La justicia española ordena la extradición de uno de los porkys mexicanos

Diego Cruz enfrentará a la justicia mexicana por violar presuntamente a una menor junto a un grupo de amigos en enero del año pasado. Un juez español ha ordenado la extradición de Cruz, detenido en Madrid en mayo. El joven había huido de México después de que la justicia ordenara su captura y la de otros dos.

El caso fue bien sonado en México. La noche del 2 de enero de 2015, Diego Cruz, Enrique Capitaine, Jorge Cotaita y Gerardo Rodríguez, todos mayores de edad, todos hijos de familias adineradas, salieron de fiesta por Veracruz, estado del Golfo de México. Llegaron a un antro, al rato se fueron y abordaron el mercedes de Capitaine para ir a otro. En el camino se encontraron a Daphne Fernández, una conocida del instituto. Ella era todavía menor de edad. Según el relato de la propia Daphne, difundido meses más tarde por su papá, abusaron de ella. En concreto tres de ellos, Cruz, Capitaine y Cotaita. Nacían Los Porkys, un grupo de jóvenes de familia rica que hacían lo que querían, una historia conocida en México.

Durante meses, la familia de Daphne no dijo nada. Su padre, Javier, contaba a EL PAÍS en marzo de este año que no actuaron “porque mi hija estaba devastada y me hizo prometer que no haría nada. Es una situación muy dolorosa, sentía mucha vergüenza. Hay chicas que nunca denuncian". En ese tiempo, el padre se reunió con los familiares de los agresores y les pidió que se disculparan con su hija, que asistieran a terapia y que se alejaran de Daphne. Pero según Fernández, incumplieron su promesa y él decidió difundir la historia, incluso unas grabaciones en las que los jóvenes se autoinculpaban.

La justicia en Veracruz ordenó la detención de Cruz, Capitaine y Coatita, a los que acusa de un delito de pederastia. Capitaine fue detenido en Coahuila, al norte del país, en mayo; luego cayó Cruz en España. Cotaita sigue prófugo.

Tras su detención, los abogados del segundo porky trataron de evitar su extradición, pero la justicia española se negó. Ahora sus defensores han promovido un juicio de amparo que retrasa de nuevo el proceso. En declaraciones al diario El Universal, el abogado de la familia Fernández, Jorge Winckler, “el juicio de amparo tardará un par de meses en resolverse, pero es evidente que él regresará al país y aquí va a ser juzgado”.