Emmy Noether, la reconocida matemática que dio 20 años de clase sin sueldo solo por ser mujer
Solo su lucha personal contra la norma imperante en su tiempo le permitió ser una pionera en campos como las ciencias exactas, el álgebra o la física.
No hay ningún estudio serio que haya encontrado un sesgo de género respecto a la capacidad de nuestro cerebro para las matemáticas. Si durante muchos años el mundo de las matemáticas se parecía a un seminario diocesano en la posguerra, no era debido a ninguna causa de origen biológico, sino a que la sociedad impedía el acceso de las mujeres a las carreras de ciencias. Un buen ejemplo de esto es el caso de la matemática ...
No hay ningún estudio serio que haya encontrado un sesgo de género respecto a la capacidad de nuestro cerebro para las matemáticas. Si durante muchos años el mundo de las matemáticas se parecía a un seminario diocesano en la posguerra, no era debido a ninguna causa de origen biológico, sino a que la sociedad impedía el acceso de las mujeres a las carreras de ciencias. Un buen ejemplo de esto es el caso de la matemática Emmy Noether.
Amalie Emmy Noether era hija de una familia de comerciantes judíos alemanes. Su padre había aprendido matemáticas de forma autodidacta mientras se dedicaba al negocio familiar, se doctoró en Heidelberg y obtuvo un puesto de profesor universitario en la ciudad de Erlangen. Su hermano Fritz Noether fue un reputado matemático aplicado, y su hermano mayor, Alfred, se doctoró en Química, aunque falleció a edad temprana.
De joven Emmy no demostró la misma inclinación por las ciencias de casi toda su familia, interesándose más por los idiomas y la música. En 1903, un cambio en la ley alemana permitió el acceso de las mujeres a los estudios universitarios. Emmy asistió como oyente a la Universidad de Gotinga y encontró su vocación escuchando las clases del astrónomo Karl Schwarzschild (el que había postulado la existencia de los agujeros negros a partir de las ecuaciones de Einstein) o de los grandes matemáticos David Hilbert o Hermann Minkowski. En 1907 se doctoró bajo la dirección de Paul Gordan, aunque poco satisfecha con su trabajo en aquella época, años después describió su tesis como una bazofia.
Fue la segunda mujer en obtener un doctorado en Matemáticas en Alemania, donde se permitía el acceso de las mujeres a los estudios universitarios, pero no al cuerpo docente. Emmy Noether empezó a investigar y a dar clases en la Universidad de Erlangen, sustituyendo ocasionalmente a su padre, pero sin poder percibir ningún tipo de emolumento. Sin embargo, su capacidad para las matemáticas empezaba a ser conocida y valorada. Dos de sus profesores en Gotinga trataron de ofrecerle un puesto de profesora en su universidad, pero, otra vez, le fue vetado el acceso al cuerpo docente por su condición de mujer. Siguió investigando en Gotinga, pero sin poder cobrar un sueldo y tuvo que hacerse cargo de su propia manutención. Solo podía dar clases sin que fueran anunciadas, sustituyendo a David Hilbert. A pesar de estas condiciones precarias, Noether realizó su mayor aportación a la ciencia durante su estancia en Gotinga, el teorema de Noether, que establece que cualquier ley de conservación en física procede de una simetría. Puede parecer simple, pero es una de las bases de la física teórica moderna y muchos autores comparan su importancia con la que tiene el teorema de Pitágoras para la geometría.
En 1919, después de la revolución de noviembre, se le permitió presentarse al examen de habilitación para ser docente universitaria, que aprobó con éxito. Tres años después obtuvo un permiso especial para ser profesora en la Universidad de Gotinga, pero sin paga. Al año siguiente, por fin, fue promocionada a catedrática de Álgebra y tuvo una retribución oficial, después de casi 20 años de carrera a costa de sus propios recursos y de ser ya considerada una de las matemáticas alemanas más importantes. En esta época hizo importantes aportaciones al campo del álgebra que se estudian en todos los libros de texto.
En la década de los treinta le llegaron reconocimientos y premios por su labor como matemática. En 1933, el ascenso de los nazis hizo que fuera expulsada de la universidad por su condición de judía. Durante un tiempo siguió dando clases en su casa. Finalmente emigró a Estados Unidos, donde encontró un puesto en la Universidad femenina Bryn Mawr de Pensilvania y pudo retomar su carrera científica. Pero por poco tiempo. Dos años después falleció a consecuencia de las complicaciones derivadas de una operación para extirpar un quiste ovárico. Tenía 53 años. Una vida corta, pero suficiente para desarrollar algunos de los más hermosos teoremas de matemáticas.
J. M. Mulet es catedrático de Biotecnología.
El de Emmy no fue el único final prematuro en su familia
— Su hermano Fritz también fue depurado por las leyes raciales del III Reich de su puesto como profesor universitario. De ideas de izquierdas, emigró a la Unión Soviética, donde consiguió un puesto en la Universidad Estatal de Tomsk. En 1937, durante la gran purga estalinista, fue declarado culpable de espionaje y sabotaje, y posteriormente condenado a muerte, acusado de hacer propaganda antisoviética. Fue fusilado el 10 de septiembre de 1941 en la matanza del bosque de Medvedev. Su cuerpo nunca fue localizado. En 1988, la Corte Suprema de la Unión Soviética resolvió que su condena carecía de fundamento y fue rehabilitado. Un poco tarde…