en California, trabajó con otros compatriotas en un club de migrantes, donde fomentaban las tradiciones mexicanas en territorio estadounidense y buscaban la forma de que los residentes en EE UU regresaran a su país natal con un empleo. El primer paso era encontrar algún proyecto sustentable y después convencer a sus compatriotas de que era posible empezar de nuevo en su país con unos cuantos ahorros de por medio y algún apoyo gubernamental. “Nuestro sueño siempre fue mexicano, no americano: buscamos hacer dinero allá y volver a México a poner un negocio. Para mí siempre fue muy difícil no tener una identidad y siempre trabajé con el objetivo de regresarme para acá”, cuenta el hombre de 42 años.

A través del club donde participaba encontró que el Gobierno mexicano del entonces presidente Vicente Fox había lanzado un programa de apoyo a migrantes y decidió dar el primer paso. Un día les dijo a sus amigos que él sería el ejemplo de la causa por la que luchaban y comenzó los trámites. En 2007 hizo maletas y regresó con su esposa e hijos a Pánuco, un pequeño poblado de Zacatecas, a emprender el sueño mexicano. El programa federal lo apoyó con 100.000 pesos (unos 5.500 dólares) para instalar una granja de puercos. “Si yo estaba abanderando una ideología tenía que llevarla a cabo. Demostrarles a las personas que se podían regresar y encontrar un futuro mejor”, relata. Al mes, unas 25 familias decidieron retonar siguiendo su ejemplo.

Una vez instalado en su tierra, involucró a otros migrantes en el proyecto de la granja de puercos. Su activismo continuó en México y fundó una asociación civil a la que llamó Alma, centro de capacitación y apoyo. Desde ahí su trabajo se ha enfocado en dos vías: a convencer a la gente que quiere migrar a EE UU de quedarse en su pueblo y a continuar con el trabajo de persuasión de los mexicanos que residen en el extranjero para que regresen a emprender un negocio. “Se les involucra en proyectos propios con recursos de ellos o de sus familiares que viven en Estados Unidos. Nosotros les decimos: si vas a desembolsar 5.000 dólares en un coyote, mejor inviértelos aquí”, expone.

Mientras que entre 2009 y 2014, 870.000 inmigrantes se fueron a EE UU en busca de mejores oportunidades, un millón de sus compatriotas se regresaron a su tierra

Gerardo ha vuelto a California para charlar con los mexicanos que siguen allá mediante reuniones que organizan los clubes de migrantes. Una vez que identifican a alguien que tiene un proyecto productivo se le ayuda a gestionarlo. “Se les llevan videos, se les muestra cómo se hace el trabajo aquí en México y ellos toman una decisión”, explica el emprendedor. Ante la falta de apoyos gubernamentales, que con el paso del tiempo se han ido extinguiendo o se manejan con fines políticos, buscan sembrar en las personas la idea de ser un emprendedor. “Buscamos que ellos pongan su propio negocio y fomenten el desarrollo local para que otra gente no tenga que salir y arriesgar a su familia”, expresa.

En Pánuco, una localidad de 16.800 habitantes, la tasa de migración a EE UU ha disminuido en un 15%, afirma González Márquez. Esa reducción cree que se debe en gran parte al trabajo realizado desde la organización social. Gerardo forma parte de esa otra estadística de personas que vuelven a México por decisión propia después de haber partido a EE UU en busca del llamado sueño americano.

Uno de los proyectos donde trabajan los migrantes retornados de EE UU.
Uno de los proyectos donde trabajan los migrantes retornados de EE UU.

Menos migrantes

Entre 2009 y 2014 se registró un flujo migratorio negativo de México a Estados Unidos. Mientras que en ese periodo 870.000 inmigrantes se fueron a EE UU en busca de mejores oportunidades, un millón de sus compatriotas se regresaban a su tierra, revela un estudio del Centro de Investigación Pew que se basó en datos de la encuesta nacional de la dinámica demográfica del Instituto de Estadística mexicano (INEGI) y en cifras de censos gubernamentales de EE UU. El descenso de los mexicanos que quieren emigrar al país del norte, se puede deber a la implementación más estricta de las leyes migratorias del Gobierno de Obama o a la lenta recuperación económica de EE UU tras la gran recesión de 2009.

La percepción de los mexicanos sobre su vecino del norte también ha cambiado, resalta el estudio. Aunque casi la mitad cree que tendría una vida mejor allá, cada vez más mexicanos consideran que al mudarse a ese país tendrían una vida equivalente a la que vivían en México. El documento expone que el 61% del millón de mexicanos que abandonaron EE UU entre 2009 y 2014 por su propia voluntad, citó la reunificación familiar como el motivo principal para regresar a México.

El análisis resalta que el flujo de inmigrantes que desean mudarse a EE UU está en los niveles más bajos desde 1990. En el 2000 la cantidad de mexicanos que vivía en territorio estadounidense era de 9,4 millones. En el 2007 alcanzó un máximo de 12,8 millones, pero en 2014 la cifra se redujo a 11,7 millones. La caída de la cantidad de mexicanos que viven en Estados Unidas también se reflejó en otra encuesta. En 2007 el 42% de los adultos mexicanos dijeron que mantenían contacto con un amigo o familiar que vivía en aquel país. Los censos más recientes desvelan que la cifra es del 35%, dice el análisis del centro Pew.

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