Cómo funciona el 'tatuaje' que protege la piel de la radiación solar

Se basa en las recomendaciones de la OMS y alerta cuando llevamos demasiado tiempo expuestos al sol

“Oh, luz del Sol! El oro más preciado que se halla en la Tierra”, dijo el poeta. En efecto, sin ella la vida en nuestro planeta no hubiera surgido siquiera. Pero, igual que los rayos de Sol nos dan la vida y son esenciales para mantener las funciones del organismo, exponernos excesivamente puede ser perjudicial para nuestra salud. Así lo demuestran los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que apuntan a que en España cada año s...

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“Oh, luz del Sol! El oro más preciado que se halla en la Tierra”, dijo el poeta. En efecto, sin ella la vida en nuestro planeta no hubiera surgido siquiera. Pero, igual que los rayos de Sol nos dan la vida y son esenciales para mantener las funciones del organismo, exponernos excesivamente puede ser perjudicial para nuestra salud. Así lo demuestran los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que apuntan a que en España cada año se detectan 74.000 nuevos casos de cáncer de piel de los cuales 4.000 son melanoma, la forma de tumoración cutánea más agresiva.

Para evitar que la radiación solar dañe nuestra piel es importante protegerla. Y para conseguirlo distintas empresas han desarrollado 'tatuajes' que nos avisan de la exposición. El último de ellos ha sido creado por la empresa LogicInk y se trata de un parche resistente al agua que contiene dos círculos concéntricos, explica la empresa: el más pequeño —que está en el interior— "muestra la exposición a los rayos UV en tiempo real" y el más grande "se convierte en rosa cuando nuestra piel ha llegado al límite diario de exposición a la radiación que puede soportar".

"Son una buena opción para conseguir una fotoprotección adecuada", opina Magdalena de Troya dermatóloga de la Fundación Piel Sana y de la AEDV. "Dan información sobre la cantidad de radiación UV que llevamos acumulada en ese día y, cuando sobrepasa lo permitido, el parche alerta. Entonces, o bien dejas de estar expuesto o te aplicas o reaplicas crema solar. Esta se administra también sobre el parche, el cual queda fotoprotegido y no se carga hasta que la crema deje de hacer efecto".

Las escalas que nos indican cuándo y cuánto sol podemos tomar

Las alertas de este parche se basan en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre cómo protegernos de los daños del sol. Entre ellas hay dos factores clave a tener en cuenta, recuerda la dermatóloga: "Hay que adecuar el tiempo de exposición solar al índice de radiación ultravioleta que haya en ese momento a las características de nuestra piel".

La radiación cambia según la hora del día, el momento del año, y la latitud y la altura del lugar en el que estemos. Para medirlo existe una escala que va del 1 (menos peligrosa) al 11 (más peligrosa). "Por debajo de 3 —que en verano es entre 8 y 10 mañana y a partir de las 19— no hay que tener grandes preocupaciones. Los picos máximos se alcanzan entre las 11h y las 16h, aunque varían según la nubosidad o la situación geográfica", aclara la dermatóloga y añade que "cuando el índice UV alcanza un grado 3 hay que empezar a tomar medidas de protección —ponerse gorra, gafas, ropa adecuada y crema fotoprotectora— y a partir de 6 es necesario extremarlas al máximo".

Además, las reacciones de la piel ante la radiación solar varían según las características de cada persona. Cada uno de nosotros presenta un fototipo concreto, que es una forma de clasificar nuestra piel por sus características y su capacidad para asimilar los rayos UV. Según la denominada escala Fitzpatrick (por el dermatólogo estadounidense que la estableció, Thomas Fitzpatrick) pueden clasificarse seis fototipos distintos, desde las más pálidas en el I hasta las más oscuras en el VI.

El factor de protección

Teniendo esto en cuenta, el parche nos ayudará a recordar cuándo debemos volver a ponernos protección u ocultarnos del sol. En caso de que optemos por la crema protectora, la dermatóloga señala que "como mínimo debemos usar una con un índice de protección 15, aunque cuanto más elevado mejor".

El factor de protección, continúa la experta, "es un cociente que mide el tiempo que podemos exponernos sin quemarnos con y sin la crema". Algo que depende de nuestro fototipo y de la radiación UV que haya en ese momento y con la crema. Así, ejemplifica De Troya, "si ese lapso es de diez minutos sin crema, al aplicar una con factor 30, estaríamos protegidos 300 minutos". Un cálculo que, gracias al parche, podríamos ahorrarnos.

Aunque no es la única opción. Desde la Fundación Piel Sana de la AEDV recomiendan también el uso de su app gratuita UV Derma —disponible para iPhone y Android—, que tiene como finalidad fomentar los hábitos dermosaludables frente a los efectos dañinos causados por el exceso de exposición al sol. "Tras introducir los datos básicos sobre la piel, la aplicación aporta el índice UV de donde estemos y, según el fototipo, dice el tiempo que podemos estar al sol en cada momento". Más fácil, imposible. A fotoprotegerse pues y a disfrutar del verano, esa época del año en la que, en palabras del filósofo y escritor estadounidense Sam Keen, la pereza encuentra un punto de respetabilidad.

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