La cocina solo es química
‘Lecciones de química’, de Bonnie Garmus (Editorial Salamandra) es una novela gastronómica donde apenas se habla de gastronomía
Lecciones de química, de Bonnie Garmus (Editorial Salamandra) es una novela gastronómica donde apenas se habla de gastronomía. Pero la trama no tendría sentido si no transcurriera en una cocina convertida en laboratorio; en un recetario que busca la perfección a través del conocimiento científico, ni sin una protagonista que no es cocinera, sino química. Aquí no existen evocaciones nostálgicas a una familia, ni aromas que lleven a los personajes a momentos emotivos de su vida. No. Aquí la cocina se trata en términos químicos y esto la hace diferente.
“El objetivo de estos respiraderos (refiriéndose a un hojaldre relleno) es que la molécula de agua disponga del espacio necesario para transformarse en vapor y encontrar una vía de salida. Sin esos conductos, su pastel de hojaldre sería como el Vesubio”, dice la protagonista en un momento determinado durante su programa de cocina en la televisión. La novela fluye armónicamente a ratos haciéndonos sonreír, con ese humor de personajes brillantes y cultos, que no corresponden al mundo de los vivos; a otros, envolviéndonos en la rabia por la desigualdad de género; y, a muchos, en la maravilla de cómo se trata el mundo culinario.
En los primeros capítulos, la autora, nos sitúa en el personaje: Elizabeth Zott, una de las pocas químicas de la época, rechazada por sus compañeros, expulsada del mundo de la investigación por ser madre, apasionada de la cocina y mujer con las ideas muy claras. La vida de este personaje da un giro por un hecho azaroso: un simple robo de la fiambrera que le preparaba a su hija para llevársela al colegio. A partir de ahí, en poco tiempo, se convierte en la presentadora más mediática de la televisión con su programa Cena a las seis. Sin más normas que las que le dictaban sus investigaciones en la cocina (“la cocina es pura química”), sin tapujos a la hora de hablar de la liberación de las mujeres en los hogares, sin más fin que intentar transmitir su lucha por la igualdad y su pasión por la gastronomía.
“Sé por experiencia que hay demasiada gente en el mundo que no aprecia el trabajo ni el sacrificio que conlleva ser esposa, madre, mujer. (…) Al término de estos treinta minutos que pasaremos juntas, habremos conseguido hacer algo que valga la pena. Habremos creado algo que no pasará inadvertido. Habremos preparado la cena”, expresa la protagonista, en alguno de sus programas de televisión. Los personajes son creíbles desde el primer momento. Incluso hasta el perro que habla, Seis y Media (llamado así por ser la hora exacta en que Elizabeth lo rescató de la calle). Temas como la maternidad, el matrimonio, la amistad, la búsqueda de las raíces… todos se introducen en el tubo de ensayo con una buena dosis de humor, creando así la poción mágica de un libro absolutamente delicioso.
“La química es inseparable de la vida; la química, por su propia definición, es vida. Pero, al igual que este pastel, la vida requiere de una base sólida. En su hogar, esa base sólida son ustedes”. La autora, Bonnie Garmus, a sus 60 años, con más de 90 noes y sus respectivas puertas cerradas, consigue que el primer sí y con él, un éxito arrollador (hasta la fecha, la novela se ha traducido a 39 idiomas). Esto llena de valor, aún más, a esta novela, porque es la demostración que nunca es tarde para comenzar una carrera profesional, que no hay edad para conseguir un sueño, que no existen límites cuando crees en lo que estás haciendo.
Parte del éxito de esta novela se encuentra en que los derechos de la misma fueron adquiridos rápidamente por Apple TV+ y, en 2023, se estrenó la miniserie protagonizada por Brie Larson (La habitación, Capitana Marvels…) y Lewis Pullman (Top Gun Maverick o La batalla de sexos). El film respeta la estructura narrativa del libro, le quita una buena dosis de feminismo (que en la novela es constante y necesario) y subraya con acierto la trama de búsqueda de identidades tan importante en el desarrollo de la historia. Como añadido, e intentando hacer un inicio de transmedia, la plataforma ofrece un extra donde se puede ver a los dos protagonistas en un programa de televisión real preparando, justamente, la lasaña. Una recomendación: no lo vean, le quita mucha brillantez, sobre todo a Lewis Pullman, que creo que no ha cogido un plato en su vida.
En definitiva, un libro de cabecera para aquellas personas a las que les gusta comprender los procesos de cocina.