Ahuyentando el cólera a voces

Los ciudadanos de Zambia participan activamente en la mayor campaña de vacunación jamás emprendida contra esta enfermedad

MSF lleva a cabo en Zambia la mayor campaña de inmunización contra el cólera.Vídeo: MSF
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Tras varios días de cielos nublados y lluvias, el sol reaparece en Lusaka, la capital de Zambia. Quienes viven en los suburbios y en los asentamientos informales en los que la epidemia de cólera se ha extendido de forma silenciosa, empiezan poco a poco a recuperar el ánimo.

Los largos meses de sequía secaron todos los pozos. Y como resultado, la gente empezó a consumir el agua de pozos improvisados y poco seguros. Las fuertes lluvias que vinieron después inundaron las letrinas, vaciando su contenido en las calles y los pozos, contaminando las fuentes de agua, y creando piscinas de agua estancada y sucia en las abarrotadas calles de los suburbios de Lusaka, hogar de 1,2 millones de personas.

El cólera, una enfermedad que se transmite a través del agua, encontró en este ambiente las condiciones perfectas para extenderse fácilmente, lo que se traduce en los 804 casos y 15 muertes que se han producido desde el pasado mes de febrero.

Mathilda va a la vacunación con su hija Edna, que acaba de cumplir los tres años.Laurence Hoenig (MSF)

Lusaka ya había sufrido varias epidemias de cólera en el pasado. Sin embargo, tras cinco años sin que apareciera ningún brote, los habitantes de la ciudad han perdido gran parte de la inmunidad que habían adquirido, lo que les deja mucho más vulnerables ante una nueva infección.

Por esta razón, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF), junto con el Ministerio de Sanidad de Zambia, están llevando a cabo la mayor campaña de vacunación oral contra el cólera que jamás se haya puesto en marcha. Nos hemos marcado el objetivo de inmunizar a un total de 578.000 personas y vamos por buen camino.

Mover a las masas

Se trata de un enorme reto para los ocho trabajadores de terreno de MSF, los 60 trabajadores del Ministerio de Sanidad y los 1.135 voluntarios de los cuatro suburbios afectados en Lusaka –Kanyama, Bauleni, George y Chawama. La logística en una campaña como esta, en la que se quiere vacunar a tanta gente y en la que hay tantas personas implicadas, es verdaderamente complicada; más aún si se tiene en cuenta que tenemos que vacunar en 41 puntos diferentes a lo largo de estos días. Por ello, antes de comenzar con la vacunación, hay que informar adecuadamente a la población y conseguir que la gente entienda la importancia de los que estamos haciendo.

La gente empezó a consumir el agua de pozos improvisados y poco seguros. El cólera encontró las condiciones perfectas para extenderse

Antes de ir a vacunar, los equipos de promotores comunitarios de salud han ido hoy a Kanyama para animar a la población. Se sienten implicados y saben que están haciendo una labor crucial para sus comunidades, así que, armados de megáfonos y pancartas, comienzan a difundir el mensaje por las calles para conseguir que todo el mundo esté preparado cuando llegue el resto del equipo. Esta localidad, que alberga aproximadamente a unas 250.000 personas, fue el epicentro de los brotes anteriores de cólera. Eso hace que llevar hasta aquí una campaña de vacunación como esta no resulte una tarea sencilla de poner en marcha.

“Sólo os llevará dos minutos”

“Dos minutos es todo el tiempo que necesitáis para recibir la vacuna contra el cólera. Evitaréis caer enfermos y no correréis riesgo de morir”, le dice Beenzu Chiwele, promotora de salud comunitaria, a cuatro hombres que se están junto a la puerta de una barbería. “Venid hoy, porque mañana es nuestro último día en Kanyama”.

Mientras habla, Beenzu reparte hojas informativas a los vecinos. “¡Ayúdanos a hacer retroceder al cólera!”, se lee en el panfleto amarillo, en el que también destacan las fechas de la campaña de vacunación y consejos sobre cómo evitar la infección. Sin embargo, con aquellas personas que inicialmente muestran algo de desconfianza, Beenzu utiliza otra estrategia; les enseña otro folleto impreso en Nyanje (una lengua hablada en Lusaka), que muestra a dos líderes de la comunidad exhibiendo con orgullo sus tarjetas de vacunación. Al final, ayudándose de todas sus habilidades de persuasión, Beenzu consigue que el cuarteto se comprometa a ir más tarde hasta el punto de vacunación.

La vergüenza del cólera

La gente en Kanyama conoce perfectamente el estigma que conlleva la enfermedad. “Desde siempre Kayama se ha asociado con el cólera”, dice Beenzu. “Si tú le dices a alguien que eres de Kanyama, te responderán: ‘¡Aléjate de mí, los de Kanyama tenéis cólera! Ese sitio es un lugar muy sucio y nos estáis trayendo la enfermedad’”.

A fecha de 20 de abril ya hemos suministrado unas 342.213 dosis

Beenzu recuerda perfectamente el último brote. “Yo estaba todavía en el colegio”, me explica. “Mucha gente murió. Recuerdo a un hombre de mi barrio que tenía cólera y que se cayó al suelo en plena calle. No paraba de vomitar y de hacerse todo encima. Todos aquellos que estábamos cerca tuvimos que ser rociados con una solución de cloro para no caer infectados”.

A pesar de que la gente sabe que el cólera puede llegar a matar, muchos esperan hasta el último momento para acudir en busca de ayuda. “La gente viene cuando ya está gravemente deshidratada y en estado crítico. Muchos pacientes han muerto en la recepción de los centros de tratamiento de cólera. Incluso buscan ayuda en otros barrios para evitar que sus vecinos les vean enfermos. Mucha gente muere en casa por miedo a sufrir estigma social”, afirma Beenzu.

Una forma de mantenerse sano

Beenzu tiene el temperamento adecuado para ser promotora de salud, un trabajo que además hace de manera voluntaria. “Mi nombre significa visitantes”, afirma Beenzu. “Mi madre me llamó así porque cuando estaba embarazada de mí, mucha gente vino a verme. Quizás esta sea la razón por la qué me gusta tanto interactuar con las personas”.

Beenzu también estudia salud pública y ambiental “Antes yo quería ser médico. Empecé a reflexionar en qué es lo que evita que las personas enfermen y fue entonces cuando me interesé por todo lo relacionado con el equilibrio medioambiental y la promoción de la salud. En vez de atender pacientes en un hospital, vi que lo que en realidad me motivaba era encontrar la mejor manera de mantenerlos sanos”.

A medida que los días pasan, el número de personas vacunadas crece a un ritmo constante. A fecha de 20 de abril ya hemos suministrado unas 342.213 dosis. MSF y el ministerio de Sanidad están expandiendo sus actividades de promoción de la salud para alentar a más gente a venir y ser vacunados. Y al mismo tiempo, los equipos del ministerio de Sanidad continúan atendiendo a las personas infectadas en los centros de tratamiento que han sido instalados en las áreas más afectadas.

Borrie La Grange es responsable de comunicación de MSF en Sudáfrica.

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