Sabroso y esbelto

Creada hace más de 20 años por Manuel Casado, esta bodega lo tiene todo para convertirse en referente de calidad en las tierras castellano-manchegas: suelos de tierras raras en cerros de origen volcánico, donde la filoxera fracasa; lagunas que refrescan los soleados y cálidos días del estío; viñas viejas en vaso de la noble tempranillo; y un soberbio equipo humano encabezado por Pablo Ossorio (director técnico), Alberto Calleja (enólogo) y José Ramón Lissarrague (asesor de viticultura). Tras un periodo anodino, de inercias fáciles, inician una nueva etapa bajo el impulso juvenil de la familia ...

Creada hace más de 20 años por Manuel Casado, esta bodega lo tiene todo para convertirse en referente de calidad en las tierras castellano-manchegas: suelos de tierras raras en cerros de origen volcánico, donde la filoxera fracasa; lagunas que refrescan los soleados y cálidos días del estío; viñas viejas en vaso de la noble tempranillo; y un soberbio equipo humano encabezado por Pablo Ossorio (director técnico), Alberto Calleja (enólogo) y José Ramón Lissarrague (asesor de viticultura). Tras un periodo anodino, de inercias fáciles, inician una nueva etapa bajo el impulso juvenil de la familia Vasado. Ya han sido bien valorados sus tintos jóvenes por la sabrosa y amigable frescura. Faltaba un vino de gama alta que narrara los prodigios edafológicos y los encantos paisajísticos del Campo de Calatrava.

Este Quinta de Aves Phoenix 2016 es un buen intento, aunque parezca algo escaso de ambición (salvo en el precio). Elaborado con las cepas más antiguas de la finca, de pie franco, y criado en barricas nuevas de roble francés durante 15 meses, muestra un perfil moderno, con la expresión fresca y jugosa de los frutillos silvestres cohibidos por el roble, sus tostados, y notas especiadas, mientras los tonos florales y herbáceos pugnan por hacerse notar. Sabroso, esbelto, hay que esperar que la botella haga su imprescindible trabajo de integración.