Emiliano García-Page: “Me preocupa que Podemos impida al Gobierno acuerdos con el PP”
El presidente de Castilla-La Mancha recela del socio minoritario del Ejecutivo e insta a Feijóo a que el PP posibilite pactos de Estado
Emiliano García-Page (Toledo, 54 años) se ha erigido como uno de los barones del PSOE con más perfil propio con Pedro Sánchez. El presidente de Castilla-La Mancha, el primero que tuvo que “capear” y gobernar con Podemos —lo hizo en coalición de agosto de 2017 a mayo de 2019, cuando logró la mayoría absoluta—, recela del socio minoritario del Ejecutivo al tiempo que insta al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a que su partido abandone sus posiciones de bloqueo y acceda a posibilitar pactos de Estado.
Pregunta. ¿Qué le ha parecido el ...
Emiliano García-Page (Toledo, 54 años) se ha erigido como uno de los barones del PSOE con más perfil propio con Pedro Sánchez. El presidente de Castilla-La Mancha, el primero que tuvo que “capear” y gobernar con Podemos —lo hizo en coalición de agosto de 2017 a mayo de 2019, cuando logró la mayoría absoluta—, recela del socio minoritario del Ejecutivo al tiempo que insta al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a que su partido abandone sus posiciones de bloqueo y acceda a posibilitar pactos de Estado.
Pregunta. ¿Qué le ha parecido el presidente del Gobierno en el debate del estado de la nación?
Respuesta. Ha sido tácticamente hábil y oportuno: si el debate se hubiera producido hace un mes, casi todo el arco parlamentario hubiera sido muy hostil por distintos temas: Marruecos, el Sáhara, la cumbre de la OTAN, el gasto militar... Había una burbuja de presión y [Pedro Sánchez] la ha pinchado. Ha consolidado, restablecido y reseteado los pactos de coalición, preparando el escenario previo al Presupuesto. Y no olvidemos que al Gobierno no se le criticó por la corrupción. Ni por que haya aplicado recortes. Eso dice mucho.
P. ¿Comparte los impuestos a la banca y empresas energéticas?
R. Es una reflexión que se tenía que haber hecho en las crisis anteriores. Por mucho que se cobre a la banca, serán cuatro perras comparado con el dineral que España puso para el rescate de los bancos en la crisis financiera: más de 50.000 millones de euros que en su inmensa mayoría quedaron sin devolver.
P. El PP no se ha pronunciado de manera clara sobre estos impuestos, que aplican gobiernos liberales y conservadores de la UE.
R. El planteamiento que hizo el presidente fue deliberadamente de sorpresa, aunque no fuera un giro copernicano. Pero el PP se quedó descolocado. Si se pronuncia en contra de redistribuir los costes de la crisis, Feijóo cometerá un error. Pienso que hay espacio para pactar con el PP si esos ingresos tienen por ejemplo una finalidad concreta. Si son ingresos finalistas para colectivos y capas sociales con dificultades.
P. ¿Cree que esa es la predisposición del PP? El Consejo General del Poder Judicial lleva bloqueado más de tres años y medio.
R. No podemos desterrar posibles acuerdos sobre cuestiones a medio y largo plazo que sobrepasan por completo lo ideológico. Otros grandes acuerdos con el PP podrían ser un pacto sobre Europa y los fondos europeos, un pacto de rentas y un pacto sobre la energía. Ser valiente ahora mismo es llegar a acuerdos, y lo más transversales posible.
P. El PP al final se ha abstenido en el nuevo decreto anticrisis.
R. Feijóo está donde está por la conclusión a la que llegó el PP de que tenía que cambiar de rumbo. Le conozco desde hace años como colegas presidentes [autonómicos], Feijóo debe ser consciente de que esperan de él moderación, diálogo y capacidad de acordar. El no por sistema perjudica sobre todo a los partidos que tienen opción de gobernar.
P. El debate del estado de la nación ha servido para acabar con el ruido en la coalición.
R. Quince días antes, en vez del debate del estado de la nación habría sido un debate del Gobierno consigo mismo. Podemos no va a hacer nada por salirse del Gobierno. No se han visto en otra. Me preocupa que la permanencia de Podemos en el Gobierno tenga como consecuencia directa la imposibilidad de llegar a grandes acuerdos con la oposición, con el PP. Supondría un inmenso poder, de veto, para Podemos.
