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Los candidatos independientes pierden fuerza en México

Solo 9 de 308 aspirantes sin partido ganaron. La más importante victoria fue Ciudad Juárez

Armando Cabada, independiente ganador en Ciudad Juárez.
Armando Cabada, independiente ganador en Ciudad Juárez.Facebook

Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, hizo historia en las elecciones de 2015 al convertirse en el primer gobernador sin partido en México. Su triunfo marcó un pujante inicio para las candidaturas independientes, permitidas en México con la reforma política aprobada en 2013. El fenómeno, sin embargo, ha perdido impulso en las elecciones del domingo. Solo 9 candidatos independientes, todos hombres, ganaron alguno de los 1.819 cargos que estaban en juego. El más importante fue el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada.

“Es una oportunidad desperdiciada”, considera Rodrigo Ocampo, un joven politólogo cercano a El Bronco, gobernador de Nuevo León. Ocampo viaja por todo el país aconsejando a los candidatos independientes estrategias similares a las que funcionaron a Rodríguez el año pasado. En 2015 el hartazgo por los partidos hizo a los independientes ganar una gubernatura, una diputación federal y la alcaldía de Morelia, la capital de Michoacán. “No fue un fenómeno genérico sino excepcional; es difícil que se reproduzcan las mismas condiciones que hubo en Nuevo León, se requiere, por ejemplo, alta conectividad y una clase empresarial importante”, indica el experto electoral Francisco Abundis.

En estas elecciones, los triunfos fueron más discretos. ”Ciudad Juárez es la principal victoria para los independientes”, considera Ocampo. Además de la gran ciudad fronteriza del Estado de Chihuahua, de 1.3 millones de habitantes, ganaron dos municipios de Tlaxcala (Mazatecocho y Santa Cruz Tlaxcala); dos en Tamaulipas (Jaumave y Llera); en Aguascalientes (Cosío); Hidalgo (Tlanalapa); Oaxaca (Putla) y uno más en Chihuahua (Hidalgo del Parral).

“Es cierto que no ha sido lo mismo que en 2015. Pero no se debe menospreciar el fenómeno, están ahí y, pese a todos los obstáculos que les ponen, siguen ganando plazas. Sus mayores éxitos están en el norte con candidatos de lenguaje directo y sencillo”, explica el experto demoscópico Roy Campos. “No hubo un Bronco, es verdad, pero se les sometió a una fuerte criba y de 1.800 aspirantes sólo pudieron presentarse 300”, añade el analista Rubén Aguilar Valenzuela.

En todas estas localidades donde triunfaron los independientes fueron liderazgos muy locales los que derrotaron a las grandes organizaciones políticas. “Los partidos políticos tienen menos estructura en las poblaciones rurales, y estas pueden ser desactivadas”, señala Ocampo. A José Estéban Cortés le bastaron 388 votos para convertirse en el nuevo alcalde de Mazatecocho, Tlaxcala. El resto de las elecciones se ganaron con menos de 4.000 sufragios a excepción de los 167.517 conseguidos por Armando Cabada, un presentador de noticias local, para hacerse con Ciudad Juárez.

Un factor jugó en contra de los independientes en estos comicios. Las aspiraciones de los sin partido se vieron desplazadas en una elección marcada por un fuerte voto anti PRI. Las candidaturas independientes en Estados que elegían gobernador mostraron poca autonomía. El voto por el PAN, que logró arrebatar siete entidades al partido tricolor, también impulsó a sus candidatos en municipios. La ola azul terminó por desplazar a los independientes a terceros puestos. Así sucedió en Victoria, la capital de Tamaulipas, un Estado donde el PAN barrió al PRI, que gobernaba la región desde 1929.

Chacho Barraza, el independiente que luchaba por convertirse en gobernador de Chihuahua, obtuvo el tercer puesto. Consiguió 208.300 votos, el 18% de las preferencias, pero quedó en el tercer puesto tras el PAN y el PRI. Por segundo año consecutivo, el norte del país volvió a mostrarse como la región donde mejor se recibe el mensaje anti partidos, y donde más posibilidades de éxito tienen los independientes.

En Cancún, una de las ciudades más importantes de Quintana Roo, también hubo una división del voto. El independiente era Gregorio Sánchez, un popular exalcalde evangélico que estuvo cerca de convertirse en gobernador en 2010. Este año, el Gobierno local lo consiguió, por primera vez, una alianza del PAN y el PRD. Esa misma unión disputó la alcaldía al poderoso PRI. Sánchez fue relegado al tercer puesto. “Si tienes un independiente fuerte y hay otros fuertes se fragmenta el voto de oposición al régimen, y el PRI sale beneficiado porque tiene muy bien trabajadas sus estructuras”, apunta Ocampo.

En Ciudad de México el conjunto de los independientes logró más votos que el PRI

David Marcial Pérez

Ninguno de los 21 candidatos independientes que participaron en las elecciones de Ciudad de México logró siquiera hacer sombra a las dos fuerzas políticas que libraron el grueso de la batalla. Morena y PRD se repartieron casi las tres cuartas partes de la bolsa de votos. Los independientes rasparon apenas un 8%. Pese a la desproporción, David se apuntó un tanto ante Goliat. Sumando todos los votos obtenidos por los aspirantes sin partido –173.797– superan al apoyo obtenido por el PRI –150.328– que ha sufrido un severo revés en estos comicios, al despeñarse en más de cinco puntos desde los números previstos por las encuestas.

En principio, ningún independiente entrará en la Asamblea Constituyente, que se encargará de redactar la nueva carta magna de la capital y se disolverá en febrero de 2017, una vez finalizada su tarea. Habrá de todos modos que esperar al recuento definitivo, que comienza el miércoles. El aspirante más votado, Ismael Figueroa Flores, el secretario del sindicato de bomberos capitalino, aún podría tener alguna opción. Sus 21.443 votos le dejan en el umbral de la representación.

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