El artista Miralda impulsa una campaña para criticar el modelo de alimentación de McDonald’s
El autor, a través de su plataforma Food Cultura, invita a esparcir ‘flyers’ en forma de patatas fritas con mensajes críticos con el ‘fast food’
El artista Antoni Miralda es el impulsor de una campaña pacífica que invita a reflexionar y criticar el modelo de alimentación que promueve McDonald’s, que esta semana reúne a 14.000 personas en Barcelona en su primera convención en 82 años fuera de Estados Unidos. Miralda, que lleva años trabajando con la comida como material artístico, contó este lunes en un acto en la galería Juan Naranjo, que esta acción llamada McCelona, que invita a esparcir ...
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El artista Antoni Miralda es el impulsor de una campaña pacífica que invita a reflexionar y criticar el modelo de alimentación que promueve McDonald’s, que esta semana reúne a 14.000 personas en Barcelona en su primera convención en 82 años fuera de Estados Unidos. Miralda, que lleva años trabajando con la comida como material artístico, contó este lunes en un acto en la galería Juan Naranjo, que esta acción llamada McCelona, que invita a esparcir flyers en forma de patatas fritas con mensajes críticos con la industria del fast food, “es un gesto artístico, creativo y poético” para invitar a la reflexión sobre el modelo de consumo. “No vamos a cambiar el mundo, pero siento que tenemos una necesidad de manifestarnos”, decía, “no solo como artistas, sino como personas”.
“Esto es subcultura y nada más”, decía quizá con algo de resignación Miralda, que a sus 82 años sabe bien lo que es transitar el fondo de la sociedad a través del arte. En poco más de dos semanas, el artista, siempre atento a lo que sucede en el mundo, se dio cuenta de que nadie había alzado la voz por la presencia de miles de empleados convocados por la multinacional McDonald’s en Barcelona, justo poco después de que haya sido capital de la alimentación sostenible y la misma semana que la Generalitat anuncia las adhesiones a la campaña ‘Cataluña, región mundial de la gastronomía 2025′.
“Que Barcelona sea invadida de esta manera, que pase de ser la capital de la comida sostenible a la capital del McDonald’s me parece demasiado fuerte”, reflexionaba el artista. Con la plataforma Food Cultura, que impulsó junto a la cocinera Montse Guillén, han propuesto una acción que va a durar toda la semana y se va a reflejar especialmente en las redes sociales. Miralda ha diseñado unas bolsas de patatas fritas como las de McDonald’s, dónde cada patata incluye un mensaje sobre la repercusión de este tipo de industria alimentaria: la desforestación, la obesidad, el consumo excesivo, la basura que genera, la homogeneización de la alimentación o la implicación de la empresa en la guerra de Gaza a raíz de que un franquiciado israelí dio hamburguesas gratis al ejército de Israel.
La idea es que quién quiera sumarse vaya a un McDonald’s de los 22 que hay en la ciudad y esparza estas patatas fritas mensajeras - que también se pueden imprimir desde las redes de la plataforma- en los locales para que los clientes lean los mensajes y tengan más información de la industria que apoyan con su comida. “Es una acción más poética que de guerrilla, pero sí que nos queremos manifestar de forma irónica”, añadía Miralda en su explicación. “Es una convención privada de la compañía, pero en algún momento se ha hablado 14.000 personas no llegan solas”, decía el artista en referencia a la colaboración de las administraciones públicas en este macro evento privado, que reúne toda la semana a miles de personas, con un concierto de Dua Lipa y The Killers en el Palau Sant Jordi incluido.
Esta “forma social improvisada para poner color a la ciudad”, seguía Miralda, para quién la parte artística de todo también es muy importante. De hecho, añadió que seguramente él acudirá al establecimiento que la compañía tiene en la Sagrada Familia. “Es uno de mis favoritos, se refleja la Sagrada familia en los cristales”, detallaba antes de contar a los asistentes que la idea es esparcir las patatas como en una ceremonia, de forma pacífica. Miralda concluyó: “Se trata de un gesto y sobre todo hay que compartirlo en redes. Es subcultura y nada más”.
Coincidiendo con la convención, en la galería Juan Naranjo, en el Eixample Esquerre, se puede ver estos días una pequeña muestra de obras artísticas críticas con la gran industria alimentaria de comida rápida, con el dardo puesto en McDonald’s. Además de obras del mismo Miralda, como la icónica M de la empresa hecha con un hueso dorado de la buena suerte o la camiseta que reza McShit, además de algunas de otros artistas como Marina Salazar.
El fondo de Food Cultura
Para Miralda y Guillén, la comida es el primer y más esencial de elemento de cohesión comunitaria, que ya que refleja los condicionamientos sociales, económicos e ideológicos y, al mismo tiempo, los resignifica. Por ello, su plataforma Food Cultura explora cuestiones sobre las identidades humanas, sus rituales o su relación con la memoria. Sin ánimo de lucro, esta organización cultural e interdisciplinaria es única en su ámbito. Reflexiona sobre el alimento no solo desde la óptica de la alimentación o la nutrición, sino también desde la práctica artística y la investigación antropológica.
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