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Coordinado por Anna Argemí

¿Qué esperas para alimentar el cambio?

Ecologistas en Acción presenta una guía sobre comedores escolares educativos, sostenibles y saludables

(c) US Department of Agriculture vía Flickr / Creative Commons
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Parece casi mentira que los comedores escolares no sean, por defecto, educativos, sostenibles y saludables. ¿Qué estamos, entonces, enseñando a los niños? ¿Qué mejor espacio que la escuela para “enseñar” y también “enseñar a comer”? ¿Y qué mejor público que los niños para educar en una vida sana y responsable? Lo que aprendan entonces será ganancia ya para todo el resto de su vida. Como dice Roberta Sonnino, profesora de Política Ambiental en la Universidad de Cardiff, en el prólogo del libro: “Las escuelas son lugares claves para capacitar a nuevas generaciones de consumidores y consumidoras mejor informadas y más responsables, y para fomentar nuevas formas de ciudadanía ecológica”.

Alimentar el cambio es un libro-guía que recoge la experiencia de la Cooperativa Garúa, una cooperativa que acompaña la transición agroecológica en cerca de 30 centros educativos madrileños:desde escuelas infantiles y CEIP públicos hasta centros concertados, incluyendo también los de formación profesional. El libro forma parte de la colección [Al margen] de Libros en Acción, que es el proyecto editorial de la organización Ecologistas en Acción.

Los casos prácticos tienen por objetivo inspirar a comunidades educativas que no se hayan atrevido aún a poner en entredicho el status quo

La publicación presenta un protocolo para la transformación del comedor y del resto de ámbitos alimentarios de una comunidad escolar. La acción no se limita al alumno, sino que tiene por objetivo transformar también al personal docente, administrativo y de servicios; transformar a los padres, a los proveedores de la escuela y también al barrio donde se encuentra. El libro propone, por ejemplo, ceder las instalaciones educativas para facilitar la creación de grupos de consumo, donde profesorado, familias y demás puedan recoger su compra semanal de los proveedores agroecológicos que sirven también a la escuela.

Para avanzar en la educación en una alimentación sostenible y saludable, en el libro se recoge la necesaria relación entre el aula, el comedor y el huerto, que no son espacios estancos sino que necesitan dialogar entre ellos. El alumno debería aprender a cultivar pero también el funcionamiento de la economía agroecológica. Incluso la gestión del comedor ecológico podría ser objeto de estudio en el aula.

El protocolo para la transformación del comedor indica el camino exacto a seguir para conseguir convencer a la comunidad educativa, y más allá, del interés de pasarse al comedor agroecológico. Se acompaña la parte teórica de un conjunto de casos prácticos que, desde distintos lugares de nuestra geografía españolay respondiendo a etapas educativas y contextos diferentes, comparten sus claves de éxito. Entre el año 2000 y el 2010 algunas comunidades educativas en España, sobre todo en Andalucía, despertaron a la necesidad de recuperar el poder sobre el “comedor escolar”.

Desde esa década se ha recorrido mucho camino y el libro da buena cuenta de esta pequeña historia reciente. Se cuentan casos prácticos que han conseguido salir airosos, casos de incidencia política, de creación de plataformas de padres y también de cocineros concienciados. El sector no se beneficia de la financiación pública y las iniciativas que surgen, como este libro mismo, responden al interés de donantes privados, como la Fundación Daniel y Nina Carasso. Los casos prácticos que cierran el libro tienen por objetivo inspirar a padres, AMPAS, comunidades educativas que no se hayan atrevido aún a poner en entredicho el status quo.

Los tres coordinadores del libro, Abel Esteban Cabellos, José Luis Fernández Casadevante “Kois” y Luis González Reyes son no sólo activistas en pro de una alimentación saludable y sostenible en la escuela a través de su implicación en la cooperativa Garúa. Son además padres, interesados en transformar la alimentación en sus familias y en las escuelas de sus hijos.

Más información sobre la cooperativa Garúa y su proyecto de transformación en el blog Alimentar el cambio

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