Un edificio de Ciudad de México era una cárcel de extorsión para extranjeras sin documentos
Agentes retenían a foráneas sin papeles cobrándoles a cambio de no avisar a migración
Un edificio que era una cárcel de la extorsión. Eso se encontraron policías de Ciudad de México cuando realizaron un operativo en un céntrico edificio de la capital. 15 mujeres extranjeras estaban secuestradas por un grupo de delincuentes que incluía a dos policías federales.
Según los primeros detalles de la investigación, las víctimas han denunciado que los policías y sus compinches civiles (otros dos) las tenían allí encerradas y las extorsionaban a cambio de no denunciarlas al Instituto Nacional de Migración por no tener permiso de residencia en México.
Las mujeres liberadas son de Argentina, Colombia, Paraguay y Venezuela. Estaban en un edificio de la colonia Nápoles, a sólo unas calles de la Monumental, la famosa plaza de toros, del centro de negocios World Trade Center y de Insurgentes, la principal avenida de la capital.
Cuando abrieron la puerta de una patada se encontraron al primer grupo de secuestradas
El operativo fue el lunes sobre las diez de la noche. Policías de la Ciudad de México llegaron al edificio (no está claro si alertados por una denuncia ciudadana o de una de las raptadas) y se encontraron con uno de los dos civiles, Víctor Manuel Carmona Caselín, que les mostró una identificación de la Policía Federal. Era falsa. Luego entraron en uno de los departamentos dándole un patadón a una puerta y allí estaba el otro civil, Manuel Vila Fuerte, que también les enseñó una cédula de la Federal que tampoco le correspondía. Junto al segundo embustero encontraron al primer grupo de mujeres, que dijeron a los policías del operativo que estaban secuestradas.
Detenidos los dos primeros delincuentes, la policía localizó otro departamento en el que estaban cautivas el resto de las mujeres. Y cuando salían del edificio con los arrestados y con las víctimas recién puestas en libertad, se toparon con la otra pareja de delincuentes, los dos policías federales, estos sí de verdad, con cédulas reales, y que sobre la marcha dijeron que estaban allí investigando un posible caso de trata de personas. Los dos policías también fueron detenidos.
Se les acusa de secuestro exprés, extorsión y abuso de autoridad.
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