Ada Colau exhibe el aval internacional a su modelo Superilla para ganar espacio público en Barcelona
Políticos y técnicos del área de urbanismo y movilidad de una docena de ciudades europeas participan en unas jornadas
En un ambiente de balance de mandato, campaña electoral y con políticos y técnicos del Ayuntamiento exultantes, el equipo de los comunes dentro del gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, exhibe esta semana el aval internacional a su modelo Superilla para ganar espacio público a cos...
En un ambiente de balance de mandato, campaña electoral y con políticos y técnicos del Ayuntamiento exultantes, el equipo de los comunes dentro del gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, exhibe esta semana el aval internacional a su modelo Superilla para ganar espacio público a costa de coches y asfalto. La conferencia inaugural la pronunció el miércoles Janette Sadik-Khan, que fue comisionada de Transporte y Movilidad de Nueva York en la época del alcalde Michael Bloomberg, cuando pacificó decenas de espacios públicos y creó 650 kilómetros de carriles bici. Sadik-Khan reiteró , como otras veces, que la Superilla está “inspirando a otros lugares del mundo”. Este jueves, una decena de tenientes de alcalde del área de urbanismo y movilidad de ciudades europeas han compartido experiencias, al tiempo que han alabado el modelo de Barcelona.
Las jornadas siguen el viernes con mesas de técnicos municipales, visitas a espacios en transformación y la adhesión a un compromiso para hacer ciudades más saludables, con menos tráfico, más espacio público verde, menos ruido y contaminación. Y terminarán el sábado con dos fiestas en la Superilla de Consell de Cent, todavía en obras: a dos meses para las elecciones, pero en el plazo en el que los alcaldes todavía pueden enseñar obra de gobierno sin chocar con la ley electoral. En las jornadas no se ha dejado ver ningún concejal del PSC, socios de Gobierno de Colau, que se han desmarcado de este modelo. Si las jornadas de la Superilla son como la celebración de fin de curso de los comunes, la de los socialistas está prevista para la próxima semana, con las jornadas React sobre la reactivación económica y para reflexionar sobre los proyectos en marcha y su futuro con expertos, también internacionales.
En la jornada de este jueves, diez responsables políticos de las áreas de urbanismo y movilidad de ciudades de toda Europa han compartido sus proyectos en marcha. Con la teniente de alcalde Janet Sanz como anfitriona, sus homólogos han explicado fórmulas para incrementar el uso del transporte público, ganar espacio a los coches, inversiones en carriles bici o en puentes para peatones.
Del representante de Bruselas (Bélgica), Bart Dhondt, ha dado cuenta de las peatonalizaciones realizadas (la principal, en una autopista urbana de cuatro carriles y dos kilómetros de largo) y ha explicado cómo han conseguido reducir un 20% el tráfico ofreciendo transporte público por un euro al mes a los menores de 25 años y los mayores de 65. El concejal de Gante (Bélgica), ha expuesto el modelo “Gantificación”, con el centro cerrado al tráfico y la construcción de 40 puentes para peatones y ciclistas que les permiten sortear los ríos que hay en la ciudad. “Fue difícil de aplicar, pero un gran éxito”, ha admitido y ha señalado que el uso de la bici se ha duplicado.
Llegado de Lodz (Polonia), Adam Pustelnik ha explicado que en la ciudad no había espacio público, “heredamos una estructura urbana desastrosa”, ha dicho y ha explicado que la única alternativa que tenían era ganar espacio público a costa del asfalto. Camila Van Deurs, representante de Copenhague (Dinamarca) ha admitido que la admirada ciudad ha “perdido fuelle”. “Nos hemos dormido en los laureles, aunque tengamos un 50% de la movilidad en bicicleta y buenos parques”, ha lamentado, pero ha explicado el proyecto de ser una ciudad de cero emisiones de carbono en 2025, y la iniciativa ciudadana de reducir drásticamente el aparcamiento en superficie en el centro, apostar por el urbanismo táctico y crear “barrios vivibles y distritos sin tráfico, aprendiendo de Barcelona”.
Por parte de París (Francia), David Belliard, ha destacado “el plan Velo, 250 millones de euros para construir 180 kilómetros de carriles bici y dar alternativa al coche”, y un proyecto para proteger las escuelas que elimina el tráfico de su entorno. “Queremos ser la nueva Copenhague”, ha manifestado sin obviar que la “lucha política no es fácil”. La concejal del distrito Lambeth de Londres (Reino Unido, pionera en un peaje de acceso al centro), Rezina Chowdhury, ha dibujado unos barrios donde es normal aparcar en la acera y la lucha para ganar estos espacios para los vecinos. El 94% de las aceras tienen coches aparcados, ha explicado, cuando solo el 40% de los hogares tienen vehículo propio: “La gente con los salarios más bajos camina o utiliza transporte público, pero se ve desproporcionadamente afectada por la contaminación”.
Pierfrancesco Maran, de Milán (Italia) ha recordado que la ciudad fue de las primeras en implantar un peaje urbano contra la contaminación en el centro y que, pese a las resistencias iniciales, ahora la ciudadanía es una aliada del Ayuntamiento. Y desde la capital de Eslovenia, Liubliana, Rok Zindarsic ha expuesto el proyecto para utilizar la existencia del río que cruza la ciudad para ganar dos cuestiones que mejoran la ciudad: espacio público en los márgenes, y líneas de transporte público fluvial.
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