Monreal: “Cinco carteles quieren entrar en la Ciudad de México”
El Delegado de la Cuauhtémoc anuncia que quiere ser el nuevo alcalde de la capital
Ricardo Monreal (Zacatecas, 1960) es un hombre de izquierdas pero la semana pasada lo vapulearon en Twitter por gastarse 18 dólares en ostras. Tiene un chófer que le abre la puerta del coche oficial y dice que el problema que más le preocupan es la seguridad y los okupas.
Monreal es más que un Delegado de barrio de una ciudad latinoamericana. La zona que controla, la Delegación Cuauhtémoc, abarca lugares como el Centro Histórico, el casco urbano más grande y monumental de América, la Avenida Reforma, sede de la Bolsa, bancos y ministerios o zonas de ocio como La Condesa y La Roma. En resumen, uno de los políticos más poderosos del país al frente de una mini ciudad de medio millón de habitantes, que genera el 4’6 del PIB de México y 1.700 manifestaciones al año.
Pero el gran poder de Monreal radica en que es uno de los pocos hombres que le habla al oído a Andrés Manuel López Obrador, el gran candidato de la izquierda para las elecciones de 2018.
"Son organizaciones criminales en proceso embrionario que todavía no tienen la estructura de otros Estados"
Sobre el tema de la seguridad, Monreal reconoce que hasta ahora la ciudad ha vivido ajena a la violencia que desangra el resto del país sin embargo, varios delitos cometidos en los últimos días con gran repercusión mediática han reabierto el asunto. Según el Delegado, que cita informes de la DEA, “hay cinco cárteles intentando entrar y operar en la Ciudad de México”, aunque no cita ningún nombre de organización, y pide un pacto con todas las instituciones para frenar su avance.
Son organizaciones en proceso “embrionario”, dice, que todavía no tiene la estructura de otros Estados como organigrama, protección de la autoridad y complicidades políticas “pero están dedicadas a delitos de alto impacto como el narcotráfico, la trata de niñas o secuestro”.
Monreal vincula estos carteles con una "industria" en auge; la invasión de edificios. “Sólo en la Cuauhtémoc hay más de 700 edificios invadidos por distintas organizaciones”. La gran mayoría de ellos ubicados en el Centro Histórico, el corredor Roma-Condesa y Santa María de la Rivera. Un 10% de los mismos se utilizan para cometer delitos. “Hay un auge de la industria ilegal de la invasión” señala. “Tienen despachos de abogados y suelen recibir una sentencia favorable por el hecho de haberlo ocupado pacíficamente desde, al menos, hace cinco años”.
Sobre el caso del edificio en la calle de Benajamin Hill, recientemente recuperado por las autoridades, denuncia que hubo un “pacto de impunidad” para dejar a los delincuentes huir 48 horas antes.
Sólo en la Delegación Cuauhtémoc hay 700 predios invadidos
Ricardo Monreal, lleva nueve meses al frente de una entidad que mueve el 20% del dinero de la ciudad. Es una de las joyas de la corona de la capital mexicana, gobernada ininterrumpidamente por la izquierda desde que hace 20 años empezó a elegir libremente a su alcalde.
En un encuentro con corresponsales extranjeros anuncia que se presentará a las elecciones y, si las urnas vuelven a darle la razón al Movimiento de Regeneración Democrática (MORENA), su partido, será el próximo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Todo eso al mismo tiempo que López Obrador engrasa su asalto a Los Pinos. La enchilada completa. “Voy a contender como candidato exclusivamente de MORENA, sin alianza alguna” dice sólo nueve meses después de llegar al cargo, en referencia a su antiguo partido el PRD, mayoritario en la capital.
Monreal es el tercero de 14 hermanos de una familia de campo de Zacatecas. Huérfano de madre desde muy joven, presume la hechura y ambición de un toro bravo y entra al trapo ante cualquier envite nacional: “Apoyamos a los maestros porque no han sido escuchadas sus demandas y por tanto no voy a reprimir nunca su derecho a manifestarse en la ciudad” contesta.
Se nota también que la Delegación es un trampolín en el que quiere dejar su huella: “Me someteré a un referéndum revocatorio a mitad de mandato para saber si los ciudadanos quieren que continúe en el cargo” dice emulando el revocatorio inventado por Hugo Chávez en Venezuela y que no está contemplado en las leyes de la capital.
Pero volviendo a su terruño ¿Por qué se permiten la corrupción urbanística, por ejemplo en La Roma, con edificaciones que superan en muchos pisos el nivel medio? “Nos preocupa este tema pero la Delegación sólo tiene competencias para demolición o terminación de obra. La Secretaria de vivienda (SEDUVI) -dependiente del gobierno de la Ciudad de México- y la Asamblea es quien da estos permisos sobre alturas” contesta.
Colonias tradicionales como La Roma, San Rafael o Santa María de la Rivera ¿se convertirá en una nueva Condesa repleta de locales de ocio? "Queremos ponerle freno. Revisamos hasta 50 locales cada fin de semana” dice.
¿Por qué se inunda cada vez que llueve? “La gente tira basura a las calles y se taponan las coladeras” responde.
La Delegación que encabeza tiene dimensiones de ciudad. Hay 58.000 negocios y 13.000 restaurantes, bares, cantinas, locales de ocio. Pero la Delegación Cuauhtémoc es fuente de riqueza y tortura.
Uno de los reproches que más recibe es la utilización de las calles como instrumento político para golpear al gobierno de Enrique Peña Nieto al permitir el bloqueo diario de la ciudad con protestas, en ocasiones, de un puñado de personas.
El año pasado hubo más de 1.700 manifestaciones y en lo que va de 2016 son ya más de mil, un promedio de cinco diarias, según sus datos.
Monreal tampoco elude el envite y lanza otra pulla: “Esta cifra tan alta de protestas es un indicador del descontento social que hay en México. La descomposición social es peligrosa y combina las protestas de los maestros, la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, la inseguridad ciudadana y ahora subida de electricidad y gasolina. Hay riesgo de gobernabilidad” vaticina.
Después de hora y media de entrevista ha devuelto habilidosamente cada balón y lo único que anota en su libreta es la prolongación del carril bici.
Liberado su suegro trás seis días de secuestro
Juan Pérez Martínez -suegro de Ricardo Monreal- fue liberado por sus captores el viernes en Zacatecas. Pérez, de 72 años y ganadero de profesión, ya está con su famila y en buen estado de salud aunque un poco "débil y cansado" confirmó su nieto a El Sol de Zacatecas. Se desconoce si hubo pago de rescate pero la familia descartó la intervención de la policía. "La situación de Zacatecas es terrorífica" había dicho un día antes Monreal durante su encuentro con la prensa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.