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El ‘Poznan’: la celebración que nació en los estadios polacos y ahora revoluciona la gira de Oasis

Durante los conciertos de la banda mancuniana, Noel Gallagher ha resignificado una icónica celebración que hermana al club polaco de fútbol Lech Poznań con el Manchester City, del que es hincha

La gira de reunificación de Oasis está resultando un negocio redondo para los hermanos Gallagher. Apenas concluida en Wembley la primera etapa de su gran tour de la nostalgia, los de Mánchester acaban de hacer pública una previsión global de ingresos que superaría los 450 millones de euros y presumen de plusmarca mundial de consumo etílico: al parecer, en sus dos últimas noches de concierto en Londres se han vendido más de 250.000 cervezas.

Por si fuera poco, Noel Gallagher acaba de recibir un regalo insólito que le ha hecho especial ilusión: una camiseta del Lech Poznań con su nombre bajo el dorsal número 12, el que en la tradición del fútbol continental se suele reservar a los aficionados. Threads, Far Out Magazine, Manchester Evening News y Yahoo Sports se han hecho eco del obsequio y de la historia que hay detrás, el sorprendente vínculo entre dos clubes de fútbol, polaco uno, inglés el otro, separados por 1.600 kilómetros y hermanados por una celebración icónica.

Todo empezó en otoño de 2010, cuando el equipo de Poznań y el Manchester City se enfrentaron en la fase de grupos de la Europa League. En el primer partido, disputado en Polonia, el Lech se impuso por 3-1 a la escuadra celeste que por entonces entrenaba Roberto Mancini. Los goles de jornaleros del fútbol como Dimitrije Injac, Manuel Arboleda y Mateusz Mozdzen hicieron hincar la rodilla a un adversario a priori superior. Pero lo sustancial de verdad ocurrió en las gradas, donde los seguidores del Poznań, fieles a una tradición local hasta entonces desconocida fuera de Polonia, celebraron los tantos dando la espalda a la cancha y poniendo la mano en el hombro de sus vecinos.

La peculiar cadena poznan causó sensación entre los seguidores del City. Tanto que en el partido de vuelta, otro 3-1, esta vez favorable a los de Mancini, imitaron la celebración polaca en lo que pretendía ser un gesto de burla hacia los cerca de 6.000 hinchas visitantes que habían acompañado a su equipo en el viaje al norte de Inglaterra.

El caso es que los mancunianos siguieron compitiendo ese año en Europa y el ritual de festejo robado se repitió dos veces más, contra el Aris de Salónica y contra el Dinamo de Kiev. Pronto empezó a utilizarse también en los partidos de la Premier. Un par de temporadas más tarde, aunque algunos ya ni siquiera recordaban su origen, se había consolidado como parte de la liturgia festiva del Etihad Stadium.

Durante la gira de Oasis, Noel Gallagher, tal vez el hincha más ilustre y visceral del City, ha cerrado el círculo de este curioso acto de resignificación y apropiación cultural al pedir a su público que diese la espalda al escenario durante la interpretación de Cigarettes and Alcohol. Al menos tuvo la cortesía de bautizar el gesto como “hacer el poznan”. De ahí que el club polaco haya querido corresponder con su obsequio de hace unos días. En la carta que acompañaba a la camiseta, el Poznań reconoce “a un gran club como el Manchester City” su contribución a popularizar las tradiciones del equipo. Y a Gallagher le agradece haber incorporado la celebración, dándole una “dimensión cultural”.

Suele decirse que el deporte hace extraños compañeros de cama. Sporting de Gijón y Real Betis pasaron de detestarse cordialmente a ser clubes hermanos el día de primavera de 1997 en que los asturianos derrotaron a los béticos en el Benito Villamarín condenando al Sevilla al descenso a Segunda División. El caso de Lech y City, con Noel Gallagher como tercer vértice del triángulo, es un ejemplo aún más curioso de cómo puede gestarse una bonita amistad.

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