Empanadillas fritas de manzana (‘fried apple pie’)
Una masa casera crujiente, un relleno aromático y no muy dulce, y un rebozado final de azúcar y cardamomo: vale la pena freír de vez en cuando si el resultado es tan delicioso como en este clásico estadounidense
Si algo nos han enseñado los estadounidenses gastronómicamente hablando, es que la mayoría de cosas mejoran fritas. Vale, quizás no es lo más recomendable del mundo comer cosas cocinadas en aceite hirviendo todos los días. Pero a ver, de vez en cuando… o, por lo menos, dos veces a la semana. Bueno, que me voy por las ramas: si coges algo tan maravilloso como un pastel de manzana, y lo fríes, pues no puede estar malo. No solo eso, es que está muy bueno.
Llámalo empanadillas de pastel de manzana, o llámalo apple pie de McDonald’s, que es de donde todo el mundo conoce esta -en mi opinión- delicatessen. Pero, a pesar de que a los que les gusta esa versión les gusta mucho, he de deciros que sabe a canela y poco más. Hacerlas desde cero en casa tiene varias ventajas: la masa es tierna y crujiente, rebozadita en un azúcar de cardamomo súper aromático. El relleno es dulce al punto justo, con manzana ácida que contrasta de maravilla, y una cantidad de especias adecuada, que complementa pero no empalaga.
Si no quieres hacer la masa desde cero, puedes usar masa de empanadillas del súper, aunque son diferentes: la de esta receta es más fina y delicada. Si no tienes manzana ácida a mano, puedes usarla y añadir el zumo de medio limón al relleno, en vez de las dos cucharadas de agua. El mejor momento para comerse las empanadillas, por cierto, es 10 minutos después de hacerlas, cuando aún estén templaditas. Pero cuidado con morderlas demasiado rápido, porque ese relleno calentito podría ser el responsable de que te abrases la lengua y no puedas saborear nada en una semana.
Tiempo: 120 minutos
Dificultad: Trabajar la masa, que es un poco pegajosa
Ingredientes
Para 8 pasteles
Para la masa
- 200 g de harina de trigo
- 3 g de sal
- 120 ml de agua templada
- 5 ml de zumo de limón o vinagre
- 25 g de mantequilla
Para las empanadillas
- 1 manzana Granny Smith o similar (ácida)
- 25 g de mantequilla
- 25 g de azúcar moreno
- 1 pizca de sal
- 1 chorrito de extracto de vainilla
- 1 cucharada de sirope de arce o media de miel
- 1 pizca de canela en polvo
- 1 pizca de jengibre en polvo
- 1 cucharilla de maicena
- 1 huevo batido
- 75 g de azúcar mezclados con media cucharadita de cardamomo verde molido
- Aceite de girasol para freír
Instrucciones
1. Para la masa
En un bol, mezclar el agua, el zumo de limón y la mantequilla derretida.
En otro bol, añadir la harina y la sal. Mezclar, hacer un hueco en el centro y añadir los líquidos. Mezclar con unas varillas y cuando la harina esté integrada, amasar con las manos durante cuatro minutos, o hasta que la masa se incorpore y sea relativamente lisa.
Envolver en papel film y refrigerar un mínimo de una hora.
4. Además
Mientras, preparar el relleno: pelar y picar la manzana en cubitos. En un cazo, añadir la mantequilla, el azúcar moreno, la pizca de sal, el extracto de vainilla y dos cucharadas de agua. Mezclar y calentar sobre fuego medio-alto hasta que hierva.
Añadir la manzana en cubos y cocerla durante cuatro minutos.
Con un cucharón o espumadera, sacar la manzana escurriendo todo el líquido posible.
Añadir al cazo el sirope de arce, mezclar, y reducir sobre fuego medio hasta que al remover con la espátula se vea el fondo.
Mezclar la maicena con dos cucharaditas de agua, y añadirlo al cazo junto a la canela y el jengibre en polvo. Mezclar, verter en el bol de la manzana, mezclar y dejar enfriar por completo.
Sacar la masa de la nevera y estirarla en una superficie enharinada, hasta que se pueda recortar un rectángulo de 33 centímetros por 18. Cortar nueve rectángulos de 11x6 centímetros, volver a amasar los recortes, estirarlos, y cortar otros cuatro rectángulos de la misma medida
Barnizar los bordes de un rectángulo con huevo batido. Colocar una cucharada del relleno en el centro, estirar ligeramente otro rectángulo, y colocarlo encima. Presionar firmemente por los bordes, sellando la empanadilla, y después recortarlos con un cuchillo, presionando al cortar para sellarlos del todo. Repetir con las ocho empanadillas y refrigerarlas al menos media hora.
Freír las empanadas en aceite de girasol a 180 grados durante cinco minutos, o hasta que estén bien doradas por ambos lados. Sacarlas a una rejilla, dejarlas enfriar 15 segundos, y después rebozarlas en el azúcar de cardamomo. Consumir preferentemente antes de que se enfríen.
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