Compromiso con Gaza y Venezuela

El periodista David Segarra viajaba a bordo de la 'Flotilla de la Libertad'

El valenciano David Segarra, de 33 años, salió rumbo a Gaza el 27 de mayo por los mismos motivos por los que hace tres años se fue a vivir a Venezuela: una mezcla de periodismo y compromiso. Desde muy joven participó en colectivos políticos de izquierda. Fue uno de los impulsores de L'Avanç, un diario semanal que resistió varios años en los quioscos valencianos a base, sobre todo, de voluntarismo.

A Venezuela llegó con algún contacto, ningún acuerdo cerrado y el dinero justo. Empezó a trabajar con su cámara. Montó una productora. Grabó documentales. Sobre el racismo en Venezuela,...

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El valenciano David Segarra, de 33 años, salió rumbo a Gaza el 27 de mayo por los mismos motivos por los que hace tres años se fue a vivir a Venezuela: una mezcla de periodismo y compromiso. Desde muy joven participó en colectivos políticos de izquierda. Fue uno de los impulsores de L'Avanç, un diario semanal que resistió varios años en los quioscos valencianos a base, sobre todo, de voluntarismo.

A Venezuela llegó con algún contacto, ningún acuerdo cerrado y el dinero justo. Empezó a trabajar con su cámara. Montó una productora. Grabó documentales. Sobre el racismo en Venezuela, sobre el golpe de estado del año 2002... Se instaló en un piso de un barrio popular de Caracas, un lugar que, según a qué horas, los taxistas locales prefieren evitar. Estableció relaciones cada vez más estrecha con Telesur, el canal de pretensiones panamericanas constituido por siete países y financiado, sobre todo, por Venezuela.

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Quienes lo conocen aseguran que no era la primera vez que intentaba entrar en Gaza. El pasado enero se sumó a un convoy que trató de introducir ayuda humanitaria en la franja por vía terrestre, a través de la frontera con Egipto. De todos los vehículos que intentaron acceder al territorio palestino, sólo uno lo consiguió. Y Segarra iba en él. Pasó allí 48 horas, y grabó Cebras de Gaza, el esbozo de un documental sobre los mecanismos psicológicos que permitían a la población palestina, y especialmente a los niños, sobreponerse a la última guerra (los ataques israelíes que se produjeron entre diciembre de 2008 y enero de 2009) y a la situación de bloqueo en la que viven desde entonces.

El título del documental se refería a un hecho que en su momento tuvo cierta repercusión: la decisión del responsable del zoológico local de pintar varios burros a rayas blancas (como cebras) para suavizar la realidad de que buena parte de los animales habían muerto y resultaba imposible reponerlos.

En esta ocasión, el viaje a Gaza tenía dos objetivos: cubrir la travesía para Telesur y recoger material suficiente como para terminar el documental. Voló a Estambul. Esperó con el resto de periodistas y cooperantes la salida de los barcos, que en principio debían partir de la capital turca. Finalmente, con varios días de retraso, lo hicieron desde un puerto más hacia el sur. El periodista se mantuvo conectado a través del correo electrónico y de Twitter casi hasta el final, cuando los móviles ya habían dejado de funcionar. "La emisión satélite está cayendo. Internet funciona todavía...", escribía el domingo por la tarde. El último post lo colgó poco antes del abordaje: "Confirmado: hay al menos dos navíos israelíes y helicópteros siguiendo a la flota de Gaza. Los seis barcos se encuentran bien y en ruta".

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Los cooperantes Manuel Tapial (izquierda) y Laura Arau (derecha), junto al periodista David Segarra.EFE

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