‘Smash burger’ casera sin complicaciones
Preparar la hamburguesa de moda en casa es fácil si eliges bien la carne, vigilas su proporción de grasa y sabes hacer un giro de muñeca para darle la vuelta
La smash burger es una hamburguesa en la que te has sentado encima o que se te ha caído desde un quinto piso, una bola de carne que aplastas sobre una plancha a punto de fusión nuclear hasta dejarla de no más de un centímetro de grosor, más o menos. Hay grandes entusiastas de las smash burgers, pero ¿en qué consiste su bondad respecto a las hamburguesas más gorditas? A algunos esto de aplastar las hamburguesas o las bolas de carne sobre una plancha les despierta el rapsoda que llevan dentro, pero sus virtudes se pueden reducir a un par: cuanto más aplastas y desparramas la carne hay más superficie para el tueste y, por lo tanto, para las reacciones de Maillard, que aportan miríadas de moléculas aromáticas y de sabor. Y aumenta también la superficie susceptible de adquirir cierto puntito crujiente, que tiene un gran atractivo para los humanos.
Pero, lo fundamental para una buena smash burger -igual que para cualquier hamburguesa- es una carne de calidad con una proporción adecuada de grasa, que contribuye al sabor y al churruscamiento: las recomendaciones oscilan entre el 20% y el 25% en peso; la aguja de vacuno o incluso la falda son unos cortes muy adecuados, por ejemplo, aunque puedes atreverte con el lomo alto si tu presupuesto te lo permite.
Para preparar una smash burger lo suyo es partir de una bola de carne, que se aplasta sin más, dejando que los bordes queden irregulares, y disponer de una buena plancha o una sartén de hierro fundido. Es básico usar una superficie de cocción a una temperatura muy alta, necesaria para tostar bien la carne por fuera mientras la cocina brevemente, para que se haga por dentro al punto justo que queremos antes de que empiece a exudar todos sus jugos. El pan también va un poco a gusto del consumidor: hay quien prefiere los panecillos tipo Viena, más neutros, quien ama la dulzura del brioche -y quien lo odia porque cree que eclipsa el resto de sabores- y también están los acérrimos defensores del pan de patata o potato roll. Por suerte, hay opciones para todo el mundo.
Tiempo: 17 minutos
Dificultad: Ojo a dejar la carne más seca que la mojama.
Ingredientes
Para 2 hamburguesas
- 300 g de aguja o falda de vacuno (o lomo alto), picada (si se duda del contenido de grasa de la carne, agregar 30 g de tocino ibérico picado)
- 3-4 hojas de lechuga
- 2 tomates pequeños
- 2 bollos de hamburguesa
- 2 lonchas de queso fundente
- Sal y pimienta
- Salsas al gusto
Instrucciones
Sazonar la carne picada con sal y pimienta, y formar dos bolas iguales (junto con el tocino picado, si se pone).
Lavar y secar la lechuga, y dejar las hojas preparadas. Lavar los tomates y cortar en rodajas.
Si se quiere, tostar los bollos de hamburguesa abiertos.
Calentar una plancha o sartén pesada a tope de power y, cuando esté bien caliente, poner las dos bolas de carne. Aplastarlas de inmediato con una espátula de metal hasta conseguir un grosor aproximado de un centímetro.
Tostar por la primera cara, debe ser suficiente con dos o tres minutos como mucho. Dar la vuelta con la espátula y tostar brevemente por la segunda cara.
Poner en cada bollo lechuga al gusto y tomate en rodajas. Colocar sendas hamburguesas recién hechas y acabar con el queso, que deberá ablandarse con la temperatura de la carne. Si se quiere muy fundido, poner el queso sobre la carne aún en la plancha, cuando se esté cocinando por la segunda cara, y pasar el conjunto de carne y queso directamente al bollo.
Agregar alguna salsa; o no, y comer inmediatamente.
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