Comunistas trumpistas, así es la corriente antiimperialista de los MAGA

Persiguen un futuro antiimperialista para Estados Unidos, pero apoyan a Trump. Así son los MAGA Communists, una corriente que reinterpreta el ‘Make America Great Again’

Gorras con el lema 'Make America Great Again' en la Torre Trump, en Nueva York.Jakub Porzycki (NurPhoto / Getty

¿Cuál es el colmo de un trumpista? Ser comunista. Ríen, pero no es un chiste. Los MAGA Communists (Comunistas del movimiento Make America Great Again) son una contradicción histriónica. Defienden a Trump, que, paradójicamente, quiere prohibir la entrada de marxistas en su país. Admiran a Putin, pero arremeten contra el imperialismo. Apoyan a Palestina, no a Ucrania o Taiwán. Persiguen un futuro comunista —que subvencione servicios estatales—, pero abanderan la reducción de impuestos. Son un movimiento minoritario y relegado a internet, pero con su discurso incendiario y antiimperialista adaptado a la guerra de Gaza se están haciendo notar.

La historia de Jackson Hinkle —una de las figuras más visibles del MAGA Communists— ilustra los orígenes de este movimiento. De adolescente, Hinkle llevaba la camiseta de Bernie Sanders, y se posicionaba en contra de las centrales nucleares y las armas de fuego. Llegó a aparecer en un vídeo de una famosa organización ecologista.

Pero entonces algo se torció. El año pasado Hinkle se definió en Twitter como: “patriota americano, temeroso de Dios, profamilia, marxista leninista, pro Palestina, Rusia y China, anti Estado profundo, antiimperialista, antiwoke, procrecimiento, antimonopolio, proarmas, procombustible fósil”. Su radicalización se cristaliza con la derrota de Bernie Sanders en las primarias demócratas de 2020, cuando algunos seguidores de Sanders antes que apoyar a la candidata oficial demócrata, Hillary Clinton, se decantaron por posiciones populistas y antiinstitucionales. Así lo cuenta Marcos Reguera, investigador de la ultraderecha estadounidense.

Alexander Reid Ross, autor de Against the Fascist Creep, explica que progresivamente Hinkle se fue integrando en el movimiento antiimperialista de Estados Unidos: “Está infestado por la extrema derecha y las campañas de desinformación, y aboga por derribar los compromisos militares. Están en contra de todo lo que EE UU haga para apoyar a Ucrania o Taiwán”. Ya en 2022, Hinkle fue entrevistado por el polémico comentarista Tucker Carlson en la Fox, donde “habló de apoyar a Trump para terminar con la guerra y para que la izquierda woke dejara de existir”, señala Jaime Caro, investigador de la Alt-Right. Sin embargo, fue con la guerra de Gaza y la compra de Twitter por Elon Musk (que potencia los algoritmos de la ultraderecha) cuando la fama de Hinkle creció.

En realidad, los MAGA Communists dicen no estar del todo de acuerdo con la visión política de Trump. Pero dirigirse a la clase obrera a través de él, explican, es la única manera de canalizar la militancia obrera fuera del capitalismo y hacia un futuro comunista. El resultado es una alianza extraña y marginal donde se incluyen las personas que odian el feminismo, el ecologismo y los movimientos LGTBIQ+. Un submundo de agitadores antisistema donde se suceden retratos de Putin y Kim Jong-un con memes y chascarrillos que provienen de los fondos antifeministas de internet y que llaman a salvar “el honor de los hombres”.

Al final, el comunismo MAGA, señala Reid Ross, es “una agenda de la ultraderecha que se coloca en un entorno antiimperial”. Pero incluso a su antiimperialismo se le ve el plumero. Recientemente Hinkle publicó una foto en X con Alek­sandr Dugin —el pensador de cabecera de Putin— alabando su antiimperialismo. Dos días después, Dugin apareció en la televisión rusa y dijo que su pueblo es el más imperialista del mundo.

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