Muñecas con mucho arte

Juan Carlos de Marcos

Todo empezó con un souvenir. Al norte de Japón, en la región de Tohoku, los ebanistas comenzaron a fabricar muñecas kokeshi durante las postrimerías del periodo Edo (1603-1867). Concebidas inicialmente como recuerdo para los visitantes de las numerosas fuentes de aguas termales de la zona, estos delicados objetos se convirtieron con el tiempo en pequeñas obras de arte y contribuyeron al desarrollo económico de la región. Dos siglos más tarde, el estudio británico Sketch Inc., en colaboración con la firma danesa Luci...

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Todo empezó con un souvenir. Al norte de Japón, en la región de Tohoku, los ebanistas comenzaron a fabricar muñecas kokeshi durante las postrimerías del periodo Edo (1603-1867). Concebidas inicialmente como recuerdo para los visitantes de las numerosas fuentes de aguas termales de la zona, estos delicados objetos se convirtieron con el tiempo en pequeñas obras de arte y contribuyeron al desarrollo económico de la región. Dos siglos más tarde, el estudio británico Sketch Inc., en colaboración con la firma danesa Lucie Kaas, recupera una tradición ancestral mediante la creación de modelos inspirados en personajes icónicos de la historia del arte y del diseño. Realizadas en madera de Schima superba, pintadas a mano y selladas con un barniz satinado, estas kokeshi se venden ­firmadas y en su propia bolsa con cordón. Y pueden comprarse en la tienda del Museo Guggenheim de Bilbao al precio de 35 euros. 

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