Hummus con zanahoria asada y pimentón

Un aperitivo sano, sabroso y económico con el característico sabor de la zanahoria asada, que también puede servir para alegrar una tostada mañanera o unas verduras a la plancha.

Para untar sin pararLEILA MÉNDEZ

¿Hay aperitivo más sencillo, rico y apañado que el hummus? No lo creo. Además es barato, le gusta a casi todo el mundo y, si te cansas de la versión tradicional, siempre puedes tunearlo (como hicimos hace un tiempo usando remolacha y hierbabuena). Llevaba tiempo pensando que la textura y el sabor de la calabaza o la zanahoria asadas podían irle muy bien, y decidí intentarlo con las segundas. El resultado fue estupendo, un poco más ligero que el hummus de garbanzo solo pero igual de untuoso, y con el sabor ligeramente tostado de las zanahorias asadas.

El único secreto para que el plato salga bien es escoger unas zanahorias bien frescas; si optamos por las que tienen rabito y son de tamaño medio iremos sobre seguro. Los tiempos pueden variar ligeramente dependiendo del tamaño de la hortaliza en cuestión: si son muy diferentes podemos cortar por la mitad solo las más grandes, y dejar las más pequeñas enteras. Si no tenéis horno, podéis conseguir un resultado muy parecido dorando las zanahorias en la sartén con un poco de aceite, unos cuatro minutos por cada lado a fuego medio.

Sale una buena cantidad; si sobrara algo se puede guardar durante unos días en la nevera, tapado y cubierto con un chorro de aceite para que no se seque. Además de como aperitivo, también sirve para alegrar una buena tostada -con anchoas y algún encurtido está buenísimo-, un bocadillo o una parrillada de verduras o setas: tiene tantas aplicaciones que, cuando se te termine, tendrás que hacer más.

Dificultad: Necesitas una batidora.

Ingredientes

Para 6 personas (como aperitivo)

  • 400 g de garbanzos cocidos
  • 400 g de zanahorias (unas 8, dependiendo del tamaño)
  • 4 cucharadas de tahini (o al gusto)
  • 1 diente de ajo (o al gusto)
  • El zumo de un limón (o al gusto)
  • 1 cucharadita rasa de pimentón (dulce, picante o mezcla)
  • ½ cucharadita de semillas de hinojo
  • 50 ml de agua fría
  • Aceite de oliva
  • Sésamo tostado
  • Sal
  • Crudités y palitos de pan para acompañar

Instrucciones

1.
Limpiar las zanahorias y hervirlas durante 12 minutos. Escurrir, pintar con un poco de aceite y llevar al horno a 200 grados durante unos 20 minutos, hasta que queden doradas. Retirar y dejar enfriar.
2.
Cortar las zanahorias en rodajas gruesas y ponerlas en un bol -o en un robot de cocina- con los garbanzos, el ajo, el zumo de limón, el tahini, el pimentón, el agua y las semillas de hinojo. Triturar hasta conseguir una textura fina, añadiendo un poco más de agua si es necesario.
3.
Servir con semillas de sésamo espolvoreado por encima, y crudités y palitos de pan, regañás o pita para acompañar.

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