La pequeña Denominación de Origen Priorat, con tan solo 2.166 hectáreas de viñedo en producción, según datos del Consejo Regulador, la inmensa mayoría variedades tintas, ha adquirido fama mundial por sus extraordinarios vinos, fruto de un terroir excepcional que modela uno de los paisajes vitícolas más espectaculares y atractivos de Europa. Su accidentada orografía, un laberinto de colinas donde el terreno se desliza en estratos fascinantes formando bancales (costers) donde se aferran las cepas asomadas al vacío, está conformada por las estribaciones de la Sierra de Montsant tapizada de pequeñas parcelas con viñedos que llegan hasta casi los 1.000 metros de altura. Es el reino de la pizarra o llicorella, suelo que sustenta el fuerte carácter y la singularidad de sus vinos de terruño con vocación de grandeza, incluso desde su insignificancia numérica. Pocas zonas vitivinícolas reúnen en tan pequeño espacio la conjunción de factores climáticos, edafológicos y ampelográficos.
Era solo cuestión de tiempo para que viticultores audaces, respaldados por la pericia de enólogos amantes del riesgo, exploraran el potencial de los vinos blancos basados principalmente en la variedad garnacha blanca. Estos vinos, menos conocidos, pero igualmente grandiosos, hablan de tú a tú, sin complejos, a los grandes tintos. Se trata de vinos habitualmente fermentados en roble francés y posteriormente criados con sus lías finas, al estilo borgoñón.
Suelen estar elaborados con viejas garnachas blancas, solas o en compañía de otras variedades blancas nobles, lo que permite aunar complejidad y finura, potencia y sutileza, virtudes donde se refleja el carácter distintivo de los vinos escritos en la pizarra del Priorat. Estas seis propuestas son una excelente alternativa blanca a los soberbios tintos del Priorat.
Nelin 2020
René Barbier, pionero de los nuevos vinos del Priorato, sigue en cabeza de los blancos con su Nelin, inspirado en los antiguos brisats. Para su elaboración parten de su viñedo de 5,8 hectáreas distribuido en cuatro parcelas donde han reintroducido distintas variedades autóctonas como son pansal, picapoll blanc, cartoixá. El vino fermenta con sus pieles en barricas de roble con posterior crianza de 12 meses en tinas de 1.200 litros y seis meses en cubas de acero inoxidable. Aroma complejo, intenso, profundo y complejo, con notas de roble, tostados y especias, junto a una frutosidad madura, flores secas, hierbas de monte. Sabroso, equilibrado, fresco y envolvente, tiene un final ligeramente especiado.
Dominik Huber elaboró su primer vino blanco para mostrar su potencialidad en Priorat. Y así nace Pedra de Guix, una mezcla de viejas cepas de las variedades pedro ximénez, macabeo y garnacha blanca. Esta nueva añada renuncia al roble francés y realiza la vinificación por separado de las tres variedades en tanques de cemento, para luego envejecer el vino durante ocho meses también en cemento. Soberbia nariz, potente, compleja, profunda y elegante, en la que destaca la fruta madura, los cítricos, junto a notas de hierbas aromáticas, frutos secos, y recuerdos de bollería. Seco, graso y jugoso, con intenso y fresco sabor afrutado en final de boca, y largo postgusto de deliciosa salinidad.
· Terroir al Limit, Torroja del Priorat (Tarragona) · Teléfono: 977 828 057 · Web: terroir-al-limit.com · DOQ: Priorat · Cepas: garnacha blanca, macabeo y pedro jiménez · Tipo: blanco crianza, 13,5% · Precio: 64 euros · Puntuación: 9,5/10
Massipa de Scala Dei 2021
Este vino es la feliz recuperación de un clásico de Scala Dei, que en el pasado se elaboraba con el nombre de “Blanc de Scala Dei”. El vino se nutre de un viñedo de 45 años situado a 650 metros de altura. La fermentación se realizó en un pequeño depósito de hormigón, con posterior crianza con sus lías finas durante 5 meses. Finalmente, el vino pasó a dos fudres de roble francés, donde permaneció otros 12 meses. Aromas de frutas de hueso, notas florales silvestres y cítricas, recuerdos de especias y toques melosos y tostados. Sabroso, envolvente, glicérico, con paso de boca goloso y un final largo e intenso con ligeras notas de menta en el retronasal que se afianza en su frescor cítrico.
Extraordinaria labor de Ramón y Valent Llagostera, empeñados en elaborar vinos singulares, enraizados en sus viejas viñas de Poboleda, en el corazón del Priorat histórico. Cepas cultivadas en bancales de fuerte pendiente sobre el río Siurana sobre suelos de licorella. El vino fermenta en depósitos de inoxidable, tras lo cual se evita que realice la maloláctica para reposar tres meses con las lías. Así logran que el vino te envuelva con su intenso aroma frutal, las elegantes notas florales, las notas cítricas y los balsámicos de hierbas de campo. Su equilibrio permite que en boca resulte fresco, casi ligero para su gran estructura, de viveza cálida y con un sabor intenso presidido por la fruta.
Con las viñas de su pequeña finca Les Brugueres-Corrals d’Escaladei, de poco más de una hectárea, situada a unos 400 metros de altitud sobre suelos pizarrosos, la bodega La Conreria d'Scala Dei elabora este blanco monovarietal de viejas garnachas blancas. El vino fermenta en barricas de 400 litros de roble francés, donde tiene una posterior crianza con sus lías durante nueve meses. Aroma fragante, complejo, donde desataca la fruta carnosa, con notas cítrica y de hierba seca, sobre un fondo elegante de cedro y especias. Sabroso, de refinada textura sedosa, equilibrado y fresco, tiene un persistente sabor frutoso y una excelente evolución en boca con postgusto ligeramente mentolado.
Vall Llach es un ejemplo de lo que pueden dar de sí uvas foráneas como la viognier plantadas en el paraje más agreste de la finca Mas del Porrerà de condiciones ambientales, orográficas, insolación y altura inusuales. Aigua de Llum se elabora en cantidades extremadamente limitadas y solo en las cosechas que la bodega considera excepcional. El vino tiene una leve crianza de cuatro meses en barricas nuevas de 300 litros. Aroma intenso y expresivo, con abundantes notas de fruta carnosa madura y exótica, flor blanca, hierbas balsámicas en una sugerente atmósfera levemente especiada. Sabroso, de paladar mórbido, fresco y amplio, que evoluciona hacia un largo y frutal retrogusto.
Periodista, escritor, y crítico enogastronómico. Premio Nacional de Gastronomía 2002. Es crítico enológico de EL PAÍS desde finales de los ochenta. En 1989 participó en la fundación de Slow Food, donde ha sido vicepresidente internacional y presidente nacional. Es autor de libros como 'El Libro del Vino' y 'El Libro de los Aguardientes y Licores'.