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Macarena Gelman: “Es una sentencia satisfactoria”

La nieta del poeta Juan Gelman y otros familiares de víctimas celebran las condenas por el Plan Cóndor

Madres de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos aguardan el fallo por el Plan Cóndor.
Madres de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos aguardan el fallo por el Plan Cóndor.David Fernández / EFE

Macarena Gelman sonríe nerviosa al escuchar la condena de un tribunal argentino a 25 años de cárcel para el coronel uruguayo Manuel Cordero, uno de los verdugos de su madre, María Claudia García. "Es el primer uruguayo condenado por el caso de mi mamá, para mí es muy significativo", expresa, con emoción contenida, al finalizar la lectura del veredicto del juicio por el Plan Cóndor, que por primera vez ha certificado el pacto de las dictaduras suramericanas para asesinar disidentes.

Macarena nació por segunda vez hace 16 años, cuando descubrió que era una niña robada por la dictadura argentina. Al poco de nacer, fue arrancada de los brazos de su madre, torturada y desaparecida por la dictadura argentina en 1976, y entregada a un policía uruguayo y su mujer. Con 23 años conoció a su abuelo biológico, el poeta argentino Juan Gelman, quien la buscó infatigablemente hasta dar con ella, en Montevideo, en el hogar donde creció sin conocer el oscuro destino de sus verdaderos padres.

"Es una sentencia satisfactoria. Realmente se le mueve a uno algo muy profundamente cuando escucha las condenas por lo que tienen que ser, cuando escucha los impedimentos que van a tener, la condena que van a cumplir, en un contexto de justicia, con todas las garantías que no tuvieron nuestros familiares", dice Macarena en la abarrotada sala de audiencias del tribunal. No la pudo acompañar su abuelo, quien falleció en 2014, pero sí los versos inmortales que le dedicó tras encontrarla: "Ella llora con una rueda en la garganta/ que gira contra el deseo y con restos de oscuras órdenes/ Hay que envolverte ahora/ con la luz que seas".

Otro de los familiares de víctimas presentes en la sala es Andrés Habegger, hijo de Norberto Habegger, quien fue secuestrado en Río de Janeiro y desaparecido supuestamente por fuerzas de seguridad argentinas ayudadas por las brasileñas. "Púdranse en la cárcel, hijos de puta", grita Andrés a los condenados una vez finaliza la lectura del fallo y en el tribunal se mezclan aplausos y lagrimas. El hijo de Norberto estrenará en unos meses un documental sobre la investigación que realizó sobre su padre, quien fue borrado de su vida cuando tenía 9 años.

"Lo más importante es que se demostró que el Plan Cóndor fue una asociación ilícita de las diferentes dictaduras", asegura Andrés Habegger. "Los otros países no están pudiendo juzgar estos crímenes, por eso el fallo tiene valor no solo para Argentina sino para todos los países", continúa, mientras admite que el veredicto "cierra algunas heridas" y le ha producido "alivio".

La presidenta de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, es más crítica. Celebra el fallo, pero subraya que la justicia debería haber llegado antes, cuando aún vivían los máximos responsables del Plan Cóndor, entre ellos el dictador Rafael Videla, fallecido en 2013, sólo tres días después de afrontar su responsabilidad en el pacto de represión de las dictaduras suramericanas.

"Falta un poco más de resistencia hasta lograr que no quede nada de impunidad. Que podamos vivir pensando que no se van a volver a repetir esos hechos terribles de represión y de metodologías que no las queremos nunca más", afirma Nora, con el simbólico pañuelo blanco de las Madres en la cabeza y la fotografía de su hijo desaparecido, Carlos Gustavo Cortiñas, colgada del cuello. A sus 86 años, sabe que queda un largo camino por delante, pero se muestra optimista: "Faltan el resto de las condenas, falta que nos digan donde están los detenidos desaparecidos y a quién entregaron los bebés de sus madres cautivas. Falta mucho, pero lo vamos a lograr".

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