P. ¿Podemos es el mayor problema del Gobierno?
R. La amenaza es el precio y el peaje que terminan poniendo no solo Podemos, sino muchos grupos más. El engaño está en pensar que esto se lo come el PSOE con Podemos. Hay otros 12 partidos, cada uno de su padre, de su madre y en muchos casos contrapuestos. Las alternativas no surgen de un día para otro... Tiene un mérito excepcional gobernar una situación tan estresante, encadenando una crisis con otra. Estar pendiente de un infarto parlamentario cada día por el minifundio político [del Congreso] hace muy difíciles los planteamientos a medio y largo plazo.
P. ¿El concepto del sanchismo ha calado y penaliza al PSOE?
R. El PP hablaba antes del zapaterismo y del felipismo. Lo que busca es captar el voto desmovilizado del PSOE al que le rechinan las exigencias de Podemos. Las elecciones andaluzas han afectado a la moral, pero no tengo la más mínima duda que saldremos de esta zona valle en las elecciones de mayo.
P. ¿Ha encontrado algún párrafo en la ley de memoria que le induzca a pensar que se va a blanquear a ETA o se va demonizar la Transición por los crímenes del GAL?
R. Es evidente que el Gobierno tiene buenas intenciones, pero la interpretación inicial más que ambigua, e incluso impertinente por parte de Bildu, abre puertas a cosas imprevistas para alguien que tenga convicción constitucional, democrática, y se sienta orgulloso de la Constitución. Espero que quede muy cerrado y delimitado el espacio de lo que se pretende con la ley, solo faltaría a estas alturas que se revise el mejor momento de la historia de España en muchos siglos. Y que encima lo revisen los que se siguen oponiendo al sistema democrático... Bildu contamina mucho todo el escenario. Las palabras de su portavoz [Mertxe Aizpurua transmitió su “pesar y dolor” por las víctimas de ETA] son insuficientes.
P. ¿Qué esperaba de la reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès?
R. El independentismo lleva muy mal los abrazos, necesita de la adrenalina frentista. Y eso el Gobierno del PP se lo ponía muy fácil. Las formas ayudan a que al independentismo no le valga su retórica.
P. ¿Cree que habría que reformar el delito de sedición para acortar las penas y evitar que si se entrega a Carles Puigdemont ingrese directamente en la cárcel?
R. Tiene que pasar por el trámite judicial y con la legislación del momento en el que cometió los delitos. Es de sentido común, elemental, si queremos ser justos. Que los socios de Puigdemont fuesen los que decidiesen la ley sería de una inmoralidad escandalosa. Me llevaría a plantearme muchas cosas personalmente. Esto vale para la izquierda y para la derecha. Aquí tiene que retratarse todo el mundo ante la justicia.
P. ¿Está de acuerdo con las becas para ricos de Madrid? Feijóo ha dicho que si sobra el dinero, que se haga.
R. No lo comparto, como probablemente le pase a la mayoría de la gente. Mire, mis padres prácticamente no sabían leer ni escribir como tanta gente que se deslomó en este país. Somos cinco hermanos y los cinco necesitamos beca. Sin las becas de Felipe González no hubiéramos estudiado. Tengo como un elemento de referencia de lo que ha avanzado España que mis hijos, con el sueldo de sus padres, nunca hayan podido acceder a beca, y personalmente me parece que está bien.
P. ¿Cuál es su conclusión de los audios de las conversaciones de María Dolores de Cospedal con José Manuel Villarejo como secretaria general del PP?
R. Es muy difícil que pueda empeorar mi opinión sobre ella. Lo que están conociendo ahora muchos españoles, incluso muchos del PP, ya lo padecimos aquí cuando fue la presidenta de Castilla-La Mancha. Es nuestro hecho diferencial. Me refiero a su actitud personal y política, nos fabricaban noticias falsas desde su Gobierno, todo tipo de infundios y de calumnias. El problema de Cospedal no era que hiciera recortes, o su forma de gestionar el poder, de ordeno y mando. Es que disfrutaba con los recortes, los hacía con convencimiento.
P. Aunque Castilla-La Mancha no es la comunidad más damnificada por la ola de incendios, ¿está fallando algo en su prevención?
R. Una de las primeras decisiones que tomamos cuando asumimos la presidencia de la comunidad en 2015 fue aumentar a todo el año el periodo de contratación de la empresa encargada de la extinción de incendios, con un refuerzo en los cuatro meses de campaña por el verano. A día de hoy tenemos más efectivos colaborando en la extinción de fuegos en otras regiones que en la comunidad. A medio plazo quizás debamos subvencionar determinadas labores de pastoreo o cuidado de montes para evitar los incendios de sexta generación.